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07-02-2016

Una trans, candidata a delegada de un pueblo de 450 habitantes

Marcela Mara Monroi logró imponer su fuerte compromiso social en San Agustín, un pueblo ubicado a 25 kilómetros de Balcarce.

Por Sebastián Plaza

BALCARCE.- (Corresponsal) Marcela Mara Monroi aprovechó la oportunidad que le confirió la ley y decidió cambiar su identidad hace tres años, ya que desde temprana edad se sintió mujer. En su localidad de 450 habitantes no fue fácil romper prejuicios.

Sin embargo, su lucha no pasó por cambiar las normas del lugar sino por imponer su personalidad ligada a un fuerte compromiso social por su comunidad y a la defensa del medio ambiente.

Esa vocación por ayudar a los más necesitados podría cristalizarse a través de una carrera política cuando el próximo domingo se desarrollen las elecciones en San Agustín. Para ello, deberá ganar los comicios a los otros seis vecinos que se presentan.

“No me iba a postular porque cuando terminó el mandato de Scioli se firmó la ley de cupo trans que permite que el 1 por ciento de la planta permanente en el gobierno sea ocupada por las personas adheridas al cambio de identidad de género. Eso permite la inclusión laboral. Pretendía entrar en el área de Cultura pero escuché las inquietudes de los vecinos que querían que hiciera algo por el pueblo y sentí que debía devolver todo lo que me han dado”, argumentó sobre su postulación.

Marcela no siente la necesidad de hacer campaña proselitista porque la gente ya la conoce. “Los vecinos conocen la capacidad de gestión porque tuve un problema con una empresa de telefonía celular y logré el año pasado que finalmente colocaran las antenas y hubiera señal para que nos pudiéramos comunicar por celular”, aseguró.

Se sintió orgullosa de ganarle la pulseada a una empresa multinacional y lograr algo que ni la Municipalidad y el Concejo Deliberante pudieron. “La gente logró conocer mi persistencia. Por más que uno sea delegado, si en el municipio no hay recursos, tendré que persistir y buscar en otros ámbitos”, confió.

Sobre su proyecto de gobierno indicó: “Busco el desarrollo en general de la comunidad donde vivo para que los jóvenes tengan oportunidades y no necesiten irse para encontrarlas”.

 

Sin denominación

Marcela no cree en las denominaciones sobre la identidad porque no hacen a la persona: ni transgénero ni travesti. “Los seres humanos tienden a diferenciar a las personas pero creo que no la hay sino que va en la calidad humana y no en su identidad”, admitió.

La candidata a delegada piensa que en la Argentina todavía se confunde la sexualidad con la identidad. “Una cosa que es como te perciben lo demás y otra es la sexualidad. Desde una edad muy temprana me sentía distinta y cuando pude hice el cambio de género. Yo nunca tuve una patología sino que mi realidad no encajaba con mi cuerpo”, reflexionó.

Sin embargo, más allá del espíritu combativo de Marcela, reconoció que en sus 31 años nada fue fácil. “En el comienzo fue difícil porque te imaginarás lo que es vivir en un pueblo de menos de quinientos habitantes. Al principio, todo el mundo comentaba. Luego a medida que va pasando el tiempo resalta la calidad de la persona”, apuntó.

La técnica en Gestión Cultural mencionó que “el buen trato con las personas y con que yo siempre busqué tener un crecimiento personal. Eso ayuda a que la gente no te marginalice y no te haga sentir estigmatizada. En realidad todos los seres humanos somos diferentes”.

El tránsito por la escuela secundaria fue lo más difícil aunque se permitió pensar que así es para la mayoría por las discriminaciones que siempre están presentes.

Lo laboral también sigue siendo una materia a resolver. ”Si bien tengo emprendimientos personales, la realidad es que nunca pude tener un trabajo estable”, admitió.

Asimismo, contó que pese a su estudio universitario y que llevó currículums a diferentes lugares e incluso la Municipalidad nunca la llamaron. “Hago cosas que no tienen nada que ver con lo que estudié”, afirmó.

Por último, sintetizó: “Si bien tengo un documento de identidad con el nombre que quería tener y es un avance nos quedan muchas cosas por trabajar y avanzar respecto a la identidad”.