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23-02-2011

Falleció el hombre que había sido baleado por la policía

Luego de cuatro días de internación, dejó de existir ayer el individuo de 30 años que fue baleado por la policía en un hecho que investiga la Justicia local.

Damián Farías (30), el hombre que resultó baleado por la policía el último sábado, falleció ayer por la tarde al no poder recuperarse de las serias lesiones sufridas por el disparo.

El deceso se produjo pasadas las 17 en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde Farías estaba internado por una herida de bala en el cuello.

Con su fallecimiento, se extingue la causa por robo calificado y tentativa de extorsión que se le seguía, aunque la fiscal María Isabel Sánchez deberá resolver esa cuestión para establecer el estado procesal del policía involucrado.

A propósito, anoche, al conocerse la muerte de Farías, Asuntos Internos de la Policía Bonearense dispuso la separación provisoria del policía.

El sábado último Farías recibió un disparo de un efectivo de la comisaría decimosexta durante un procedimiento en el que se buscaba al autor de un robo y extorsión. Junto al cuerpo herido de Farías el personal policial encontró un teléfono celular que poco antes había sido sustraído a una mujer y por el cual el delincuente se comunicaba con la víctima para exigirle un "rescate".

De acuerdo al informe policial, allegados de Farías no permitieron que se desarrollaran los peritajes correspondientes en el lugar del hecho y provocaron graves incidentes. En tanto los familiares aseguraron que "se confundieron y le pegaron un tiro a un inocente; después quisieron plantar pruebas".

El episodio que está siendo investigado por la Justicia local comenzó en la tarde del sábado, en el barrio Pinos de Anchorena. Allí una empleada doméstica que se dirigía a su trabajo fue sorprendida por un motociclista. Este individuo la asaltó y la despojó, entre otras cosas, de un teléfono celular antes de darse a la fuga.

La mujer pudo correr luego hasta la casa de sus patrones y desde allí hicieron dos llamadas: la primera al celular robado y la otra al 911. En el teléfono fueron atendidos por el delincuente que les pidió 50 pesos para devolverles el aparato. Las víctimas le avisaron a la policía y acordaron hacer la "transacción" en Reforma Universitaria y Juan B. Justo.

La policía llegó, disimuladamente, hasta ese lugar, al mismo tiempo que en un automóvil lo hacía la mujer y su patrón. Sin embargo, el delincuente volvió a llamar y los citó en otro lugar, a algunas cuadras de allí. El nuevo punto de encuentro pasó a ser Lobería y 12 de octubre. Entonces, un policía de la comisaría decimosexta subió al auto de las víctimas.

Al llegar al nuevo sitio acordado fue cuando apareció Farías en la escena. De inmediato fue reconocido por la mujer víctima del robo y el policía bajó del automóvil y le dio la voz de alto. Farías no se detuvo y el efectivo policial le disparó.

Tanto la fiscalía como la policía confirmaron a LA CAPITAL que si bien no se halló arma alguna junto a Farías, sí fue encontrado el teléfono celular robado. Esto probaría la comisión del delito, ya que no existe posibilidad de que ese teléfono fuera "plantado" porque no estaba en poder de la policía sino del delincuente.

Lo que ahora resta establecer es si al efectivo policial que disparó le cabe alguna responsabilidad y para ello la fiscal Sánchez aguardaba anoche los resultados de la autopsia.

Por lo pronto, el policía no se encuentra detenido pero sí imputado de "homicidio".