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10-05-2012

Un portero salvó a dos chicos que jugaban con una granada

Los nenes tienen 10 y 12 años y juntan cartones en la calle.

l martes a la noche revisaban bolsas de residuos cuando en una caja encontraron el explosivo. El hombre los vio en el momento que estaban por quitar el espolón que hubiera desatado una tragedia. La granada era de Fabricaciones Militares.

Dos niños "cartoneros" hallaron una granada entre las bolsas de consorcio que revisaban y cuando se aprestaban a quitarle el espolón fueron salvados por el encargado de un edificio que se las arrebató. La Justicia trata de establecer quién es el responsable y la investigación apunta a hacia algún integrante de las fuerzas armadas ya que el explosivo era de marca "Fabricaciones Militares".

Luis Alberto Virgillo es encargado de un edificio ubicado en San Martín y Chaco, pero su trascendencia se dio a partir de haber salvado heroicamente a dos niños cartoneros de morir carbonizados por la explosión de una granada de mano con sistema de ignición.

El singular episodio se registró el último martes pasadas las 21, cuando Virgillo después de cumplir con la rutinaria tarea de depositar las bolsas de consorcio en la vereda, volvió a salir para pasear a su perro. Fue cuando vio que dos niños, de 10 y 12 años respectivamente, manipulaban el citado artefacto explosivo. Enseguida y cuando uno de los menores intentaba retirar el espolón de la granada, logró prestamente arrebatársela, impidiendo así que los tres sufrieran los efectos de lo que hubiera sido una intensa explosión seguida de un incendio.

Virgillo, en referencia al tema refirió que "la caja fue depositada sobre las bolsas de consorcio después de que las llevé a la vereda a la espera del camión recolector. Es decir que el responsable ha sido alguien del edificio o de otro lugar que quiso con esa actitud desaprensiva deshacerse de un elemento tan peligroso".

Estaba en una caja

"Observé cómo los chicos abrieron la caja y extrajeron distintos artículos como revistas de sexo y una rasuradora y después la granada a la que, como juego, intentaban retirarle el espolón. Lo más rápido que pude me aproximé a ellos y se la quité. Ellos me miraron asustados y sólo atinaron a decir: 'no robamos nada' y no pusieron resistencia", continuó con su relato. Y posteriormente sostuvo: "con la granada en la mano, creo que no pensé para nada si podía explotar, me fui a mi departamento, aseguré el espolón con un hilo para evitar que se saliera. Mi objetivo era que si llegara a explotar, no afectara a nadie. Por eso, se me ocurrió depositar el artefacto explosivo en un lugar lo más alejado. Así la dejé en el techo de la sala de máquinas en la azotea".

"Después bajé -prosiguió- y llamé a los Bomberos, los que a su vez se comunicaron con la Brigada de Explosivos, la que llegó rapidísimo. Es para destacarlo-acotó-. También, vinieron policías de la Comisaría Cuarta, que labraron un acta sobre el hallazgo y el caso seguramente es investigado ahora por la Justicia, para esclarecerlo y determinar quien fue tan irresponsable como para dejar una granada en la vía pública".

Es de destacar que se trataba de una granada no muy común y menos entre la población civil, ya que suma a su sistema de explosión, otro de incendio de la zona donde es accionada. Además, se podía observar la marca de Fabricaciones Militares. Esto puede significar que quien la descartó es personal activo de las fuerzas armadas o de seguridad o se encuentre retirado, por lo que el primer círculo de sospechosos se reduce a personas con esta característica funcional.