“¿Cabe el teatro en una librería?” es el nombre del nuevo ciclo escénico que desde este mes se desarrolla en un espacio poco convencional: una librería. En la planta alta de El Gran Pez (Santiago del Estero 2052) se inauguró durante mayo el espacio para teatro, que tiene curaduría del gestor David Jacobs.

La obra que abrió esta original propuesta fue “Trópico del plata”, oriunda de Capital Federal. Y ahora, la próxima función será el mes que viene, de acuerdo a una frecuencia mensual. En junio, la obra que subirá a escena será “La Yoli Mindolacio”, unipersonal escrito por Javier Díaz con dirección de Manuela Méndez.

Pero, de manera excepcional, esta obra subirá a escena en la sala Gregorio Nachman del Teatro Auditorium durante la tradicional feria “Invierno”, que reúne a editoriales indpendientes y que organiza esta librería en junio en el foyer del complejo teatral. Luego, en los meses siguientes, el ciclo regresará al primer piso de la casona de Santiago del Estero.

“La Yoli Mindolacio es el nombre de la protagonista, una niña nacida en un pueblo originario del norte argentino y que se muda junto con su familia a una zona humilde de las afueras de una capital de provincia”, contó Jacobs ayer a LA CAPITAL.

“Es un espectáculo de Buenos Aires que viene haciendo funciones hace ya dos años con muy buena respuesta del público y también viene haciendo un recorrido por distintos espacios de Buenos Aires”, agregó.

Si bien estos dos primeros espectáculos se gestaron en la ciudad de Buenos Aires, la intención de Jacobs es abrir el juego al rico panorama escénico que tiene todo el país, incluída Mar del Plata. Y proponer que este nuevo espacio se nutra de otras dramaturgias, más allá de la porteña.

Asiduo visitante de librerías y lector, Jacobs se radicó el año pasado a esta ciudad y, debido a su experiencia en la difusión del teatro independiente de Buenos Aires, propuso gestar este ciclo.

“El ciclo surgió del diálogo ente los chicos de la librería y yo, que vengo del palo del teatro desde hace muchísimos años. Trabajé en el Instituto Nacional del Teatro e hice varias cosas: entre otras, trabajé en el área de comunicación y prensa y hasta el año pasado coordiné la editorial que aún hoy sigue teniendo el organismo”, comentó.

Además, su experiencia se fortalece como espectador. “Viajé mucho por el país y vi todo el teatro” que se realiza en capitales de provincias y en ciudades del interior, comentó, en un contexto que pone a lo escénico como una de las disciplinas artísticas más vitales que poseen las comunidades argentinas.