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25-10-2011

Un menor hijo de un policía involucrado en grave hecho

Efectivos policiales de la comisaría cuarta detuvieron a cuatro jóvenes, entre ellos un menor de edad, que asaltaron a un transeúnte. Las detenciones se produjeron tras una persecución. La trama increíble detrás de la historia.

Un adolescente de 15 años que manejaba el automóvil de su padre policía protagonizó en la madrugada de ayer junto a otros tres jóvenes de 18 años un hecho delictivo que concluyó con una persecución y con el vehículo estrellado contra una vivienda de la avenida Jara.

Una vez que el personal de la comisaría cuarta logró aprehender a todos los ocupantes del rodado, se estableció que minutos antes habían asaltado a un transeúnte.

De acuerdo a la información recabada por LA CAPITAL, este mismo menor, que por su edad es inimputable, había sustraído a su padre el arma reglamentaria hace casi dos meses y la semana pasada el chaleco antibalas. Recién cuando desapareció la prenda protectora su padre advirtió el faltante y realizó la denuncia ante la justicia.

Vale aclarar que el padre del menor se encuentra de licencia médica desde hace varios meses debido a que sufrió un accidente en el cual se fracturó sus piernas.

En el caso tomó intervención el fiscal Marcelo Yanez Urrutia, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, que imputó al menor de resistencia a la autoridad y robo calificado por el uso de armas, aunque esa acusación devino abstracta dada la edad del adolescente. En tanto, a los tres jóvenes de 18 años el mismo fiscal los imputó de robo calificado por el uso de arma.

Enemigo íntimo

La historia de este hecho se remonta a 45 días atrás, aproximadamente, cuando un efectivo policial del Cuerpo de Infantería se encontraba realizándose unos estudios por su convalecencia. Al regresar a su domicilio ubicado en cercanías del barrio Centenario notó que le faltaba su arma reglamentaria.

Después de revisar toda la casa y no hallarla se tomó unos días para tratar de establecer qué había pasado. Finalmente denunció lo que había ocurrido ante sus superiores.

Sin embargo, semanas más tarde notó que también faltaba en su casa el chaleco antibalas con que lo provee la fuerza policial y entonces, junto a su esposa, sospecharon de su hijo de 15 años. Tras una larga charla, el adolescente admitió que se los había quitado y entregado a otros jóvenes que no sabía quiénes eran.

El padre denunció el hecho ante la justicia y el menor fue en un primer momento demorado, pero por la ley de minoridad fue dejado nuevamente en libertad.

Ayer a las 3.30 de la madrugada, aproximadamente, personal de la comisaría cuarta tomó conocimiento por la radio de la policía de que un transeúnte había sido asaltado en 9 de Julio y Teodoro Bronzini, y que los delincuentes habían escapado en un Peugeot 207.

Tras algunos minutos de búsqueda el vehículo fue localizado en Colón y Tierra del Fuego, y en ese lugar comenzó una larga persecución que fue por la avenida hasta Jara y de allí hasta Laprida. En esa esquina, perseguido ya por varios patrulleros, el Peugeot 207 se estrelló contra el portón de una vivienda.

Cuando los efectivos policiales obligaron a salir a todos los ocupantes, notaron con sorpresa que el conductor tenía 15 años y que los demás eran de sólo 18.

Dentro del automóvil la policía encontró un arma blanca, los objetos robados al transeúnte y también una vara de madera que utilizan los efectivos a caballo.