Exclusiva cena tuvo lugar en la noche del lunes en conocida estancia de la zona, con numerosos empresarios, entre quienes se encontraban algunos dirigentes de IDEA que llegaron a la ciudad para ultimar detalles del coloquio a realizarse a mediados de octubre, días antes de las elecciones. Lo más jugoso e interesante que se escuchó en esa cena tuvo relación con la decisión de YPF de salir a buscar un socio para la exploración de petróleo offshore en el Atlántico. La petrolera estatal cerró un memorando con una firma internacional –todavía no confirmada, pero suena fuerte la italiana Eni– para buscar hidrocarburos frente a las costas argentinas, estilo Namibia, versión Argentina, todo en aguas profundas. Horacio Marín, CEO de YPF, admitió que están a punto de firmar una alianza. Y lo dijo sin vueltas: “Vamos a poder explorar igual que en África” en un intento inspirado por los hallazgos en Namibia que superaron los 11.000 millones de barriles.

La Cuenca Argentina Norte –a unos 300 km de Mar del Plata– sería la joya. Se habla de potencial para producir hasta 250.000 barriles diarios, una porción del Vaca Muerta oceánico. El pozo Argerich-1, en el bloque CAN-100 con Equinor y Shell, costó US$100 millones y resultó “seco”: cero hidrocarburos confirmados. Pero lejos de amilanarse, YPF aprendió: ahora busca socios que asuman riesgo total y aporten experiencia offshore, mientras YPF se queda con porcentaje de producción si hay éxito. YPF ya tiene un ‘head of agreement’ con Eni que incluye el desarrollo de GNL y exploración petrolera. La idea: que Eni reprocese los datos sísmicos y lidere trabajos offshore frente a Uruguay y Argentina –sobre el bloque OFF-5 frente a Punta del Este–, donde será clave replicar el modelo de Namibia.

En paralelo, también mantienen conversaciones con Petrobras, aunque aún no hay acuerdo cerrado. La idea es que la global brasileña asuma liderazgo operativo, mientras YPF mantiene participación en producciones potenciales. ¿Por qué ahora y por qué el mar? Se escuchó señalar que YPF quiere reducir exposición a campos maduros y consolidar una matriz energética exportable basada también en offshore. Y se consideró que es una estrategia sin riesgo financiero propio: si no encuentran petróleo, pierde la empresa italiana o brasileña que acepte el riesgo. Si hay éxito, YPF cobra producción y sabe del negocio. “Hay un potencial geológico real, ya que estudios demuestran que hace millones de años la costa africana y la argentina estaban juntas; hoy se ve continuidad entre los yacimientos de Namibia y los bloques CAN frente a Mar del Plata”, añadió uno de los empresarios del sector energético que llegó a la ciudad.

Desde el puerto marplatense hasta los techos de Puerto Madero, retumba una idea: Mar del Plata puede ser el próximo gran hallazgo energético del país. Pero, como dicen quienes saben del tema, en el offshore nada está escrito hasta que no se perfora. Y con Argerich-1 aún fresco, este proyecto es más cálculo que promesa. Si sale bien, Argentina suma otro motor exportador. Si sale mal, el mar habrá devuelto silencio. No obstante, cabe recordar que dos compañías petroleras anunciaron en 2022 descubrimientos de petróleo offshore en Namibia, en la costa del África del Sur. Shell anunció primero el descubrimiento de petróleo liviano en un yacimiento (Graff-1) que se presumía podría alcanzar los 1.000 millones de barriles de petróleo. Luego, la francesa Total anunció otra importante acumulación de petróleo (Venus) que podría contener hasta 3.000 millones de barriles. Antes de estos hallazgos, la economía de Namibia dependía principalmente de la minería (diamantes, uranio y metales), la agricultura y la pesca. El sector petrolero tenía poco impacto en el producto interno bruto. Sin embargo, las inversiones extranjeras y el potencial de producción de petróleo transformaron el panorama económico, lo que generó expectativas de ingresos fiscales significativos, creación de empleo y desarrollo de infraestructuras

¿Por qué ese descubrimiento a más de 7.000 kilómetros puede ser una buena noticia para la Argentina? Según la historia geológica del planeta, hace más de 250 millones de años todas las masas continentales estaban unidas en un único continente (Pangea), que se fue fragmentando. Hace 121 millones de años, cuando se formaron las acumulaciones recientemente descubiertas en Namibia, África estaba mucho más cerca de América del Sur que en el presente. De hecho, Venus debe estar a no más de 200 km de las áreas que YPF está explorando actualmente en la Cuenca Argentina Norte. Por esa razón, los geólogos tienen sobradas razones científicas para suponer que en el Mar Argentino, aproximadamente a 300 km de Mar del Plata, en aguas profundas de 1.500 metros, existen yacimientos similares a los descubiertos en África. Por supuesto, en materia de exploración de hidrocarburos, siempre se habla en potencial. Es decir, hasta tanto no se perfore el pozo exploratorio y se compruebe el volumen de hidrocarburos extraíbles, todo puede ser cero.

En la selecta cena, en la que volvieron a lucirse los chefs marplatenses, los empresarios de IDEA adelantaron que el lema del 61° coloquio de la institución en Mar del Plata será “Argentina Juega”. Explicaron que junto al mar este año se hará énfasis en experiencias del sector privado que hayan conseguido mejorar la productividad y competitividad puertas adentro. De todas formas, subrayan, hace falta reformas urgentes, un desarme completo del cepo y una caída del costo del capital expresado en el riesgo país. La fecha es clave, ya que la cita marplatense tendrá lugar una semana antes de las elecciones legislativas nacionales. En tanto, los cinco ejes temáticos de este año serán competitividad, innovación, impuestos, institucionalidad, y un último de empleo y educación.

