El violento asalto, con secuestro incluido, que sufrió un hombre de 34 años en el barrio San Antonio pasará a ser investigado por el fiscal Carlos Russo luego de que la fiscalía de flagrancia declinara competencia por su complejidad.

El hecho se produjo en la madrugada del sábado y su reconstrucción arrojó algunos detalles que dan a entender que hubo planificación y hasta logística para borrar cualquier tipo de rastro.

De acuerdo a lo que pudo recabar LA CAPITAL, los cinco delincuentes contaban con algún tipo de información previa sobre las víctimas, en particular sobre un futuro viaje al Mundial de Clubes de Fútbol en Miami. Fuera cierto o no ese dato, los asaltantes tenían un objetivo claro: interceptar al conductor de la Ford Ranger y obligarlo a entregar dinero.

Así fue como lo siguieron por varias cuadras hasta que le cerraron el paso en Eduardo Peralta Ramos al 700, colocando un Peugeot 307 por detrás y un Peugeot 308 por delante. La víctima intentó escapar haciendo marcha atrás pero quedó “subido” sobre el capó del auto en el que iban algunos de los delincuentes. De inmediato, los delincuentes bajaron armados y lo llevaron al vehículo que estaba adelante y bajo amenazas lo condujeron hasta la casa.

Dentro de la vivienda, donde además estaba la mujer de de 29 años, los ladrones exigieron la entrega de ahorros, de joyas y de algún otro elemento de valor, además de un pequeño bolso con documentación y tarjetas de crédito del hombre.

Luego de permanecer un tiempo prolongado en el interior de la casa, los ladrones se dieron a la fuga, pero para esto ya estaba irradiada la novedad por la frecuencia policial. Un policía que estaba a la escucha pero en su vehículo particular tomó nota de la descripción del Peugeot 308 azul y fue entonces cuando lo vio cruzar, iniciándose una persecución. Finlamente en Heguilor y Manrique, los delincuentes descendieron, abandonaron el vehículo y antes de escapar uno de ellos arrojó un elemento incendiario que provocó llamas inmediatas. El Peugeot se prendió fuego y todos los asaltantes, excepto uno de 20 años, lograron fugarse.

Luego cuando arribó el resto de la policía se pudo recuperar el morral con documentación y tarjetas de crédito, y comprobarse que los automóviles tenían pedido de secuestro por haber sido robados meses atrás.

Lo que más llamó la atención fue la planificación, porque el hecho de incendiar el vehículo para no dejar rastros no fue algo espontáneo sino previamente establecido.

El fiscal Facundo De La Canale inició las primeras actuaciones contra el joven de 20 años detenido, verificándo distintos antecedentes penales. Sin embargo, por exceder las temáticas sobre las cuales trabaja su fiscalía, se le dio traslado al fiscal Russo para que profundice la pesquisa y se intente dar con los demás integrantes de la banda.