Afirman haber secuestrado en Obras pirotecnia a Callejeros
El titular de la empresa Control Star Service recordó haber mantenido discusiones con integrantes de la banda por el uso de la pirotecnia en sus shows.
BUENOS AIRES.- El dueño de una empresa de seguridad en espectáculos que trabajó en los recitales de Rolling Stone en Argentina, dijo ante el tribunal oral que investiga la tragedia de Cromañón que secuestró pirotecnia en las cajas de instrumentos de Callejeros en los recitales que ofreció en el estadio de Obras Sanitarias.
Juan Carlos Blander, ex gerenciador del boliche Hangar y titular de la empresa Control Star Service, que trabajó en la seguridad de los recitales de Callejeros en Obras los días 30 y 31 de julio de 2004, recordó también haber mantenido discusiones con integrantes de la banda por el uso de la pirotecnia en sus shows.
"En Obras les sacamos bengalas de las cajas de los instrumentos, no era gran cantidad, habría diez", resumió Blander.
Cuando una de las querellas le pidió precisiones sobre si se había hallado pirotecnia en los dos recitales, respondió afirmativamente, aunque explicó que en la segunda fecha la cantidad fue menor: "En un recital fueron diez y en el otro cuatro".
El testigo también recordó que "un día antes" del recital de Callejeros en Hangar le advirtió al líder de la banda, Patricio Santos Fontanet, y "a otro muchacho, el manager, uno de barbita", supuestamente Diego Argañaraz, también imputado en el juicio, que "no iba a permitir pirotecnia".
Discusión
"Les dije que a la primera pirotecnia la sacaba yo personalmente. Si no estaban de acuerdo, devolvíamos todas las entradas, ya se habían vendido 1.000 ó 1.500", evocó lo que definió como "una pequeña discusión", que tuvo en lo referido a los fuegos artificiales "la parte más dura".
"Me dijeron que para ellos era común, que era parte del folklore, que la gente se identificaba con eso. Yo les dije que se hacía como yo decía o devolvíamos las entradas", insistió sobre aquella noche en Hangar.
Blander trabajó con Callejeros sólo en los recitales de Hangar y Obras, en los que "se cacheó a todo el mundo, uno por uno, incluso a los familiares e invitados especiales".
Su empresa no llegó a trabajar en Cromañón, aunque reconoció que Omar Chabán lo había llamado telefónicamente un mes antes de la tragedia para pedirle "una persona para seguridad".
En tanto, un ex empleado de la gerenciadora del Estadio de Obras, Ariel Barroso, aseguró que inspectores del gobierno porteño llegaban al lugar dos horas antes y se retiraban después de finalizado el concierto.
La explicación introdujo, tácitamente, un paralelismo con lo ocurrido en Cromañón el 30 de diciembre de 2004, cuando se produjo el incendio que causó 194 muertos.
Si en Obras Sanitarias el 30 y 31 de julio de 2004, en sendos recitales de Callejeros, hubo inspectores todo el tiempo, acaso pudo haber ocurrido lo mismo en Cromañón, un escenario de características similares, cinco meses después.
