LA PLATA (Corresponsal).- Por pedido de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, la empresa YouTube borró contenido que afectaba la imagen, intimidad, dignidad y honor de un niño bonaerense que desde hace unos meses es permanentemente ridiculizado por sus declaraciones públicas.

El hostigamiento comenzó luego de que se diera a conocer una nota televisiva en la que el niño "entonces de 11 años- manifestaba sus gustos. Este hecho disparó que centenares de personas lo ridiculizaran mediante videos, imágenes, grafittis e incluso merchandising con su cara impresa.

El ciberacoso llegó a tal punto que trascendió el espacio virtual para instalarse en la vida cotidiana del chico y su familia, que no pueden salir a la calle sin que alguien se acerque a pedirle una foto.

"Hicimos la solicitud a Google y YouTube desde el punto de vista de la humanidad, desde la ética y la moral porque está involucrada la dignidad y la honorabilidad de un niño que sufre hostigamiento", explicó a LA CAPITAL Mónica Bornia, coordinadora del equipo interdisciplinario sobre hostigamiento escolar de la Defensoría del Pueblo.

"Él se ha transformado en una "celebrity" y donde va le piden autógrafos o le toman el pelo", agregó.

Tanto Google como YouTube accedieron al reclamo de la Defensoría y en la actualidad, si se quiere ver algún video sobre el niño, YouTube automáticamente emite un mensaje de error con la leyenda "Este contenido no se encuentra disponible en el dominio de este país debido a un reclamo legal del gobierno".

El secretario general a cargo de la Defensoría, Marcelo Honores, destacó "la responsabilidad de las empresas para atender un tema tan sensible" y aseguró que se trata "de un caso modelo que servirá para que quienes padecen este tipo de acoso puedan hacer frente a este tipo de exposición".

Otras presentaciones

Bornia celebró la medida ya que "hay presentaciones para que los buscadores dejen de relacionar determinados contenidos con determinados nombres propios, que en general no han sido favorables".

En Argentina existe la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, además de legislación sobre la pertinencia o no de acumulación de datos. El problema es que la mayoría de los dominios con los que se puede generar algún daño no están alojados en este país.

En la Defensoría ya han recibido pedidos similares, como el de una madre preocupada porque su hijo era acosado y amenazado por Internet y presentaciones por la existencia de sitios en los que -a cambio de dinero- se envía información privada de las personas a quien lo requiera.