“El canto es peregrinaje y transmite la fuerza espiritual tan necesaria en este tiempo”, dijo el maestro José María Ulla, actual director de la Banda Sinfónica Municipal que, en este caso, se puso al frente de otra iniciativa. Desde hace tres meses, lidera el coro Ars Peregrinae Vocem.

Como director de este grupo coral, formado por voces de Mar del Plata y estudiantes del Conservatorio Luis Gianneo, preparó para este sábado a la tarde el debut formal con un repertorio de música sacra. El coro se presentará a las 17.30 en la Capilla del paraje Gloria de la Peregrina, en cercanías a Sierra de los Padres.

“Es música de alto contenido y transmisión espiritual, desde el canto gregoriano, las primeras formas de polifonía occidental, hasta el ‘negro spiritual’ y la música coral de la Escuela Húngara del siglo XX.

Además, habrá intervenciones solísticas que tendrán su eco en esta magnífica capilla”, contó Ulla, quien señaló que el concierto de hoy será en homenaje al papa Francisco, recientemente fallecido.

Integran el flamante coro Camila Schualle (soprano), María Belén Otero (soprano), Paola Cobos (soprano), Paula San Martín (soprano), Laura Di Cenzi (mezzosoprano), Laura Pirruccio (mezzosoprano), Victoria Cicchitti (mezzosoprano), Kevin Mazza (tenor), Santiago Gravelloni (tenor), Agustín Román (barítono), Juan Ignacio Cufré (barítono) y Lorena Moreno Xammar (percusión).

En diálogo con LA CAPITAL, Ulla recordó que la dirección de coros inició su actividad profesional en la música. Egresado del conservatorio de Berna, Suiza, el actual director de la Banda Sinfónica indicó que en 1997 fundó el Coro Estable Provincial de Bahía Blanca, ciudad en la que desarrolló gran parte de su actividad artística.

Y antes, en su ciudad natal, Santa Fe, dirigió con apenas 17 años el coro del Colegio Inmaculada Concepción, de raíz jesuítica. Fue su primera experiencia como director de coreutas para un acto del 9 de julio.

Ulla quedó conmovido por la arquitectura de la capilla de Gloria de la Peregrina, “la única neorománica” de América Latina, apreció. “Me embargó una inmensa emoción espiritual el día que a través de una conjunción de hechos que comienzan en una conversación informal con Pablo Arauz, quien me derivó al arquitecto Dante Boada y a Carlos Baldino, pude conocer la nueva capilla de la Gloria de la Peregrina”, dijo.

Por eso, buscará que la actuación del coro se mixture con la belleza del espacio, el modo en que ingresa la luz y el tono que imprime, a esa hora, el atardecer. “Pretendemos que las músicas sacras se transformen en una herramienta sensorial”, agregó y, como practicante del catolicismo, entendió que al conocer esa capilla sintió “un llamado” para realizar una actividad artística que enalteciera el espacio. En eso trabajó durante los últimos tres meses.