Trágica muerte de un menor al caer sobre su cabeza un postigo
Desde la ventana de un quinto piso -en pleno centro- se desprendió una de las hojas de madera y golpeó en la cabeza a un adolescente que transitaba por la vereda. El menor de 17 años murió poco después en el HIGA.
Ismael Fonseca (17) caminaba sin compañía por Corrientes en dirección a la avenida Luro. Seguramente tenía intenciones de llegar hasta la parada de colectivo y regresar a su casa del humilde barrio Las Heras. Pero la fatalidad quiso que su vida acabara en un instante y de una manera inverosímil: un postigo se desprendió de una ventana desde el quinto piso e impactó en su cabeza. Vanos fueron los esfuerzos de policías y transeúntes por auxiliarlo a la espera de una ambulancia que llegó con demora.
Anoche, personal de inspección municipal, peritos y arquitectos de la policía bonaerense, y fuerzas de seguridad habían prohibido la circulación por la vereda del edificio de Corrientes 1620 a la espera de evaluar el estado y los riesgos potenciales de las demás ventanas.
De acuerdo a datos que trascendieron a la investigación inicial, los propietarios del departamento del cual se desprendió una parte de la ventana son un hombre y su esposa oriundos de la localidad bonaerense de Pergamino. Al cierre de esta edición no se había dispuesto ningún tipo de medida sobre ambos, quienes habrían manifestado que el postigo se desprendió sin que ellos lo advirtieran y que tomaron conocimiento al asomarse por curiosidad tras escuchar un ruido.
Tras el fatal hecho se produjeron algunos incidentes entre personas que manifestaron su enojo con el servicios de emergencias médicas ante la injustificable demora en la llegada de la ambulancia. Quienes recibieron los insultos y reclamos fueron los policías, pese a que fueron éstos quienes más insistieron para acelerar el trámite.
"Esto es una cosa de locos. El pibe estuvo como 20 minutos perdiendo sangre y la ambulancia no venía. Después entró en shock o algo así. Espero que pueda recuperarse", dijo Rossana, una mujer oriunda de Temperley que aún desconocía las trágicas consecuencias.
Impacto mortal
Apenas habían pasado unos minutos de las 20 y Fonseca, que vestía un pantalón corto y una camiseta de River Plate, caminaba por la cuadra de la calle Corrientes entre San Martín y Luro.
El adolescente no iba acompañado y cuando estaba atravesando el frente de una despensa fue impactado por una de las hojas de madera de una ventana. Debido a que el objeto cayó desde un quinto piso, y a raíz también del peso, el golpe le ocasionó una gravísima herida en el cráneo.
Varias personas transitaban a pocos metros de distancia del infortunado menor y se vieron conmocionadas por el estruendo.
Gritos reclamando ayuda, insultos, desesperación. Los primeros segundos nadie podía aceptar la inverosimilitud de lo que estaba ocurriendo. Algunos policías apostados en la peatonal San Martín llegaron presurosos para comprobar que el menor tenía una gravísima lesión en la cabeza, de la cual manaba abundante sangre.
De inmediato los policías se comunicaron vía radio con la base de emergencias y solicitaron la ambulancia, mientras trataban de asistir al joven que había perdido el conocimiento.
Durante más de 20 minutos la gente se fue agolpando y comenzó a ganar protagonismo el malestar, exteriorizado en insultos y reclamos a los policías que debieron solicitar apoyo para evitar ser blanco de agresiones.
En medio de la espera de la ambulancia bajaron desde el quinto piso del edificio de Corrientes 1620 los ocupantes del departamento del cual se desprendió el postigo. El hombre, de 60 años, sufrió una crisis nerviosa al observar la fatídica consecuencia del desprendimiento de su ventana.
Pasados 25 minutos arribó una ambulancia, pero la descompensación por la hemorragia que había sufrido Fonseca agravó su caso y causó un cuadro de convulsiones.
De acuerdo a los informantes consultados por LA CAPITAL, el joven falleció mientras era ingresado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Había sufrido fractura de cráneo y lesiones neurológicas irreversibles.
Investigación
El comisario inspector Gustavo Salvá, titular de la Jefatura Distrital Centro, se hizo presente poco después del traslado del menor para encabezar personalmente las primeras averiguaciones.
El matrimonio propietario del departamento del cual cayó el postigo fue entrevistado por la policía y también se le dio aviso a representantes del consorcio de administración del edificio.
La Fiscalía de Delitos Culposos inició actuaciones, cuyos detalles no trascendieron, pero pudo saberse que fueron convocados especialistas de la Municipalidad y peritos de la Policía Científica para evaluar el estado de las ventanas del edificio.
A primera vista se observó que todos los postigos estaban en condiciones y bien sujetos. Esa inspección visual podía quedar desacreditada cuando en las próximas horas se evalúe con más meticulosidad cada una de las ventanas.
A propósito de ello y por cuestiones de seguridad, fue cerrado el paso de transeúntes por ese tramo de la vereda hasta tanto no se certifique que todas las ventanas del cuerpo central del edificio estén en perfecto estado.
