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28-07-2009

Buscan a los depredadores de Laguna de los Padres

Efectivos policiales y municipales inspeccionaron ayer dos plantas procesadoras de pescado. Creen que una organización depreda las lagunas bonaerenses para abastecer un mercado marginal.

La Municipalidad decomisó ayer 100 kilos de pejerreyes y clausuró una planta de procesado en el marco de una serie de inspecciones destinadas a encontrar pescado que habría sido sustraído de la Laguna de los Padres.

Además, se secuestraron 750 kilos de pejerreyes de otra planta, aunque el propietario argumentó que habían sido comprado en Chascomús. La Municipalidad está analizando la documentación para confirmar si la versión es cierta o se trata de pescado que también fue extraído de la Laguna de los Padres.

Los procedimientos de ayer constaron de dos inspecciones, aunque fuentes consultadas por LA CAPITAL confirmaron que es posible que en los próximos días se realicen más, ya que son varios los lugares de procesado que están siendo investigados. Además se prevé que tome intervención el Ministerio de Asuntos Agrarios.

El primer operativo se realizó en una planta de pescado ubicada en San Salvador 3166. Ahí efectivos policiales y el delegado de Sierra de los Padres, Juan Carlos García, llegaron después haber recogido una serie de datos que marcaban al lugar como el indicado para encontrar pescado de la Laguna de los Padres. En la planta, decomisaron 100 kilos de pejerreyes porque no contaban con la documentación que respalde su procedencia, según informó el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Ariel Ciano.

Los inspectores decidieron clausurarla, ya que no tenía habilitación municipal. "Está certificado que la planta no tiene documentación respaldatoria. Por lo tanto, el pescado es ilegal y quedó decomisado. Ahora falta ver si se pescó hace una semana o diez días. De todas maneras, los entendidos dicen que viene de la laguna", explicó Ciano.

Segundo operativo

La segunda planta inspeccionada está ubicada en una zona cerca a la Villa de Vértiz. Allí se encontraron 50 cajones con 15 kilos de pejerreyes que, según los especialistas son de laguna, pero no se pudo determinar su procedencia exacta. Los peces serán sometidos a un estudio para saber de dónde vienen y si forman parte de los robados. De todas maneras, el dueño de la planta argumentó que los había comprado en Chascomús. Ante esa versión, los inspectores dispusieron secuestrar el pescado, pero será la Justicia de Faltas quien determinará la procedencia y si hay que tomar alguna medida con el lugar de procesamiento. Por ahora, la planta sigue funcionando con normalidad.

Las inspecciones fueron llevadas a cabo por el delegado de Sierra de los Padres, Juan Carlos García; la policía de Sierra de los Padres e inspectores municipales. Según pudo averiguar LA CAPITAL, la hipótesis que manejan los investigadores del caso es que los responsables del robo de pejerreyes son integrantes de una organización que opera en toda la provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, el intendente Gustavo Pulti dispuso vigilancia nocturna en la laguna hasta que se resuelva de qué manera se custodiará la zona para evitar la depredación de la fauna ictícola por parte de pescadores furtivos.

El robo en la laguna

La investigación comenzó cuando tres pescadores deportivos encontraron el 12 de este mes un trasmallo -así se llama a este tipo de red gigante- de 1200 metros, que, según calculan los especialistas, tenía atrapados a más de de 40 mil pejerreyes, lo que equivale a más de dos toneladas de pescado.

Según los investigadores, el trasmallo fue colocado por un grupo de pescadores furtivos para después venderlo. Este tipo de actividad está prohibida porque provoca un grave daño ecológico.

Los pescadores encontraron de casualidad la red cuando vieron una boya flotando en un sector de la laguna y avisaron a las autoridades del Club de Pesca, la Policía y los guardiafaunas.

El proceso para sacar al trasmallo (arte de pesca dotado de varios paños de red que permite la entrada de peces pero no su salida) demoró más de dos horas y debieron intervenir cinco botes y diez personas.

El descubrimiento había motivado un amplio dispositivo policial en procura de aprehender a los autores del atentado ecológico.