El periodista Emilio Ruchansky presentó en Mar del Plata su libro ?Un mundo con drogas?, que interroga, a través de una investigación realizada por seis países, caminos alternativos al prohibicionismo. Estuvo acompañado por Martín Armada, editor general de la Revista THC y el juez de Garantías, Juan Tapia.

La actividad se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata y estuvo organizada por el GEAJ (Grupo de Estudios y Acción Judicial) con la intención de poner en debate los sistemas alternativos al prohibicionista y el rol del sistema penal en ?la mal llamada guerra contra las drogas?.

En este sentido, Tapia expresó la necesidad de revisar ?por ilegítimo y falso? el discurso que propone ?guerra contra las drogas?. Y explicó: ?Ilegítimo porque al plantear un escenario bélico, considera al ?otro? como un potencial enemigo, habilitando la pena de muerte sin juicio previo (ley de derribo) o la restricción de garantías esenciales para aquellos que no son considerados ciudadanos?.

?Y falso -continuó- porque en los datos de la realidad evidencian que sólo persigue al ?trafi-adicto? que vende al menudeo y deja impune a los narcos o quienes lavan el dinero proveniente de esos negocios, evitando seguir la ruta del dinero proveniente del tráfico?.

Frente a ello, destacó la necesidad de pensar y debatir paradigmas alternativos al prohibicionista, dado que, como plantea el ex juez de la Corte, Raúl Zaffaroni en el prólogo al libro, "la prohibición del tóxico ha causado muchas más muertes que el tóxico".

A su turno, Armada puso en valor la obra de Ruchansky -a la que definió como ?un trabajo importante? y ?un libro pionero?- y reparó en que ?detrás de las drogas hay personas?, quienes las venden y quienes las consumen. Habló además de un cambio de paradigma de un problema que tiene 100 años, a partir de la prohibición del opio, que convirtió a la droga no sólo en una mercancía sino además, en mercancía prohibida. Ante ello, destacó que ?Un mundo con drogas? plantea que ?la única salida ordenada, humana, racional, del lío en que nos metimos y nos metieron es a través de políticas de Estado?.

Ruchansky hizo un breve repaso por algunos de los países que visitó para esta investigación: Estados Unidos, Suiza, Holanda, España, Bolivia y Uruguay, cuya recopilación está volcada en el libro.

Al comenzar su presentación, hizo referencia a la situación de dos jóvenes rosarinos que vendían drogas en un búnker y que fueron considerados por la Justicia como víctimas de trata con fines de explotación laboral, porque eran obligados a vender sustancias estupefacientes, en condición de esclavitud o servidumbre. Esto, entendió Ruchansky, permite hacer investigaciones superadoras, que no se queden en los eslabones más vulnerables de la cadena.

La situación fue tomada también desde el plano local cuando se planteó que la mayoría de las mujeres presas en la Unidad Penal 50 de Batán son madres solteras y jefas de hogar de barrios vulnerados, que están detenidas por venta de drogas en sus viviendas.