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Policiales 18 de julio de 2025

Dalbón, abogado del caso Matías Paredes: “Cuando el Estado mata, se tiene que hacer cargo”

El abogado, reconocido por representar a Cristina Ferández de Kirchner y estar al frente en causas por violencia institucional, es el nuevo representante legal de la familia del joven asesinado en Mar del Plata por la policía en febrero de este año. Adelantó que pedirá reunirse con el gobernador Axel Kicillof y con el jefe de la Departamental.

Matías Paredes fue asesinado por la policía el 7 de febrero.

El abogado Gregorio Dalbón, quien ha participado en casos de violencia institucional como el de Luciano Olivera en Miramar, es el nuevo representante legal de la familia de Matías Paredes, el joven asesinado en Mar del Plata por efectivos de la Policía Bonaerense en febrero de este año.

Dalbón fue convocado por la familia de Paredes para estar frente a la causa, que tiene como imputados a los policías Juan Molina, Emiliano Flores, Julio Rufino Gerez, Javier Yancamil Masía y Héctor Murray

Desde ahora, la familia no está sola. Estará jurídicamente acompañada con toda la firmeza, la técnica y el compromiso que exige una causa tan dolorosa como emblemática. Vamos a pelear hasta el final. Hasta que cada uno de los responsables —autores y encubridores— reciba la condena que la justicia y la historia exigen”, expresó Dalbón en un comunicado de prensa.

En diálogo con LA CAPITAL, el abogado fue tajante al decir que “cuando el Estado mata, el Estado se tiene que hacer cargo” y, en base a esa premisa, es que le solicitó al gobernador Axel Kicillof una reunión, para reclamarle acompañamiento psicológico a la familia de Matías Paredes.

Si bien Dalbón es abogado en diferentes causas de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, aclaró que “la violencia institucional no tiene banderías políticas” y que nunca politizará la causa. “No lo hicimos cuando enfrentamos al poder porteño, no lo haremos al enfrentamos al poder bonaerense“, expresó.

“Lo más importante acá es la violencia institucional, que atraviesa toda la política. No me interesa el tema político, me interesa que la familia logre justicia, que cada uno de los policías, encubridores y asesinos, tengan la pena que corresponde”, agregó.

Gregorio Dalbón.

Gregorio Dalbón.

El crimen de Paredes inició con el asesinato del kiosquero Cristian Velázquez“, declaró Gregorio Dalbón, al entender que los hechos que desencadenaron en el crimen del joven tuvieron la génesis en el homicidio en ocasión de robo que conmocionó a la ciudad en pleno verano y que provocó una especie de “cacería” en Mar del Plata para dar con el sospechoso: Cristian “El Guachín” Monje, quien finalmente luego sería detenido.

Además de reunirse con Kicillof, Dalbón busca tener un encuentro con el comisario Daniel Vulcano, jefe de la Departamental de Mar del Plata. “Con Vulcano tuve una batalla importante en el caso Olvera y que hoy vuelve a aparecer en escena. No creo en las casualidades”, expresó el abogado y agregó: “Tenemos que ver de qué lado va a estar: si se pone corporativo o si se pone del lado de las víctimas. Si colabora con la causa no habrá problemas”.

En este caso de violencia institucional, Dalbón hizo una aclaración y no lo llamó “gatillo fácil”. “Hay veces que se le dice así cuando un policía mata a un ladrón. Pero esto es un crimen, un asesinato. Acá no hubo ladrones: eran pibes que volvían a la casa. Por eso le quito el título de gatillo fácil, acá la Policía asesinó. Estado provincial asesinó”, remarcó el abogado de la familia de la víctima.

Finalmente, el abogado destacó el trabajo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, y dijo estar conforme con cómo se realizó la investigación. En cuanto a futuras medidas, el letrado solicitará que se realice una reconstrucción del crimen de Paredes. “En estos casos, al haber personas que quedaron vivas, la reconstrucción es muy importante por todo lo que pueden contar. Por eso será necesaria hacerla”.

“La familia de Matías tendrá defensa hasta el último día, hasta la última audiencia, hasta la última instancia judicial. Porque la vida de Matías vale. Porque su memoria exige justicia. Y porque la dignidad de su familia no se negocia”, finalizó Dalbón.

La causa

A fines de mayo, los jueces de Cámara Adrián Angulo y Marcelo Medina revocaron la prisión de los policías Julio Rufino Gerez, Javier Yancamil Masía y Héctor Murray, imputados como partícipes necesarios de homicidio doblemente agravado.

En esa oportunidad, el abogado Osvaldo Verdi, defensor de Gerez, había planteado que “carece de coherencia” que se les atribuyera un delito más severo -el de partícipes necesarios del homicidio de Paredes- pese a no haber disparado ningún arma, mientras que al policía que disparó e hirió a una víctima “solo” se lo imputaba por “tentativa de homicidio”.

Por su parte, los abogados Joaquín Tomás Raña y Natalia Yael Jait, quienes ejercen la defensa de Masía y Murray, sostuvieron la arbitrariedad de la resolución de la Justicia de Garantías en la asignación de los roles criminales; que no hubo acuerdo previo; que no hubo intervención esencial; que Murray no disparó y que Masía ni siquiera se bajó del auto. En definitiva, sostienen que no se los puede responsabilizar por las decisiones unilaterales e inconsultas
de un tercero que condujeron al resultado trágico del asesinato de Paredes.

La familia de Paredes reclama Justicia.

La familia de Paredes reclama Justicia.

En la causa está demostrado que el policía Juan Molina fue quien disparó contra el Palio en el que iba Paredes y que uno de esos proyectiles impactó y mató a la víctima. También, que el otro efectivo, Emiliano Flores, disparó su arma reglamentaria.

