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24-11-2015

Una esperanza mesurada y alivio por dejar atrás el estilo agresivo

Opiniones de los marplatenses el día después del balotaje. LA CAPITAL consultó a decenas de ciudadanos de a pie sobre sus pensamientos y sensaciones ya con Mauricio Macri como presidente electo.

"Hacía falta un cambio", responde la mayoría, y una mayoría dentro de ésta duda un poco cuando se le pide que precise cuál es ese cambio que desea. "Mayor seguridad", "Otro estilo de gobernar, con menos agresividad y más diálogo", "Más inversiones, más trabajo y menos planes sociales para ñoquis", fueron algunas de las respuestas más escuchadas.

En general se advierte una esperanza mesurada, no faltan los que recurren a la palabra "incertidumbre" para referirse a lo que sienten, y no son pocos los que, buscando "castigar" el rumbo de la década K, primero optaron por Massa y el domingo lo hicieron por Macri.

A continuación una reseña de una parte de las consultas realizadas en plena vía pública.

"Más trabajo y estudio"

"No resultó lo que yo esperaba", confió Federico, de 30 años, mientras expendía combustible. Era partidario de Massa pero en el balotaje se inclinó sobre Macri. "Creo que tendremos que ajustarnos un poco, pero me parece que con Macri viene más trabajo y posibilidades de estudio", agregó, mientras colocaba la manguera en el surtidor.

Jorge, de 53 años, comercializador de harina, se mostró más exultante: "Con Macri se viene un cambio muy positivo". Para él, lo más urgente es la seguridad, respecto de lo cual cree como algo muy bueno que la línea Presidente- gobernadora- intendente vayan a ser del mismo color a partir del 10 de diciembre. Respecto de su actividad, supone que las cosas pueden mejorar. Más aún, asegura que ya está sucediendo con una mejora en el precio de la harina. "Será muy importante para reactivar la economía que le bajen las retenciones al campo", opinó.

Norma, una peluquera, se reconoce "con incertidumbre". "Ojalá que le vaya bien a Macri, a su gobierno, y a todos, pero no estoy segura de qué puede pasar con la economía y con el dólar".

Alberto, de 17 años, trata de contener la increíble fuerza de su perro pitbull, mientras dice lacónicamente que "está bien que el presidente sea Macri". Por ahora sin trabajo, Alberto se sentía contento de haber votado por primera vez.

"Menos planes para vagos"

Hace cuatro años, Javier (41) instaló su negocio de artículos de iluminación en Juan B. Justo al 2500. Admite que para encarar ese emprendimiento la situación económica del país y de la ciudad lo permitían. Y ahora el negocio va bien, pero igualmente optó por Macri "porque era lo mejor que se podía votar". Hay un margen de incertidumbre, admite, respecto de qué sucederá con las variables socioeconómicos durante los próximos meses, pero mantiene una muy mesurada esperanza. "¿Qué debería hacer Macri desde el vamos? Terminar con tantos planes de asistencia que van a parar a vagos que no quieren laburar, mientras alienta inversiones que generen genuinas fuentes de trabajo".

El dueño del kiosco de diarios de Juan B. Justo y Córdoba -está allí desde hace 33 años- se muestra con "alegría y con calma". Marcelo tiene 55 años y esperaba que el triunfo de Macri en el balotaje fuera por una mayor diferencia, pero igualmente "está bien así, y hay que mantener la esperanza de un cambio". ¿Y en que debe consistir ese cambio? "En el estilo de gobernar, que sea con menos agresividad y con políticas más abarcativas, en beneficio de todo el pueblo. Lo mejor de todo es que parece que vamos a ir a un país normal, abierto y con tolerancia". Marcelo también cree que la década kirchnerista perjudicó especialmente a la prensa independiente, desacreditándola, y eso fue malo tanto para la industria editorial como para los kioscos de venta de diarios. Por último, estimó necesario tener paciencia con las autoridades del país a partir del 10 de diciembre, porque es verdad lo que dice Macri de que es necesario, ante todo, saber dónde estarán parados en cuento a la economía y los recursos del Estado.