“Queremos que sea testimonial, con casos y ejemplos concretos. La teorización puede existir, pero lo que nos motiva y la impronta es ver quiénes nos inspiran para querer hacer más cosas y competir más”, se explicó. Asimismo, se reveló que “la productividad en los últimos 15 años en todos los países aumentó y en la Argentina bajó 30 por ciento. Si seguimos así, todas las empresas desaparecen. Tenemos mucho músculo atrofiado y hay que ejercitarlos. Todas las empresas estamos en esto. Las cosas se hacen con dedicación y foco”. La charla, en la larga mesa, giró luego hacia temas más mundanos. No faltó el fútbol (especialmente, la pobre campaña de Boca), los comentarios sobre series y películas vistas, y hasta se habló de lo mal que duermen muchos de los argentinos, lo que le dio pie a uno de los presentes a aportar datos finos sobre un estudio realizado por la gente de Calm –hicieron una encuesta a más de 800 argentinos– que se dedica justamente a vender descanso (colchones y almohadas). Y el resultado fue tan previsible como preocupante: el 75 % duerme entre 6 y 8 horas, lo cual en los papeles no está tan mal. El problema es que más del 55 % siente que no descansa bien, que se despierta hecho una piltrafa, sin energía y con ganas de patear tachos. O gente.

El punto es claro: la cantidad de horas no dice nada si la calidad del sueño es un desastre. Y es un desastre, por si hacía falta confirmarlo: el 49 % se despierta al menos una vez por noche, el 33 % lo hace dos o más veces, el 94 % se siente más irritable o con menos energía al otro día. En criollo: medio país anda con el sueño roto y el humor hecho trizas. ¿Por qué dormimos tan mal? No hay misterio: el estrés y la ansiedad ganan por goleada. Después, vienen el calor, el frío, el colchón heredado del siglo pasado o esa almohada que parece de madera balsa. Y ojo: los médicos dicen que el 45 % de los adultos ronca, y que el 30 % de las consultas con otorrinos son por ronquidos o apneas del sueño. O sea, si no te despertás por tus propios pensamientos, te despierta el que tenés al lado. También aparece un dato interesante: entre el 70 y el 80 % de los factores que arruinan el descanso se pueden mejorar con un buen entorno físico y hábitos decentes. En resumen: no todo es culpa de la economía.

Ahora, cuando se le pregunta a la gente qué lugar ocupa la cama en sus vidas, el 80 % dice que es su refugio emocional. Y tiene lógica: si no podés dormir, al menos te tirás a llorar cómodo. Además, el 98 % considera que el colchón es clave para un buen descanso, y el 46 % cambió el suyo en el último año. Algo se está moviendo. Dormimos mal, pero por lo menos estamos haciendo algo al respecto. Desde Calm, su CMO, Malena Martín, lo resume fácil: “No se trata solo de dormir X horas, sino de que esas horas sirvan para algo”. Tiene razón. Estamos agotados. Dormimos con el celu en la mano, la cabeza a mil y un ojo en el homebanking. Dormimos mal, nos despertamos peor y vamos tirando. Pero ojo, todavía hay margen para mejorar. Y no siempre se trata de comprar cosas: a veces alcanza con cambiar hábitos. O al menos, apagar el noticiero media hora antes de dormir.

En el lugar más extraño, en el momento en que no lo esperás, podés encontrar una buena punta para una nota periodística, recomendaba hace algunas décadas el maestro Félix Laiño en cada café que compartía con jóvenes colegas. Y la premisa se volvió a cumplir el viernes a la tarde en el cóctel de apertura de la Plaza de la Música, donde funcionara GAP. Allí, empresario capitalino que viajó especialmente para asistir al recital de Don Osvaldo, la banda liderada por Patricio Fontanet, comentó ante dos periodistas marplatenses –gin tonic en mano– que el fondo dueño de Havanna apunta a quedarse con las operaciones de Carrefour en Argentina que maneja 700 sucursales en varios formatos, con los 80 híper, 80 markets, 35 mayoristas y 450 del modelo Express. No obstante, explicó que otro de los nombres que suenan es el de Rubén Chernajovsky, fundador y CEO del grupo Newsan –está presente también en Mar del Plata–, que nació como un ‘holding’ de electrónica pero que actualmente se encuentra diversificado, ya que además de contar con una empresa pesquera adquirió Procter & Gamble (Gillete, Pantene, Pampers y Always) el año pasado. Y se añadió que también se le habría ofrecido la posible compra de Carrefour a Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre y siempre mencionado en cualquier probable negocio que esté dando vueltas.

En otro sector del espacio donde se desarrollaba el cóctel de apertura, y mientras el productor musical José Palazzo, organizador del festival Cosquín Rock, charlaba con la periodista Paola Galano, dos jóvenes emprendedores de la ciudad hablaban del difícil momento que está atravesando la industria de la cerveza artesanal que otrora fuera tan fuerte en la ciudad. “Han cerrado varias fábricas chicas y las grandes están realizando despidos con cuentagotas porque los números ya no cierran. Lo que fue un boom hoy está con respirador artificial”. Se sumó a la charla periodista capitalino, socio de una cervecería en Ramos Mejía, quien aportó buena información. En Buenos Aires, dijo, cerraron dos cervecerías icónicas como Buena Birra y Cervelar a partir de la baja del consumo, que ronda el 30 % a nivel nacional. “El problema que afrontan las cervecerías artesanales es que actualmente venden en pesos un producto que es elaborado con insumos dolarizados. Por eso, se está dando preponderancia a las cervezas rubias o livianas en detrimento de las lupuladas que son más amargas. Los estilos clásicos –terminó dando cátedra– vuelven a tener preponderancia empujados por el menor costo y el fin del auge artesanal”.