"Mar del Plata es ciudad de paso de las drogas, principalmente las sintéticas, porque el negocio no está en el consumo local o regional, sino en la venta a los países centrales, cuya población cuenta con mayor nivel de ingresos económicos".

De esta forma, lo puso de relieve el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, Alejandro Tazza, al adelantar aspectos de la conferencia que dará sobre "Comercio de estupefacientes", en el marco de la segunda edición del curso intensivo de postgrado sobre "Temas actuales de Derecho Penal", que se dictará entre el lunes 31 de mayo y el viernes 4 de junio en la Facultad de Derecho local.

El evento cuenta con la organización, en función de un convenio bilateral, entre las universidades de Mar del Plata y de Guayaquil (Ecuador). La dirección del curso será desempeñada por los camaristas provinciales locales Ricardo Favarotto y Marcelo Rickert, mientras que la coordinación general será desempeñada por el juez Gabriel Bombini.

Además de los nombrados, serán disertantes el profesor de la Universidad de Castilla La Mancha, Nicolás García Rivas y los tratadistas argentinos José Sáez Capel, Alejandro Slokar, Gustavo Herbel y Julio Maier, junto con el fiscal general de Cámara local, Daniel Adler. este último abordará el tema "Los delitos de trata de personas y explotación sexual".

"El narcotráfico como

actividad trasnacional"

Al continuar con el tema que expondrá en su conferencia, Tazza sostuvo que "la globalización, el desarrollo de las comunicaciones y las nuevas tecnologías han hecho de que el narcotráfico sea una actividad trasnacional".

Y añadió que "además, es un tema económico, ya que la cotización que tienen los estupefacientes en Europa y los Estados Unidos es muy superior a la que se pueda obtener en el mercado local. De allí, la rápida difusión del "paco", que proviene de los desechos que quedan de la elaboración del clorhidrato de cocaína".

En cuanto a las "sintéticas" (entre otras, MDMA, ácido lisérgico y polvo del ángel), sostuvo que "no sólo aseguran un mayor precio, sino que no necesitan de dispositivos accesorios como las plantaciones para los casos de la cocaína y la marihuana. Alcanza con pequeños y precarios laboratorios, que se los denomina en la jerga 'cocinas', de las que algunas hemos detectado en la zona circundante a la ciudad".

Sobre si somos ciudad de paso de los estupefacientes, Tazza también precisó que "hay que hacer una distinción: existe una parte de la droga que se destina al consumo local. Pero la mayor parte sigue su ruta hacia mercados exteriores".