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20-01-2011

Buscan a un solo sospechoso por el asesinato de tres hermanos

Tres hermanos mayores de 50 años fueron asesinados a puñaladas en una casa del barrio Punta Mogotes. Dos de las víctimas, que sufrían retraso mental, estaban dormidas cuando fueron atacadas. La restante logró salir a la calle tras ser herido y cuando llegó la policía alcanzó a pronunciar el nombre del presunto asesino. Horas después murió en el HIGA.

Para los investigadores, los hermanos Rosalino (54), Agustín (55) y Angel Servián (56) pagaron demasiado caro que uno de ellos se anduviera metiendo en ambientes delictivos. A los tres les costó nada menos que la vida. Bastó que Angel se equivocara con la gente que no tenía que equivocarse para que la venganza recayera no sólo sobre él, sino sobre sus dos hermanos.

La casa de Carriego 645, enclavada en el barrio de Punta Mogotes, se bañó de sangre a las 2 de ayer, cuando el mayor de los Servián recibió a un hombre que ahora la policía busca intensamente. Servián tenía antecedentes por robos y tenencia de drogas, y estaba encargado de mantener a sus hermanos, que sufrían retraso mental. Y según la policía, la visita llegó con el único propósito de ajustar cuentas: desenvainó un cuchillo y atacó a Rosalino y a Agustín mientras dormían y en el comedor a Angel, quien logró sobrevivir lo suficiente para pedir ayuda y decirle a la policía la identidad del asesino.

Ayer la operación de autopsia confirmó que los tres hermanos recibieron múltiples heridas de arma blanca en la espalda, el abdomen, los glúteos y las piernas. Pese a la violencia y a la casi simultaneidad de los asesinatos, tanto la policía como la fiscal Andrea Gómez han priorizado la hipótesis del agresor único. A tal punto estaría avanzada la investigación que algunas versiones indican que el caso estaría esclarecido y sólo resta localizar al homicida.

"Los datos aportados por la víctima, aunque no fueron muchos, permitieron que se enfocaran las tareas hacia un objetivo. Eso, y lo visto en la escena del crimen, en donde no había faltantes ni roturas, limitan el caso a una cuestión de índole privada, entre personas que se conocían", explicó ayer el comisario inspector Eduardo Perique, titular de la Jefatura Distrital Sur.

Cerca de la 2 de la madrugada de ayer no había demasiado movimiento en la calle Carriego al 600. Sólo se escuchaban pasar a algunos vehículos por la avenida Mario Bravo, ubicada a una cuadra. La mayoría de las casas cercanas a la de los Servián estaban ocupadas por turistas que ya descansaban o todavía no habían regresado, como el matrimonio que desde el martes ocupaba la "piecita" del fondo de la vivienda en donde estaba a punto de desencadenarse una tragedia.

De acuerdo a la reconstrucción que la policía pudo realizar, los hermanos Servián estaban acostados y presumiblemente dormían. Pero Angel escuchó el llamado de la puerta. Las circunstancias en las que el visitante entró se desconocen, aunque lo hizo sin violencia, ya sea porque Servián lo permitió, porque se vio obligado o porque el hombre contaba con alguna llave. Lo más probable es que Angel Servián se haya levantado y abierto la puerta.

El ataque no tardó en llegar. Los dos hermanos con problemas mentales fueron atacados en la cama. Rosalino cayó sin vida a un costado, mientras que Agustín pudo salir por la puerta que da al patio trasero, pero allí cayó víctima de las puñaladas. Ambos presentaban no menos de 5 heridas cada uno.

Con Angel la situación fue diferente, ya que por su mejor condición física y mental se habría defendido. Pese a la gran cantidad de lesiones que sufrió durante el ataque, sobrevivió y al tiempo que el agresor escapaba él logró llegar a la calle. Gravemente herido, en particular en la zona abdominal, Servián cruzó la calle y pidió ayuda en dos casas. Las huellas de sangre que dejaron sus pisadas permanecían ayer sobre el asfalto.

Ningún vecino se atrevió a salir pero sí se comunicaron con el 911 y a los pocos minutos llegó un móvil de la comisaría

Jardineros y con problemas con la ley

Los hermanos Servián sobrevivían con dineros ganados por medio de "changas", aunque anteriormente habían estado involucrados en hechos delictivos.

En el año 2001 fueron acusados de cometer robos en la zona de Faro Norte y Barrio Alfar, y con la intervención del entonces fiscal Sergio Sosa Ortega se les abrió una causa por robo de electrodomésticos y también por hurto de automotor. Se los conoció entonces como los "Jardineros", por la labor que realizaban en simultáneo con sus otras actividades.

Uno de los hermanos protagonizó tiempo después un hecho singular también en jurisdicción de la comisaría quinta, cuando el titular era el actual jefe de la Jefatura Distrital Norte, el comisario inspector Carlos Cernadas. En aquella ocasión Cernadas transitaba por la calle a bordo de un patrullero cuando vio que dos individuos corrían con electrodomésticos en sus brazos. Al resultarle sospechosa la conducta de ambos, Cernadas los quiso detener y entonces se produjo una persecución que culminó con uno de los Servián dentro del mar. El comisario Cernadas y otros policías debieron esperar por más de 45 minutos que desistiera de su actitud y saliera a la arena, donde finalmente fue atrapado.

Finalmente, el 25 de febrero de 2010 la comisaría quinta allanó el domicilio de la calle Carriego por un hecho de robo contra una vivienda. En el procedimiento fue detenido Angel Servián y en la casa, según informaron fuentes extraoficiales, se secuestraron elementos importantes para la causa y una escasa cantidad de estupefacientes.

En el barrio el concepto que de los Servián tenían los vecinos no era el mejor y en los últimos tiempos se habían producido varios problemas de convivencia.