Confirmaron condena por el caso del vino Soy Cuyano
Había sido adulterado con alcohol de quemar en 1993 y provocó la muerte de un consumidor.
BUENOS AIRES - La Cámara Federal de La Plata ratificó una condena civil contra una bodega y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) por la muerte de un consumidor del vino "Soy Cuyano" adulterado con alcohol de quemar en 1993.
La Sala Segunda de la Cámara ratificó una condena del orden de los 200 mil pesos, más intereses de 17 años, a favor de los herederos de Atilio Bengolea, una de las nueve víctimas mortales por aquellos resonantes episodios.
La Cámara, con las firmas de los jueces Gregorio Fleicher, Leopoldo Schiffrin y Carlos Comapired, dio por acreditado -sobre la base de los juicios penales oportunamente realizados- la responsabilidad de la bodega "Nietos de Gonzalo Torraga S.A." y del INV.
En cuanto al Instituto, el fallo sostiene que "la sola circunstancia de que se habilite la circulación del vino a través del sistema de declaraciones juradas no implica eximir la función de control y fiscalización que compete al INV".
"Esa tarea está impuesta por la ley para asegurar la correspondencia con el análisis de origen 'en todo momento', para lo cual cuenta con amplias atribuciones de contralor, como ser la de requerir información y extraer muestras de los productos vitivinícolas en los lugares de producción en tránsito o en el comercio", subraya el fallo.
"Resulta probado que el INV no adoptó las medidas de atención, vigilancia y prevención que la naturaleza de sus funciones le exigen", añadieron los jueces.
La víctima mortal tenía 57 años al momento del episodio, trabajaba como tractorista, estaba casado con Delfina Guemil -quien murió mientras se sustanciaba el juicio civil- y era padre de una familia numerosa de todos menores de 21 años en ese momento.
En 2006, el bodeguero Arnoldo Mario Torraga confesó haber adulterado los vinos "Mansero" y "Soy Cuyano", que causaron la muerte o lesiones gravísimas a quienes los consumieron.
