Solo se sabe dónde murió Lucía Pérez (16). No se sabe cómo, ni por qué, ni siquiera se conoce con precisión cuándo. El caso que conmocionara a los marplatenses y que tuviera un alcance internacional sigue sin entregar certezas, incluso después de recibirse los últimos peritajes que los investigadores aguardaban con cierta esperanza.

Por ese motivo, a seis meses del fallecimiento de la menor, la fiscal María Isabel Sánchez tendría previsto pedir una junta médica. Sánchez continúa con los esfuerzos por comprender qué fue lo que sucedió en la mañana del 8 de octubre de 2016 en el interior de la casa de Racedo al 4800, donde su morador y “puntero” Matías Farías (23) se encontró con la menor.

La semana pasada llegó a la fiscalía el informe de las pericias histopatológicas en las que se esperaba algún tipo de certezas para fundamentar la hipótesis del asesinato o del empalamiento descripto por Sánchez. Sin embargo fue tan técnica la conclusión a la que arribaron los médicos que no hubo forma de entenderla. “La verdad lo único que pudimos ver es algo relacionado a los pulmones, pero no podríamos confirmar nada”, dijo Gustavo Marceillac, abogado de la familia Pérez.

Vale recordar que las aseveraciones hechas en una primera etapa -cuestionadas por el juez Gabriel Bombini y por la Cámara de Apelaciones- estaban “ad referendum” de esos estudios. Por ello la gran importancia de saber qué es a lo que arribaron los peritos.

Ante esta ambigua situación la fiscal Sánchez pediría para las próximas semanas una junta médica en la que se trataría de dar con un “informe final” sobre las probables causas de muerte de Lucía y, fundamentalmente, sobre el abuso sexual y el consumo de sustancias estupefacientes.

Por otra parte, ayer se llevó a cabo la ampliación de la pericia sobre el humor vítreo en la que se intentará determinar la data de la muerte de Lucía Pérez. En el estudio inicial no se había podido establecer ese punto central en la investigación y la fiscal Sánchez pidió una ampliación al doctor Pedro Brignoles del Laboratorio de Toxicología Legal de la Asesoría Pericial de La Plata.

La controversia respecto a la muerte de Lucía existe desde el mismo comienzo de la causa. Bien vale recordar los hechos.

La hipótesis

El fallecimiento de Lucía Pérez se constató en la sala de salud de Playa Serena, a las 15.30 del sábado 8 de octubre. Hasta allí la habían llevado Offidani, Maciel y Farías, después de advertir supuestamente su desvanecimiento en el interior de la casa de la calle Racedo.

Farías permaneció junto a la adolescente y los otros dos hombres se retiraron. Aunque ninguno de ellos declaró, la primera versión que entregaron fue que a Lucía habían intentado reanimarla tras sufrir un desmayo.

La autopsia aportó pocas seguridades: tan solo que habría muerto por un reflejo vagal. Debido a que se le encontró una dilatación atonal en su ano, se concluyó que eso podría haber sido la causa del reflejo. Todas esas apreciaciones quedaron supeditadas a confirmarse por medio de los estudios posteriores.

Según la hipótesis fiscal, por interpretación de ese estudio forense inicial, Lucía fue drogada, anulada en su voluntad, violada y empalada. La muerte fue una consecuencia del dolor por la agresión sexual cometida por Farías. Luego de ello, con la ayuda de Offidani y Maciel, lavaron el cuerpo para borrar todo tipo de rastros del crimen.

Para la defensora oficial, María Laura Solari, eso no fue lo que sucedió. Cuestionó el suministro de drogas con el fin de neutralizar a la menor, puso en dudas el abuso sexual, descartó de plano el empalamiento y aseguró que no hubo lavado del cuerpo. El escenario que planteó fue el del fallecimiento de Lucía después de haber mantenido relaciones sexuales con Farías. “Farías no declaró, pero estamos analizando la posibilidad de que lo haga por escrito ahora que están finalizadas todas las pericias”, dijo ayer a LA CAPITAL.

A propósito, Solari confirmó que volvió a presentar como perito a José Frarracio, quien meses atrás había renunciado tras una polémica con la anterior abogada de la familia Pérez. Frarracio sería propuesto por la defensa para participar en la junta médica, en el caso de que ésta se realice.

El estado de la causa

En el mes de enero la Cámara de Apelaciones había mantenido la prisión preventiva de Farías, de Juan Pablo Offidani (41) y de Alejandro Maciel (61) pero con algunas modificaciones en la imputación de cada uno de ellos. Los magistrados Javier Gustavo Mendoza, Esteban Ignacio Viñas, Marcelo Alfredo Riquert sostuvieron la calificación de la acusación a Farías (abuso sexual seguido de muerte en concurso con femicidio) y a Maciel (encubrimiento agravado). Asimismo modificaron la imputación para Offidani: de coautor del homicidio a partícipe necesario en primer grado.

Los tres permanecen detenidos pese a que Solari interpuso un pedido por Maciel a causa de su estado de salud.

La causa tiene destino inexorable de juicio oral. Por tratarse de un caso tan técnico y científico, el debate se erige como el mejor escenario.

Farías y Offidani afrontan, al mismo tiempo, una causa por comercialización de estupefacientes.