La segunda audiencia del juicio por el asesinato del exconvicto Juan David Anchoverri quedó marcada por una vergonzosa agresión de un abogado a su colega , ya que en plena sala mientras un testigo declaraba Cristian Moix le pegó un cabezazo a su colega, Martín Bernat.

Tras esta situación, el debate realizado en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 estuvo demorado hasta que se aclaró lo sucedido y Moix esnayó un pedido de disculpas. Luego, se le impuso a Moix una multa equivalente a diez ius arancelarios, unos $422.190, y ordenaron que se le comunique lo sucedido al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados.

Según pudo reconstruir LA CAPITAL, el incidente ocurrió mientras la abogada que representa a la familia de Anchoverri, Luz Alonso Proto, le hacía preguntas a un testigo aportado por el abogado Martín Bernat, quien es el defensor particular de Juan José De la Canal (44).

En medio de las preguntas, Cristian Moix, abogado defensor del otro imputado Mateo Hernán Rothen (21), habría golpeado a Bernat, por lo que los jueces del Tribunal N° 1 decidieron desalojar inmediatamente la sala.

Tras un pedido de disculpas de Moix a todos los presentes, el debate continuó con el resto de las declaraciones.

Se espera que el miércoles, las partes hagan sus alegatos de cierre.

“Pido que se haga justicia”

“Mi hijo estaba lleno de vida, pero la droga te estropea”, expresó entre lágrimas Daniela, la madre de David Anchoverri. Recordó que David había trabajado con caballos de polo, que incluso viajó a Inglaterra y recorrió varios países de Europa, pero que luego se quedó en Mar del Plata, donde comenzó a tener problemas de adicción a las drogas. “Lo interné en Buenos Aires para tratar su adicción. Cuando estaba fresco, se notaba. Era un buen tío, tiene un hijo de 13 años”, contó.

“Mi hijo tenía sus cosas, sufría porque le gustaba la droga y la droga te estropea la vida. Ya no entran las razones. Él me decía: ‘Cuando quiero tomar tomo y si no cuando la quiero dejar la dejo'”, expresó la madre de Anchoverri.

Según relató, su hijo intentaba alejar a los chicos del consumo y de la venta de drogas en el barrio. “No permitía que los chicos del barrio se drogaran. Decía: ‘Así como yo, quieren verse como yo’”.

Daniela explicó que fue difícil enfrentarse a los acusados en la sala de audiencias. “Yo declaré y ni sabía que estaban ahí. Después me dicen: ‘Ahí está’. Me daba pena el pibe, porque no dejaba de ser un chico, tenía 18 años”, sostuvo en referencia a Rothen, a quien señaló como alguien que “se estropeó en pocos meses al convivir con De la Canal”.

Aseguró también que encontrar testigos fue complejo, porque en el barrio “todos tenían miedo y nadie quería hablar”. Y cerró con un pedido: “Que se haga justicia para que él descanse en paz. Yo necesitaba poner un punto a esto para poder seguir con mi vida. Desde ese momento mi vida quedó ahí trabada. David era mi hijo más chico”.

Diferentes estrategias

El juicio por el crimen de David Anchoverri llegará a su fin el miércoles y cada una de las partes planteará su caso en el alegato de cierre.

Para el fiscal Alejandro Pellegrinelli y la abogada querellante, Luz Alonso Proto, tanto De la Canal como Rothen son coautores del crimen de Anchoverri y buscarán una pena ejemplificadora.

Alonso Proto sostuvo durante toda la instrucción, e incluso en el debate apoyada por testigos, que Juan de la Canal disparó primero a Anchoverri y que luego Rothen lo “remató” en el suelo. Considera que ambos tuvieron una participación activa.

“David estaba desarmado y fue emboscado por dos personas que eran sentinelas para De la Canal, quien manejaba punto de venta de droga. De la Canal y su hijastro lo mataron, lo dejaron ahí, le robaron todas las prendas y lo abandonaron”, concluyó la abogada de la familia de la víctima.

Por su parte, el abogado Martín Bernat sostiene que su defendido, De la Canal, no participó del hecho y que nunca disparó, por lo que planteará la absolución del hombre que, en su declaración, había señalado a su hijastro como responsable.

En cambio la estrategia del abogado que representa a Rothen, Cristian Moix, se centrará en plantear el crimen como un caso de legítima defensa.