"Volver a trabajar de noche"

Héctor, de 55 años, chofer de taxi desde hace diez, también votó a Massa en la primera vuelta pero este domingo se inclinó por Macri convencido. "Yo quiero más seguridad para poder volver a trabajar tranquilo a la noche", manifestó en medio de una larga fila de taxis esperando algún que otro pasajero. "Si mejorar el bienestar de la gente volveremos a tener trabajo como en otros tiempos", expresó.

Dos médicos jóvenes, residentes en el Hospital Privado de Comunidad, uno procedente de Tucumán y el otro de Mendoza dieron sus opiniones sobre el voto y sobre la situación que se vive en sus provincias de origen. Alfredo, el tucumano, 34 años, aseguró que se viene otro estilo de hacer política en la Argentina, con la búsqueda del diálogo y el consenso. Particularmente, espero que haya justicia y no impunidad, de manera que tengan una merecida sanción aquellos que gracias a su paso por la función pública se enriquecieron de manera ilícita.

Para Alfredo el pueblo de su provincia puede sentirse orgulloso de haber sabido plantarse ante el fraude electoral, una reacción que fue clave en el proceso que ahora culmina con Macri presidente. "Cómo habrá sido el escándalo -expresa el médico- que mi madre salió a protestar a la calle cuando nunca antes lo había hecho".

Marcos, el médico mendocino de 24 años, expresó el deseo de que mejore la seguridad tanto aquí como en su provincia de origen.

Ambos médicos también se refirieron a los problemas en el sistema de salud, con establecimientos públicos en los que faltan insumos, y lamentaron que en administraciones de distintas reparticiones públicas "se haya nombrado a dedo a tantas personas que están detrás de un escritorio sin saber muy bien para qué están".

Sandra, dueña de un comercio de vestimenta femenina estaba de acuerdo con las propuestas de Sergio Massa y de cara al balotaje "les soy sincera...prácticamente no me gustaba ninguna de los dos; al fin me incliné por Macri porque lo veía más creíble en cuanto a su compromiso de combatir el narcotráfico, que es la fuente principal de la gran inseguridad que se está sufriendo".

"La soberbia debía terminar"

Hernán, un jubilado de 73 años que cobra la mínima, deja de leer por un momento La Capital cómodamente sentado en un resto-bar, y opina "que es correcto que haya ganado Macri para que se termine la soberbia de una buena vez". También manifestó el deseo de que "haya menos planes sociales y más trabajo verdadero". "Pero ojo -advirtió- porque una transformación de este tipo lleva mucho tiempo y no sé si al nuevo gobierno le tendrán toda la paciencia que necesita. Pero está bueno que se termine la soberbia... mirá si hasta Scioli reconoció la derrota sí, pero igual hizo un discurso como si todavía estuviera de campaña. Pero si inauguraban las mismas cosas diez veces para mostrar qué hacían. Entre todos tenemos que darle una mano a los que van a asumir".

Marisa, que pasa horas detrás de una máquina de café, también dijo estar optimista, o mejor "conforme, algo bueno ha pasado y renace una esperanza de que podemos estar mejor como viene repitiendo Macri". "Pensé que iba a ganar este domingo con más margen -reconoció- porque acá (por el café) la gran mayoría de los clientes decían que iban a votar por Cambiemos".

"¿Habrá justicia o impunidad?"

En otro local gastronómico, y sentados en torno de una mesa ubicada en la vereda, tres hombres gastan bromas y vaticinios con algo de seriedad sobre el futuro inmediato.

Mientras sus dos amigos se sonríen con complicidad, Julio, de 62 años, dice que "se dedica al turismo de ida... soy funebrero... a decir verdad por ahora a mí no me falta el trabajo". Más seriamente señala que "venía muy enojado con la prepotencia de esta gente que nos venía gobernando. Me gustarían que fueran presos todos los que robaron estando en el gobierno, pero no sé... ya dijo Macri que no habrá revancha ni ajuste de cuentas, y eso me genera dudas sobre si habrá la severidad que se necesita".

