Así lo solicitaron María de las Mercedes Gattino y Mario Tiscornia, con el patrocinio letrado del abogado Julio Razona.

Como se recordará, el beneficio fue resuelto tras una presentación que realizara el abogado de Caldera, el penalista Mariano Ayesa.

En su nota, los Tiscornia manifestaron "nuestra total y absoluta disconformidad con la medida resuelta por el Tribunal por considerarla injusta, excepcional e impropia para la memoria de nuestra hija".

Y añadieron que "Caldera no merece beneficio excepcional alguno, atento a haberse mantenido prófugo de la Justicia durante meses, luego de haber tratado de abortar la investigación, ocultando el cuerpo de nuestra hija moribunda, envolviéndolo en mantas y bolsas de residuos" y añaden que tal operación fue realizada "junto con su padre y abuelos, para luego trasladar el cuerpo sin vida en el baúl del rodado Mercedes Benz y lanzarlo a la zona costera del norte de la ciudad".

Recordaron que "este homicida, luego de presentarse ante la Justicia, al ser cercado por los investigadores (hecho que insólitamente ha sido considerado como indicativo de su buena conducta procesal) y de ser intensamente buscado por la Policía provincial, fue beneficiado con una internación en un establecimiento especializado para tratar adictos a los estupefacientes (?El Faro?), del que también huyó, para volver a ser detenido gracias a la colaboración de terceros, familiares que tenían conocimiento de la peligrosidad de este sujeto adicto al consumo de drogas de todo tipo".

"Beneficios que nos alarman"

"La Cámara de Apelaciones -acotan- ha revocado la resolución anterior de este Tribunal, ordenando que Caldera debe continuar cumpliendo prisión preventiva, pero domiciliaria, en una seguidilla de beneficios que nos alarman y que hieren nuestros sentimientos, al constatar que el régimen carcelario para los homicidas con determinadas condiciones (no precisamente éticas, morales, de buena conducta, de apego a las normas de procedimiento), no es igual que para el resto de los internos de las unidades carcelarias".

Además, repudian que "Caldera se alojará en el domicilio de su padre, imputado del abandono de persona seguido de muerte de nuestra hija, o bien de la participación criminal del homicidio de ella, ya que de ratificarse que Bárbara estaba viva cuando Jorge Caldera ingresó al departamento en el que fue baleada en el rostro por el condenado, la calificación de la conducta del médico podría tipificarse como de otro tipo penal. Jorge Caldera velará por el cumplimiento de las normas por parte de su hijo condenado por un hecho en el que él también participó y por el que está siendo juzgado".

Y puntualizan que "éste seguirá en contacto diario con sus abuelos, quienes 'limpiaron' puntillosamente el departamento para frustrar la investigación del hecho, que lavaron la sangre de nuestra hija esparcida por toda la habitación, que ocultaron el arma homicida, que modificaron la escena del crimen, que llevaron bolsas de residuos para ocultar el cuerpo moribundo de Bárbara, que colaboraron para que, en definitiva, Caldera no pague lo que debería estar pagando".