Detuvieron al acusado de matar a su amigo y descuartizarlo
El comerciante de 28 años fue atrapado cuando iba a encontrarse con su madre en el club Kimberley. Para la policía y el fiscal el caso del hombre asesinado y descuartizado está esclarecido.
Juan Ignacio Novoa (28), el comerciante acusado de matar, descuartizar y arrojar a la vera de un arroyo a su amigo Walter Farías (27) fue detenido ayer al mediodía cuando se dirigía al encuentro con su madre a pocas cuadras del lugar donde supuestamente se produjo el aberrante crimen.
La detención fue realizada de una manera casual, ya que los policías que estaban en un patrullero en la zona de Alvarado y La Rioja lo reconocieron.
Ayer Novoa fue examinado por los médicos de policía y luego conducido al calabozo de una dependencia sobre la cual no se dieron precisiones, luego de que ayer por la tarde se produjeran algunos incidentes en la comisaría segunda. Estos hechos violentos fueron causados por familiares de Farías que se acercaron hasta dicha comisaría tras conocer la noticia de la detención.
El fiscal Juan Pablo Lódola recibirá recién hoy por la mañana la declaración indagatoria de Novoa, quien quedó acusado del delito de homicidio, aunque con el correr de la causa podría modificarse la carátula a homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Es que según informaron algunas fuentes cercanas a la investigación, los médicos forenses habrían hallado tres municiones en la cabeza de Farías.
Tal como fuera informado de forma exclusiva por LA CAPITAL en su edición de ayer, el cuerpo mutilado de Farías fue descubierto por un "chatarrero" en un sector del Bosque Peralta Ramos. La cabeza y el tronco estaban carbonizados, ya que un vecino encendió una fogata creyendo que se trataba de un perro muerto. Los restos estaban en una bolsa y eso generó la confusión. Otras partes estaban en una lata de pintura y eso evitó que se carbonizara. Precisamente, el buen estado en que se conservó una mano cercenada por el asesino permitió tomar una huella digital que terminó identificando a Farías.
Para el fiscal Lódola y los investigadores de la DDI local el caso estaría esclarecido y sólo restan algunos detalles para afirmar la prueba contra Novoa.
Detención
Ayer a las 12.45 aproximadamente dos policías que estaban a bordo de un patrullero en Alvarado y La Rioja avistaron a un hombre y creyeron que era Novoa. Los dos efectivos policiales hace varios años que trabajan en la misma cuadrícula y conocen a la mayoría de los comerciantes de la zona. Al ver a Novoa, titular de una casa de alfombras y diseño interior de Alvarado entre Córdoba y Santiago del Estero, lo identificaron rápidamente y no perdieron el tiempo: lo detuvieron.
"Sí, soy Juan", fueron las únicas palabras del prófugo que segundos antes, al ver el patrullero, había intentado ocultarse de los policías cubriéndose la cabeza con una capucha.
Averiguaciones posteriores confirmaron que Novoa se había comunicado telefónicamente con su madre y ambos habían acordado encontrarse en el bufet del club Kimberley, ubicado en Independencia y Alvarado. Pero en momentos en que se estaba dirigiendo para allí, Novoa fue apresado por la policía.
Según pudo saber LA CAPITAL uno de los detalles que llamó la atención de los policías ayer al mediodía fue la pintura que parecía permanecer aún en algunos dedos de Novoa. Restos negros en las cutículas hicieron recordar a los efectivos policiales que durante el allanamiento al comercio de Alvarado y Córdoba, los investigadores descubrieron que en uno de los cuartos alguien había pintado recientemente. Y con pintura o laca negra.
Ayer también se conoció que el mismo Novoa había atendido el local hasta el martes último, tal lo declarado por un cliente al que le llamó la atención el olor a solvente que había en el lugar.
Según las estimaciones forenses, Farías fue asesinado en el local el viernes 13 a la madrugada. Horas después, con el uso de una motosierra comprada ese mismo día, el cuerpo fue seccionado y el domingo por la noche arrojado a la vera de un arroyo del Bosque Peralta Ramos.
El caso parece estar esclarecido. Hoy Novoa tendrá la ocasión de declarar ante el fiscal Lódola y agregar más claridad a la investigación. Lo único que faltaría resolver es el móvil del crimen, aunque la policía cree que lo que desencadenó el terrible hecho fue el consumo de estupefacientes, vicio que ambos hombres tenían desde hacía años.
