Una fuga de gas hizo que el departamento C del octavo piso de Colón 2769 se convirtiera en una bomba de tiempo. Y Leonardo Beatrice (30), su único ocupante, no tuvo posibilidades de advertirlo. Una explosión de magnitud insospechada se produjo cuando regresaba a su casa, en horas de la madrugada, y acabó en un segundo con su vida. El cuerpo de Beatrice salió despedido por una ventana y cayó sobre una saliente del primer piso, junto a los fondos de la Clínica del Niño.

Tan grande fue la explosión que la mayoría de los departamentos ubicados entre el cuarto piso y el décimo sufrieron la voladura de sus puertas, la rotura de todos los vidrios e incluso el derrumbe de algunas paredes divisorias.

"Fue uno de los siniestros más grandes de este tipo que se registraron en los últimos tiempos y lamentablemente la víctima no pudo sobrevivir ni a la explosión, ni mucho menos a la caída", explicó ayer a la tarde el subcomisario Jesús Herrera, jefe del Cuartel Central de Bomberos.

Beatrice era un hombre joven muy querido en la agencia de automóviles donde trabajaba (Burwagen) y también en la parrilla Un gato al límite, donde también desempeñaba ocasionalmente algunas tareas. De acuerdo a las primeras averiguaciones y a la espera de las conclusiones de los peritos, la detonación se produjo por la acumulación de gas dentro del departamento, circunstancia aparentemente originada en algún desperfecto de uno de los artefactos de la cocina.

Poco después de las 7.15 de ayer, la cuadra de la avenida Colón ubicada entre San Luis y Mitre se conmovió por la explosión. Decenas de personas descansaban en el edificio y despertaron abruptamente por la potencia de la detonación, del mismo modo que los médicos que estaban de guardia en la Clínica del Niño y la Familia, lindante al edificio.

Si bien no se pudo precisar qué fue lo que sucedió para que el gas acumulado en el departamento de Beatrice entrara en combustión, los expertos sostienen que pudo haber sido cualquiera el iniciador. Desde el arranque automático del motor de la heladera hasta el encendido de una luz, o la llama piloto de un calefón, termotanque o calefactor. Lo cierto es que al desencadenarse la explosión, el cuerpo de Beatrice salió despedido por la ventana del comedor. Esa ventana da a un patio interno que posee una saliente en el primer piso, lugar donde finalmente quedó el cadáver de Beatrice.

Un médico de la Clínica del Niño llegó a los pocos minutos, al igual que la primera dotación del Departamento Central de Bomberos. El facultativo confirmó el deceso de Beatrice, al tiempo que los bomberos desplegaron un gran operativo para evitar mayor cantidad de víctimas.

Prevención

Cuando los bomberos entraron al edificio se encontraron con un panorama desolador. Las puertas de muchos departamentos estaban arrancadas y con la gente autoevacuándose.

Peor fue el panorama en el departamento de Beatrice. La pared que da al pasillo estaba absolutamente derrumbada, y todo el departamento arrasado por la onda expansiva. El cielorraso afectado, los muebles y los objetos y electrodomésticos diseminados. Debido a que había más posibilidades de desmoronamiento, el personal de Bomberos dio aviso a Defensa Civil, al Director de Planeamiento, José Luis Castorina, y a Obras Privadas.

Por supuesto que la primera medida de los bomberos fue cortar todo tipo de suministro de gas y de luz, y preservar el lugar para que trabajaran con tranquilidad los peritos. También se necesitó la presencia de un gasista matriculado para aportar más datos al respecto (ver recuadro).

El edificio quedó afectado de manera importante aunque no en su estructura. Se registraron muchos daños en paredes divisorias y no portantes, aunque también algunos destrozos afectaron los ascensores.

Pese a la magnitud de la explosión no se registraron otros heridos, salvo una mujer que debió ser asistida por algunos golpes.

Todos los ocupantes del edificio no pudieron pernoctar anoche porque fueron cortados los suministros de luz, gas, agua y todavía existía peligro de algún desprendimiento de mampostería.

En el caso tomó intervención la fiscal María Teresa Martínez Ruiz, de la fiscalía de Delitos Culposos, que inició actuaciones caratuladas "averiguación causales de muerte".

¿Qué hacer en esos casos?

La combustión por acumulación de gas en un ambiente cerrado tiene características singulares y generalmente la intensidad es muy elevada. A primera vista, eso parecer haber sucedido en el hecho de ayer.

"No podemos confirmarlo, porque falta la labor pericial, pero todo indica que fue así", dijo Herrera a LA CAPITAL. Luego explicó que "se produce una llama que es instantánea y que depende de los niveles de concentración de la mezcla del gas con el oxígeno".

Según el jefe de bomberos de la ciudad, "lo primero que hay que hacer es evitar el encendido de cualquier tipo de artefacto eléctrico, convocar a bomberos, a personal de Camuzzi que evaluará dónde es la perdida y si se tiene la posibilidad de acceder a la llave de corte, hacerlo".

Meses atrás se registró un hecho parecido en un edificio de la zona del acceso norte de Félix U Camet y la intensidad de la explosión hizo que muchos elementos cruzaran la avenida y llegaran hasta la vereda de la playa.