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Policiales 29 de mayo de 2025

Dos violentos ladrones recibieron condenas tras un juicio abreviado

Ambos habían cometido un asalto contra una mujer en su casa del barrio Constitución. Utilizaron la modalidad de la "dormilona", que consiste en esperar ocultos durante la madrugada a que la víctima se despierte.

En un acuerdo judicial reciente del Tribunal en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata, avaldado por el juez Federico Cecchi se condenó a dos hombres a penas de más de cuatro años de prisión efectiva por un violento robo ocurrido en febrero del año pasado contra una mujer dentro de su vivienda del barrio Constitución.

Los acusados, Juan Miguel Zarategui y Jorge Daniel Aravena, recibieron condenas de cuatro años y seis meses, y cuatro años y diez meses, respectivamente, por haber participado en un hecho de extrema violencia contra una mujer jubilada.

El delito ocurrió la madrugada del 21 de febrero de 2024, cuando cuatro hombres —entre ellos los dos condenados— se dirigieron en un Chevrolet Corsa hasta una vivienda ubicada en Artigas al 900, en el barrio Constitución. Tras trepar un pilar y acceder al techo de una casa vecina, descendieron al patio de la víctima de 66 años. Allí se ocultaron durante horas hasta que, cerca de las 8 de la mañana, la mujer salió al patio y fue sorprendida por los intrusos. Esa modalidad es conocida como “La dormilona”.

Los atacantes la redujeron violentamente, la ingresaron por la fuerza al interior de la vivienda y la amenazaron con “electrocutarla” si no entregaba dinero. Según el relato de la víctima, intentaron asfixiarla con una toalla mojada, la ataron con cinta de embalar y la amordazaron. Le exigieron dinero, creyendo que había vendido una propiedad, y se llevaron una importante cantidad de objetos de valor: televisores, notebooks, perfumes importados, electrodomésticos, joyas, celulares y el vehículo de la mujer, un Renault Kangoo.

El caso fue resuelto parcialmente por juicio abreviado, luego de que la fiscalía y las defensas acordaran penas y calificaciones. Zarategui, sin antecedentes penales, aceptó la condena sin objeciones. En cambio, Aravena —quien ya había cumplido una condena previa por robo agravado— fue declarado reincidente.

Durante la investigación se obtuvieron pruebas contundentes: cámaras de seguridad captaron el recorrido del vehículo utilizado; testigos identificaron a la víctima pidiendo ayuda con los tobillos atados; y una ex pareja de Aravena aportó datos clave, incluso devolviendo un reloj y un anillo reconocidos por la víctima y su hija. Además, en los allanamientos se hallaron objetos robados y mensajes de celular que vinculan directamente a los acusados con el hecho.

El juez Cecchi consideró agravantes la edad de la víctima y la violencia innecesaria del accionar, y resaltó la logística empleada: uso de vehículos, comunicaciones y prendas para ocultar la identidad. “La intensidad y persistencia de la intimidación ejercida sobre la víctima resultan claramente innecesarias a los fines del desapoderamiento”, señaló el magistrado.

Respecto al tercer acusado, Mauricio Gabriel Guido, el juez se excusó de seguir interviniendo por haber emitido opinión previa sobre su caso. Su situación se resolverá en otro juicio.

Mientras tanto, Zarategui y Aravena ya cumplen sus condenas en la Unidad Penal de Batán.