En la misma mesa de café, Javier, de 46, reconoce que la esperanza se refiere a tener un país normal y con progreso en el largo plazo, y la incertidumbre al corto plazo por "el balurdo que deja esta gente, y encima tienen un frente complicado con un Congreso que no les es propio".

El restante integrante del trío, José Luis, de 55 años, trabaja en el ramo de la construcción, actividad que, asegura, se va a reactivar porque en el último tiempo paulatinamente se había paralizado mucho. Coincide en que "el tiempo crucial van a ser los próximos cuatro meses, van a tener que actuar con mano de cirujano, y así, con muchísimo cuidado, arreglar el problema del cepo (cambiario)".

Esteban, de 33 años, encargado de una pinturería, fue uno de los pocos que aseguró haber votado a Scioli. "Yo también quería un cambio respecto de Cristina y el gobierno kirchnerista pero creía que para eso era mejor Scioli que Macri". Para este joven la economía no venía tan mal: "Lo que se gana no es para tirar manteca al techo pero se llega a fin de mes". "¿Si tengo alguna esperanza con Macri?...sí, la tengo. Creo que puede lograr, como se lo ha propuesto, que haya más inversión de los empresarios, que estos empresarios les vaya bien y así puedan crear fuentes de trabajo. Scioli hubiera tenido la misma política".

Abordamos a Rafael, de 22 años, agente de Comercio Exterior, caminando dentro de la jurisdicción del puerto. En la primera vuelta puso la boleta de Del Caño y en el balotaje, tal como lo propuso el candidato del Frente de Izquierda de los Trabajadores, votó en blanco. "Habrá que darle una oportunidad al nuevo gobierno", dijo pero con el gesto hacia evidente que el balotaje no lo había entusiasmado, ni antes, ni ahora.

Satisfacción de un chileno

También en el puerto marplatense, Alvaro, de 55 años, operario en plantas de harina, confió en que "Macri, que es derechista, pueda hacer una relativa buena gestión en el gobierno como la hizo en Chile el también derechista Piñera".

Sucede que Alvaro es originario de Chile y se radicó en el país hace 17 años. Su esperanza radica en que Macri produzca un cambio para mejor, avance en credibilidad gracias a medidas de gobierno razonables, dé más seguridad, y normalice las relaciones de la Argentina con los restantes países del continente. "La clave -dijo- es que acierte pronto con la política cambiaría, a partir de ahí todo puede mejorar".

Leandro tiene 26 años y es calderista en el astillero SPI. "Estoy muy contento con el triunfo de Mauricio Macri", recalcó. "Espero de él y de su gobierno que limpie todos los puestos políticos de más porque no es justo que en esos ámbitos se paguen sueldos de privilegio, en muchos casos por no hacer nada, mientras que trabajadores capacitados y esforzándose en larga jornadas de labor ganen mucho menos".

"Lo mejor que puede hacer Macri -opinó- es ir regulando el cambio, no provocar bruscas alteraciones para no provocar reacciones que puedan complicarle el gobierno".

Frente al mismo astillero, todos los mediodías se instala Gabriela con sus sándwiches que son consumidos por los trabajadores de la zona. Con esta venta sostiene a su familia. Tiene tres hijos y su marido, pese a poder desempeñarse como herrero y electricista, se encuentra desocupado. Vive en Cerrito Sur donde "todo está igual, sin una mejora desde hace años y cada vez con menos seguridad". Gabriel votó a Massa porque su familia proviene de la zona de Tigre y cada vez que se encuentra allí se sorprende con las mejoras urbanísticas. En el balotaje optó por Scioli. Ahora, simplemente tiene "un poquito" de esperanza de que con un gobierno de Cambiemos haya más trabajo.