BUENOS AIRES - Un escándalo se produjo ayer en el juicio al dictador Reynaldo Benito Bignone y a otros seis militares y policías acusados de delitos contra la humanidad perpetrados en Campo de Mayo, quienes se negaron a declarar, cuando uno de los imputados la emprendió a insultos contra uno de los abogados de las querellas.

En pleno debate de la tercera jornada del juicio, el ex general y ex jefe de inteligencia de Campo de Mayo Fernando Verplaetsen (84) replicó al abogado querellante Pablo Llonto, que en ese momento se refería a aquél, y desde su lugar en el banquillo de los acusados exclamó en media voz: "¡Sí, estoy aquí! ¡Hijo de p..., la p... que te parió!".

Alertado por otros abogados querellantes de lo que acababa de suceder, el presidente del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín retó a Verplaetsen y le ordenó que se abstuviera de proferir insultos, pero el anciano se mostró dubitativo y contestó: "No sé a quién me tengo que dirigir" y "no oigo, no oigo".

Entonces el defensor oficial Carlos Palermo se puso de pie y acompañó hasta fuera de la sala de audiencias a su asistido Verplaetsen, que ya en la audiencia inaugural, el lunes, se había ausentado del juicio con el justificativo médico de que padecía diarrea.

No recuerda

Minutos antes del escándalo, el otro defensor oficial, Juan Tripaldi, había solicitado al TOF1 que ordene una nueva pericia médica para Verplaetsen porque, según la defensa, "no está en condiciones psíquicas de soportar un juicio ya que no recuerda nada de la época en que ocurrieron los hechos que se le imputan ni puede opinar sobre ello".

Además de haber estado en Campo de Mayo, Verplaetsen ocupó la jefatura de la Policía Bonaerense durante la gobernación de facto del general Ramón Camps, apodado "el carnicero de Buenos Aires" por jactarse de haber eliminado a 5.000 "subversivos". Ya en democracia, presidió la Asociación Unidad Argentina (Aunar), que en 1998 reivindicó la llamada "lucha contra la subversión" por "sana y patriota".

Negativa a declarar

Después de los insultos, el TOF1 dispuso un cuarto intermedio y a la tarde los acusados se negaron a declarar, tal como lo había adelantado el defensor oficial Juan Tripaldi.

El proceso se realiza en la sociedad de fomento José Hernández, de Florida, porque el TOF1 de San Martín no tenía un lugar de dimensiones suficientes y le pidió uno a la municipalidad de Vicente López, que le facilitó ese escenario de una entidad barrial. En el banquillo de los acusados están junto a Bignone (81) y Verplaetsen, los ex generales Santiago Omar Riveros (83), ex comandante de Institutos Militares; Eugenio Guañabens Perelló (83), ex director de la Escuela "General Lemos", Carlos Alberto Tepedino, jefe del batallón 601 de Inteligencia; Jorge Osvaldo García, ex director de la Escuela de Infantería; y Germán Montenegro (78), ex comisario de la localidad de Bella Vista. El octavo acusado era el ex general Eduardo Alfredo Espósito, ex director de la Escuela de Ingenieros, pero el TOF1 suspendió la causa contra él porque padece una enfermedad mental y "no está en condiciones de ser sometido a juicio".

Todos están acusados como supuestos "autores mediatos" y "autores inmediatos", según cada caso, de allanamientos ilegales, tormentos, y privaciones ilegales de la libertad en 26 casos de delitos de lesa humanidad contra 56 víctimas en los centros clandestinos de detención "La Casita" y "El Campito", que funcionaron en Campo de Mayo.

El juicio continuará el martes, cuando comiencen a declarar los 130 testigos que están previstos que lo hagan a lo largo del proceso que se estima se extenderá hasta marzo del próximo año.