Un hombre de 46 años de 46 años fue condenado a tres años de prisión por robar un auto estacionado en la vía pública y por intentar desvalijar una vivienda, en dos hechos que ocurrieron con un año de diferencia.

La pena fue acordada en un juicio abreviado ante el Tribunal en lo Criminal N°4, a cargo del juez Gustavo Raúl Fissore, quien homologó la condena de Marcelo Ariel Torres tras escuchar a las partes y confirmar la admisión de los hechos por parte del acusado.

Un auto prestado que no pidió y una carretilla con botín

El primer robo ocurrió la madrugada del 5 de septiembre de 2023, cuando Torres y al menos otras dos personas se llevaron un Volkswagen Up que estaba estacionado frente a la casa de su dueña, en Arenales al 4500. La mujer declaró que dejó su auto cerrado la noche anterior y a la mañana siguiente encontró solo un ventilete roto y un destornillador tirado en la calle.

Cámaras de seguridad demostraron cómo los ladrones remolcaron el vehículo con un Peugeot 308 blanco. Ese auto pertenecía a un amigo de Torres, que solía prestárselo para hacer mandados o trabajos, pero aquella noche no le dio permiso.

Este hombre, en un principio, fue sospechoso de lo sucedido. Pero luego pudo demostrar que esa madrugada estuvo con su familia cuando Torres se lo llevó sin avisar.

El vehículo robado apareció horas después, abandonado y desarmado en Pringles al 2200: sin ruedas delanteras, sin rueda de auxilio, cerradura forzada, paragolpes y ópticas destruidas.

Un año después, Torres reincidió. Junto a un cómplice rompió los candados de una casa en Monsalvo al 3200 y cargó una carretilla con un horno eléctrico, platos, ollas y productos de limpieza. El cuidador de la propiedad, fue clave, ya que dio aviso a la policía, que lo detuvo a pocas cuadras, empujando la carretilla con parte del botín.

Testimonios y un arrepentimiento tardío

La fiscal Lorena Hirigoyen primero, y su colega Leandro Arévalo después, reconstruyeron todo con declaraciones, peritajes y cámaras de seguridad. Un detalle que selló la causa fue la declaración del amigo de Torres, quien contó que el imputado solía usar su Peugeot, pero esa noche se lo llevó sin permiso. Días después, Torres le devolvió el auto y le dijo que estaba arrepentido por lo que había hecho “que si necesitaba algo, que cuente con él”.

El acuerdo de partes fijó la pena en tres años de prisión por los delitos de “robo doblemente agravado, por tratarse de un vehículo dejado en la vía pública y por cometerse en lugar poblado y en banda” y “robo en grado de tentativa inacabada”, ambos en concurso real. Ahora la Justicia deberá decidir si le concede la excarcelación por el tiempo que lleva detenido.