Le contaron la historia de una mujer de más de 90 años que había sido la primera DJ de Argentina. El dato clave: vivía en Mar del Plata. Valentino Carrozzi no lo dudó: la potencia de esa biografía desconocida lo convenció para empezar a investigar y para convertir esa historia en un documental con el que, después de un año de trabajo junto a un equipo de compañeras y compañeros, logró graduarse de la carrera de Tecnicatura en Comunicación Audiovisual.

Así nació “Ethel”, un corto documental de 17 minutos que recorre el trayecto de Ethel González, la primera mujer en pasar música en un boliche de Mar del Plata. La primera mujer de Argentina en realizar una actividad que, aún hoy, sigue siendo terreno de varones. En la actualidad, la flamante protagonista tiene 94 años y vive en un hogar para adultos mayores de esta ciudad.

Ethel en los años ’60.

“Ethel”, que solo se proyectó una vez en el ámbito de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde cursaron la carrera, cuenta cómo la rutina de un tranquilo hogar para adultos mayores se ve alterada por una fiesta poco común. La artífice de esta celebración es Ethel, una anciana que comparte sus vivencias como disc jockey.

Ethel y los demás residentes del hogar se preparan para la fiesta que los hará revivir los momentos de su juventud, en la que esta mujer, una vez más, hace bailar a todos con su música. “En el hogar escucha música seguido, a ella le gusta hablar de música. Uno de los objetivos del documental fue que volviera a tocar en el hogar, hicimos una fiesta”, relató.

El camino fue largo antes de llegar a la sinopsis del corto. Carrozzi en la dirección y en el guión, Magali Giorello en producción, Paula Latorre en dirección de fotografía, Marcos Alvarado en sonido y Natanael Quiroga en montaje, empezaron de a poco a ganarse la confianza de Ethel.

El equipo del rodaje junto a Ethel.

“Los primeros meses fueron de investigación, de charla con Ethel, simplemente de acercarnos. Buscábamos un vínculo más cercano que nos ayudara a contar una historia un poco más íntima, si quiere”, dijo Valentino a LA CAPITAL.

“Tuvimos un tiempo bastante largo para que ella nos conociera y para que se sienta cómoda”, recordó y señaló que la relación continúa hasta el día de hoy. Ethel ganó cinco nuevos nietos: “Seguimos yendo a visitarla cuando podemos, una vez por semana o cada dos semanas, charlamos con ella, se generó un vínculo que va a seguir”, agregó el director.

También el vínculo con la familia de Ethel fue clave para que el equipo accediera a fotografías y material de archivo con el cual nutrir esta original producción audiovisual marplatense.

“Mediante entrevistas, que son más charlas que entrevistas, ella nos cuenta cómo arrancó, cómo era ser DJ en esa época”, siguió. Además, el equipo trabajó con la Asociación de DJs de Mar del Plata.

Pionera en el rubro, Ethel “arrancó en los años 60 y siguió hasta que tuvo a su hijo Pedro”. Fue DJ de la disco Tequila, que era de su propiedad y de la de su esposo. “Nació en 1930, así que estaba entre los 30 y los 40 años cuando realizó la actividad. Y tenía un bagaje artístico: Ethel se dedicaba al teatro, era actriz. Cuando se casó se mudó a Mar del Plata y ahí fue que adquirieron la disco. Fue su marido el que le pidió que pasara música. Para ella era como actuar”, recordó Carrozzi y ubicó: Tequila se encontraba en “una galería frente al Casino”.

Según el director, el hecho de ser propietaria de la disco la colocó “en una posición de poder”, lo que hizo que su desarrollo como DJ se deslizara de manera cómoda. “Nos contó que vivió una época muy linda, es la que más añora de su vida, incluso llegó a dar clases a otros DJs, a transmitir su conocimiento. Era muy apasionada y eso se le sigue notando al día de hoy”.

Con el corto terminado y aprobado (el grupo egresó con un 9), Carrozzi buscará que “Ethel” llegue a diversos festivales, uno de ellos al de Mar del Plata. “Quedamos satisfechos, me terminé enamorando del género de los documentales, que me costaban. Sentía que teníamos una joya en bruto y había que hacerla relucir”, destacó.