La Justicia marplatense condenó ayer a prisión perpetua al ex policía bonaerense Oscar Buseta, al hallarlo culpable en forma unánime de los asesinatos de su ex esposa y del empresario Angel Salvia, que mantenía con ella una relación amorosa.

La sentencia fue dada a conocer este mediodía por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de esta ciudad, que halló a Buseta (42) culpable de los asesinatos de su ex esposa, Karina Pili (34), y del empresario marplatense Angel Salvia (64).

El empresario estuvo vinculado, en 2000, a una causa por presunto lavado de dinero procedente del narcotráfico del cartel de Juárez, que tramitó ante el juez federal porteño Rodolfo Canicoba Corral.

Los asesinatos de Pili y Salvia se registraron el 6 de mayo de 2007 en la localidad de Coronel Vidal, a 120 kilómetros de Mar del Plata y no tuvieron ninguna vinculación con aquella causa sino que se trató de un hecho pasional, según surge del proceso judicial.

Los jueces Adrián Angulo, Néstor Conti y Alexis Simaz, consideraron a Buseta culpable de "homicidio agravado por alevosía y por el vínculo" y lo condenaron a la pena máxima.

En su alegato, el fiscal Oscar Deniro había pedido la pena de prisión perpetua para el ex sargento de policía, al considerarlo culpable de los mismos delitos por los que fue condenado.

El defensor oficial Eduardo Carmona no desestimó la autoría de su defendido, pero consideró que se trató de homicidios simples y que la pena a imponerse no debía ser mayor a 16 años.

En la primera jornada de audiencias de este juicio oral el reo confesó el asesinato, asegurando que se "encegueció" cuando su ex mujer le anunció que se iba con Salvia, su amante.

También fue el propio Buseta quien en la noche del 6 de mayo de 2007, llamó a la comisaría de Coronel Vidal para anunciar que había matado a su ex mujer y a Salvia.

Al concurrir al lugar, calle Bernardino Parejas al 200, la policía halló al empresario muerto a balazos dentro de su auto, un Volkswagen Passat azul, mientras Karina Pili agonizaba dentro de una casa allí ubicada.

Karina Pili recibió tres disparos, mientras que Salvia tenía cuatro impactos, todos efectuados con el arma reglamentaria del policía.