La Sala 1 de la Cámara Penal, al confirmar la sentencia de primera instancia, condenó a 5 años de prisión y 8 años de inhabilitación para ejercer el comercio a quien fuera presidente de la fallida concesionaria de automóviles "Latic", Ariel Schneir, quien en el momento en que comenzó la investigación del caso se hallaba detenido por un delito tributario en los Estados Unidos.

También, el Tribunal penó al administrador de la firma, Guillermo Kalle, a 3 años de prisión en suspenso y 4 de la misma inhabilitación.

Tras un profundo análisis del complejo caso que se ha convertido en uno de los más emblemáticos de los últimos años de los anales tribunalicios, los jueces Ricardo Favarotto, Walter Dominella y Marcelo Augusto Madina estuvieron de acuerdo con el fallo emitido en 2008 por el entonces juez de Transición, Jorge Peralta (actual integrante de un tribunal oral en lo criminal).

A Schneir se le imputan los delitos de "quiebra fraudulenta y cooperación en la quiebra fraudulenta de una sociedad comercial o persona jurídica que ejerza el comercio" con "defraudación por administración fraudulenta, estafa, defraudación por desbaratamiento de derechos acordados y falsificación de instrumento público", mientras que a Kalle le endilgan el carácter de "partícipe primario en el delito de cooperación en la quiebra fraudulenta de una sociedad comercial o persona jurídica que ejerza el comercio".

Sobre la conducta de Schneir, en una parte del fallo se señala que "cooperó en el quebranto fraudulento de las sociedades mercantiles que lo integraban, por él regenteadas a voluntad, tal como consta en las conclusiones del informe general de la sindicatura". en cuanto a Kalle "no sólo actuó como administrador de hecho de la sociedad comercial, coadyuvando a su quiebra fraudulenta, sino también como partícipe necesario en el accionar delictivo del presidente del grupo económico "Latic".

El denominado caso "Latic" lleva el nombre de la fallida concesionaria de automóviles, y desde un comienzo tuvo como principales responsables de los hechos delictivos a quienes habían sido sus directivos.

En 1998, Schneir -detenido en los Estados Unidos tras cumplir una condena de 33 meses- y un importante grupo de personas, que fue variando con los años a medida que las investigaciones avanzaban, habrían obtenido "de manera fraudulenta" de una serie de entidades financieras, entre las que está el "HSBC Banco" la entrega de automotores de las marcas Volkswagen, Mitsubishi y Audi.

Según lo expuso el juez Peralta los responsables de estas maniobras, lograron medios de financiación para la adquisición "disponiendo de ellos no como concesionarios, sino como propietarios, burlando así las seguridades instituidas contractualmente con las mencionadas empresas para su disposición, vendiéndolos a terceros sin advertencia que carecía de las posibilidades de cumplir con la entrega de la documentación pertinente o disponiendo de ellos a través de operaciones de compraventa irreales o simuladas".