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La Ciudad 1 de octubre de 2017

Cavaban un pozo en su casa y hallaron un gliptodonte

Un gliptodonte, cuyos restos pueden tener entre 15 y 20 mil años de antigüedad, fue descubierto por vecinos que realizaban una excavación de un pozo ciego en Sierra de los Padres.

Los trabajos en el fondo de un pozo de tres metros son minuciosos y se extenderán hasta mediados de mes.

Todo comenzó cuando Romina Petrigh y José Marchisio, vecinos de Sierra, realizaban la excavación de un pozo ciego de 3 metros de profundidad en su propiedad, y hallaron huesos de lo que, supusieron, era un animal prehistórico, por lo que de inmediato se pusieron en contacto con especialistas del Area de Paleontología del Museo Scaglia.

Así fue cómo el paleontólogo Matías Taglioretti, junto al técnico Fernando Scaglia, quienes son los encargados de recuperar este tipo de restos, se hicieron presentes en el lugar. Allí confirmaron que se trata de un gliptodonte, de la especie conocida como Panochthus, que podría alcanzar una antigüedad de entre 15 y 20 mil años.

“Tanques de guerra cenozoicos”

Taglioretti, quien se hallaba acompañado por Analía Verón, directora del museo Scaglia, y Silvana Rojas, titular de la Secretaría de Cultura de General Pueyrredon, resaltó que “los gliptodontes se encuentran entre los mamíferos típicos de Sudamérica, ya que tienen su origen y evolución en este rincón del planeta. Las especies de gliptodontes pueden ser rápidamente reconocidas a partir de la ornamentación externa de las placas óseas que conforman el caparazón y sus tubos caudales” destacando que “una de las características peculiares de estos tanques de guerra cenozoicos es la posesión de dientes de crecimiento continuo, que le permitían compensar el desgaste sufrido al ingerir pasturas abrasivas de la llanura pampeana”.

El paleontólogo remarcó que “a finales de la época Pleistocena existieron las especies de gliptodontes más grandes de la historia natural sudamericana: Doedicurus, Panochthus y Glyptodon, cuyo tamaño alcanza las dimensiones de un auto pequeño. La cola de estos animales estaba cubierta por una coraza ósea que formaba una especie de estuche con diversos patrones de ornamentación que las convierten en piezas de arte natural”.

El descubrimiento de los vecinos

Cabe señalar que Romina y José, hallaron los restos óseos de ese animal bajo 3 metros de sedimento Loessico (limos y arenas finas arrastrados y acumulados por el viento). Hoy saben que se trata de un Panochthus, la segunda especie de gliptodonte más grande que habitó el Pleistoceno de América del Sur con 4 metros de largo y un peso de 2.500 kilogramos.

Comunicados con el Area de Paleontología del Museo Scaglia, hacia Sierra concurrieron Taglioretti y Scaglia, quienes luego de constatar el hallazgo comenzaron las tareas de rescate paleontológico, hecho para el cual destacaron el “apoyo de la empresa Salimar SA, que está colaborando con la logística para sacarlo del lugar, y poder trasladarlo para mediados de octubre al museo Scaglia”.

Tiene cuatro metros

El paleontólogo Matías Taglioretti, al historiar sobre el descubrimiento, resaltó que “una vez en el lugar bajamos al pozo y solamente pudimos observar lo que era la cadera. Los Panochthus son armadillos terrestres gigantes. Como mulitas pero del tamaño de un auto pequeño. Primero encontramos esa parte y sabíamos que cerca estaría el caparazón. En animales adultos ambas cosas están fusionadas. Al empezar a limpiar el caparazón estaba dado vuelta. Vaciamos de sedimento, extrajimos la cadera. Luego empezamos a desvincular el caparazón del sedimento que lo rodea. Y en la región posterior encontramos los anillos caudales”.

Más adelante expresó que “los restos tienen un largo de cuatro metros y medio y pesaría cerca de las 2,5 toneladas”, acotando que “se trata de animal adulto que no estaba completamente articulado. Falta parte del esqueleto. Alguna de ellas habría sido desmembrada. Sólo encontramos los anillos caudales, un estuche caudal que es como un tubo que revestía la cola, un caparazón. Y estamos realizando estudios porque es probable que luego de rodear la caparazón se encuentren más partes”.

Respecto a cuándo podrían finalizar los trabajos de excavación para su retiro del lugar, el paleontólogo entiende que “sería para mediados de octubre, y recién allí podría realizarse su traslado al museo Scaglia”.

Un trabajo minucioso

Hoy los trabajos de excavación se extienden “de manera indirecta. Hacemos una pequeña pendiente. Si lo hiciéramos de forma perpendicular, corremos riesgo de que se desplome. Que el mismo peso lo haga caer. Igual la boca del pozo hay que agrandarla sí o sí”, indicando que “estamos trabajando hace un par de meses”.

Respecto a las características del Panochthus, añadió que “es la segunda especie de gliptodontes más grande que existió en Latinoamérica. Estamos hablando de animales inmensos de hábitos herbívoros. Si pudiéramos tener todos los gliptodontes, este sería el más grande. En Mar del Plata no teníamos caparazón completa, ni anillos ni tubo caudal”, adelantando que “para el año próximo, podrá ser exhibido en el Museo”, aclarando que “probablemente no aparezca todo el esqueleto completo”, pero que ya cuentan con las partes más importantes de sus huesos”.



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