Las promociones se venden desde los carteles exhibidos en las boleterías de las distintas empresas de ómnibus de larga distancia en la estación terminal: la mayoría ofrecen el tradicional 2×1, siempre y cuando los trayectos sean de ida y vuelta, especialmente a Retiro y a sectores del Gran Buenos Aires como Liniers o Haedo.

Los precios de los boletos oscilan entre los 550 y 630 pesos, dependiendo de la modalidad, semi-cama o cama, con posibilidad de “comprar 2×1 o pagan dos mayores y dos menores viajan gratis”, explicaron desde Plusmar. La promoción se extenderá hasta el 31 de agosto y también incluye a los boletos que tienen a Miramar como destino.
La misma modalidad de promociones, que se puede abonar tanto en efectivo como con tarjetas de débito o crédito (en un pago), se extiende a empresas con otros destinos.

Así, Andesmar ofrece de un 30 a 40 por ciento en vacaciones de invierno y descuentos con tarjetas o pagos sin interés, según el banco emisor del plástico; Flecha Bus, 2 por 1 a Mar del Plata, 40 por ciento a Brasil y 30 por ciento a jubilados; Nueva Chevallier, 4 por 3 a algunos destinos, 20 por ciento al sur argentino, 2 por 1 a Mar del Plata y 30 por ciento a jubilados; Zenit, rebajas en vacaciones; General Urquiza 4 por 3 a Catamarca y La Rioja y 30 por ciento a jubilados; Cata, importantes rebajas a Mendoza y Vía Bariloche un 40 por ciento de descuento.
Además, muchas empresas ofrecen precios rebajados, como Buenos Aires/Mendoza a $ 750, frente a más de $ 1070 de un año atrás. Y también lanzan paquetes con hotel a destinos cercanos (400 km. de distancia), a precios competitivos.

Variables

En ese sentido, desde la empresa San Juan-Mar del Plata reconocieron que las promociones “funcionan muy bien”, razón por la cual las extendieron en el tiempo y “hasta el 22 de julio está todo vendido de San Juan a Mar del Plata y viceversa”. En esa empresa, el ticket a San Juan cuesta $1396 mientras que hasta hace poco costaba $1995.

En Micromar promocionan el tradicional 2×1, saliendo desde la ciudad y pudiendo arribar tanto a Retiro como a Constitución o Liniers.

Además de decretar estas medidas para intentar revertir “el parate”, desde la cámara del sector también se mantienen en alerta ante la insistencia del Gobierno sobre la necesidad de avanzar en un nuevo marco regulatorio para ganar eficiencia, competitividad, reducir precios y mejorar su ocupación.

Con las rebajas, apuntan a mejorar la ocupación de los micros, que cae desde 2011. La cantidad de pasajeros se redujo 28 por ciento entre 2011 y 2015, de 50,5 millones a 37,9 millones de personas; y los kilómetros recorridos se redujeron 15,3 por ciento, según la Celadi, en base a datos de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT).

Las promociones de líneas aéreas, sumadas al próximo arribo de otras nuevas que alentarán una baja adicional de tarifas, complicarían aún más la situación de los micros, a los que en diciembre pasado el Gobierno nacional les quitó el subsidio que recibían.

“Por subsidios, todo el sector recibía $ 1.200 millones al año, y el Gobierno admitió que sólo al tren a Mar del Plata destinará $ 500 millones, con un solo servicio diario”, se quejaron.

Nuevas reglas

Además, el Gobierno estima que los micros perderán un 20 por ciento de sus pasajeros en cuatro años, lo que equivale a ocho millones de personas, debido a la mayor competencia aérea. Eso implicaría un 20 por ciento menos de empleados (3.500 empleos), algo que no sólo impactaría socialmente, sino que las empresas aseguran que no pueden absorber el pago de esa cantidad de indemnizaciones.

Así, el sector trabaja desde la semana pasada bajo la conciliación obligatoria ante el anuncio de paro para el fin de semana pasado lanzado por la UTA. El acuerdo paritario venció en marzo y aún no negociaron uno nuevo, ante la imposibilidad de las empresas de pagar un alza, según aseguran. De hecho, en el sector informaron que gran parte de las firmas pagan los sueldos en dos o tres veces.

Las empresas viajan con un 47 por ciento de ocupación promedio, con más del 70 por ciento serían rentables. “Por definición somos un servicio público, tenemos cierta regularidad que cumplir en forma obligatoria, aunque el micro salga vacío”, detallaron los empresarios.

En ese sentido aclararon que “necesitamos poder quitar servicios a un destino sin demanda y agregar a otros. Y tener la posibilidad de tener código compartido como las aéreas, para ser más eficientes”.

Además, reclaman una jornada laboral específica: hoy es de 8 horas y cada micro debe partir con dos conductores. En ese sentido, aseguraron que el relevo por postas sería “mejor y más eficiente”.