Problemas con las medidas mínimas de seguridad fueron suficientes para que la municipalidad y la policía local clausuraran la mítica Galería 2001.

Los controles se realizaron en el marco de la política de la secretaría de Gobierno cuyo objetivo es que todas las actividades comerciales respeten las normas que las rigen y verificar la procedencia de los productos que se venden para evitar que mercadería irregular ingrese al mercado convencional.

Dicho espacio comercial tiene una célebre tradición en la compra y venta de objetos, habida cuenta de su cercanía con el Casino Central. Pero con el correr de los años recibió valores de cualquier persona, no solo de jugadores desesperados.

Así fue como se generó un comercio que debió ser controlado y ayer, por ejemplo, además de las irregularidades halladas por Inspección General, la policía secuestró elementos electrónicos con la numeración borrada o adulterada y equipos de telefonía celular con alteración del número de serie.

Del operativo también participó la secretaría de Obras Privadas, efectivos de la comisaría 1ª y bomberos.

En este marco, el subsecretario de Control, Adrián Alveolite, manifestó que ?estamos trabajando muy fuerte para cuidar todos los aspectos que hacen a la seguridad pública?.

?No es la primera vez que verificamos el funcionamiento de diferentes normas que hacen no sólo a la habilitación y a la seguridad que tiene que tener estos locales sino también a la procedencia de la mercadería?, dijo.

?En esta oportunidad con un dispositivo especial de la jefatura departamental de policía verificando cada uno de estos establecimientos, y el origen y la procedencia de estos elementos para que en caso de que no esté clara su procedencia no permitir que ingresen al mercado?, señaló.

Como saldo, los inspectores municipales procedieron a la clausura de la galería dado que no contaba con las medidas de seguridad exigidas. No tenía carteles indicadores de salida, luces de emergencia, carecía de mata fuegos y el cableado estaba a la vista.

A su vez, clausuraron tres comercios por falta de habilitación y la policía hizo lo propio con locales que no tenían registro de la procedencia de los productos que vendían.