Cabe recordar que el hecho ocurrió en febrero de 2025, cuando la ciudad estaba conmocionada por el asesinato del kiosquero Cristian Velázquez y desde la Jefatura Departamental habían ordenado la búsqueda intensiva del principal sospechoso Cristian “El Guachín” Monje . Fue en ese contexto en el que en dos vehículos civiles, los policías  Gerez, Masía, Murray, Molina y Flores persiguieron a un Palio, por considerar que allí podría estar el acusado del crimen.

En la resolución, los jueces de la Sala II de la Cámara de Apelaciones consideraron que esa persecución iniciada por todos fue “legal y legítima”, que ni Rufino Gerez, ni Murray, ni Masía tenían a su cargo la conducción de un vehículo y que además Rufino Gerez y Masía no se bajaron de los vehículos ni dispararon.

Además, los jueces entendieron que el hecho de que los policías no llevaran uniformes no respondía a una decisión libre de los imputados, sino que obedecía a una exigencia impuesta por quien había impartido la orden del servicio que estaban cumpliendo, al igual que el uso de vehículos particulares.

“No decidieron ni ejecutaron la interceptación del Palio, ni tampoco dispararon por lo que no puede predicarse a su respecto que tenían obligación de identificarse previamente; lo que sí era exigible para quienes dispararon. En definitiva, se trató de un procedimiento legal y legítimo, en el cual no hubo una emboscada decidida en conjunto, de manera tal que los aportes que gobiernan la construcción de la participación de Rufino Gerez, Murray y Masía, solo están verificados en orden a los momentos lícitos del procedimiento, sin que hayan introducido riesgos prohibidos mientras Molina y Flores disparaban. Ello no permite, de momento, sostener, que hayan tomado parte de la conducta tipificada como ‘homicidio’”, concluyeron los jueces.

De esta manera, los magistrados dispusieron la falta de mérito en los casos de Rufino Gerez, Murray y Masía y ordenaron que fueran liberados, a su vez confirmaron la prisión preventiva impuesta a Emilio Bernardo Flores por el delito de “homicidio doblemente agravado en grado de tentativa”.

Tras esta resolución judicial, el abogado quereallante Maximiliano Orsini, renunció en la causa, ya que la familia estaba disconforme con los dispuesto por la Cámara, a pesar de haber sido una resolución ajustada a derecho.

El crimen de Paredes

Escena del crimen de Matías Paredes.

Escena del crimen de Matías Paredes.

El miércoles 7 de febrero a la noche “Pitu” Paredes, junto a Emanuel Astete y Cristian Novas habían ido a celebrar la presentación del nuevo sponsor de Alvarado, club del que eran hinchas. Después, fueron a comer a la casa Novas y cerca de la 1 de la madrugada decidieron salir a comprar un mazo de cartas, para jugar unas partidas antes de irse a dormir. Vestían, por supuesto, ropas de Alvarado.

Astete conducía su Fiat Palio, Novas iba en el asiento de acompañante y Paredes iba atrás. Salieron por Camusso hacia Fortunato de la Plaza y luego esta hasta Polonia. En el trayecto ven a una Ford Ecosport estacionada, con las luces apagadas, que comienza a seguirlos por detrás, siempre con las luces apagadas.

Eran las 1.36 de la madrugada cuando el Fiat Palio en el que iban los tres amigos por Fortunato de la Plaza frenó en el semáforo de Polonia. La Ecosport, ocupada por los policías Masía (comisaría decimocuarta), Murray (subcomisaría Camet) y Flores (comisaría decimoquinta), se mantuvo detrás, y a las 1.36:21 salió un Volkswagen Bora, en el que iban Juan Molina y Julio Rufino (ambos de la comisaría decimosexta) de una estación de servicio, que se les puso delante del auto para cortarles el paso.

Paredes y sus amigos no tenían manera de saber que quienes estaban en la camioneta y el otro auto eran policías y, ante la sorpresa y el miedo de sufrir un violento robo, la reacción del conductor del Fiat Palio fue esquivar al Bora e intentar huir del lugar.

Del Volkswagen Bora descendió Molina y de la Ford Ecosport Flores y sin dar la voz de alto o identificarse como policías, extrajeron sus armas de fuego reglamentarias y efectuaron al menos siete disparos. Para el fiscal Alejandro Pellegrinelli, estos disparos fueron con el “inequívoco” objetivo de matar a los ocupantes del Fiat Palio, sin siquiera saber quiénes eran.

El Fiat Palio recibió dos balazos en el portón trasero que luego impactarían en el asiento trasero, uno en el techo, otro en el vidrio de la puerta trasera del lado del acompañante y uno en el asiento delantero del conductor.

Acelerá que nos matan, acelerá que nos matan”, le gritaba desesperadamente Novas a Astete, mientras miraba hacia atrás como su otro amigo, Paredes, no reaccionaba y se encontraba desvanecido en el asiento trasero.

Astete tenía una herida de arma de fuego en la espalda sin que revistiera gravedad, Novas estaba ileso y Paredes, que iba atrás, había resultado mortalmente herido, con un balazo que le impactó en la espalda y otro en el omóplato.

Al lugar fueron amigos y familiares de los jóvenes y se generó una gresca con la policía. Como la ambulancia no llegaba, las personas cargaron a Paredes en una Toyota Hilux y lo llevaron de urgencia al Hospital Interzonal, donde ingresó a las 2.12 y los médicos constataron su muerte a las 2.25 de la madrugada.

A las 3.32 de la madrugada personal de Policía Científica fue al lugar y recogió en Polonia y Fortunato de la Plaza 7 vainas y un accidente balístico. A las 4.22, la operadora de la Central de Emergencias del 911 seguía consultando las circunstancias de lo que había sucedido, sin que nadie de los involucrados le diera respuesta alguna.