El Ministerio Público Fiscal bonaerense desestimó la denuncia que presentó el intendente Guillermo Montenegro por el mal estado y el “abandono” de animales que aún habitan el predio del ex Aquarium.

En su presentación, el jefe comunal había planteado la posible comisión de los delitos de maltrato y crueldad animal, de acuerdo a lo establecido por la ley N°14.346. A su vez, había solicitado investigar y corroborar lo expuesto en diversos medios en cuanto al abandono, sobre todo, de delfines y otras especies que todavía se encuentran en el lugar para garantizar así el bienestar de los mismos y esclarecer los hechos.

En la investigación preliminar se recibieron las actuaciones labradas por la Dirección de Zoonosis y Bienestar Animal, organismo dependiente del municipio, que constató la presencia de 7 lobos marinos, 10 delfines, 45 pingüinos y 30 lémures.

Los ejemplares se mostraron “activos, con adecuado estado corporal, sin signos visibles de enfermedad ni desnutrición”. Y se confirmó, además, que eran “debidamente alimentados en sus sectores”.

Del relevamiento efectuado, “tampoco se observó la existencia de animales muertos ni signos de abandono, limitándose las observaciones al deterioro edilicio del predio”. Dicha irregularidad “puede tramitarse por la vía administrativa correspondiente” en caso de que el municipio lo considere oportuno, añadió el Ministerio Público Fiscal.

A partir de estas consideraciones, “lo denunciado no configura ilícito penal alguno, toda vez que la prueba colectada descarta la existencia de actos de maltrato o crueldad animal”. En efecto, la cuestión “se reduce a aspectos administrativos o de gestión edilicia, carentes de relevancia penal”.

Cierre

Tras su inauguración en 1993, Aquarium Mar del Plata cerró definitivamente el pasado 31 de marzo, debido a que no se logró llegar a un acuerdo por el alquiler con los propietarios del predio.

“Con profundo pesar anunciamos el cierre definitivo de Aquarium Mar del Plata, un pilar del turismo y la recreación en nuestra ciudad desde su inauguración en 1993”, explicaron en un comunicado.

Durante los últimos tres años, los responsables de Aquarium mantuvieron “diversas negociaciones con los propietarios del terreno en un esfuerzo por renovar el contrato”, aunque “lamentablemente” no se alcanzó un acuerdo. Los dueños decidieron destinar la propiedad “a otros proyectos”.

A raíz del cierre, aseguraron que “todos los animales del parque, nacidos bajo cuidado humano, serán reubicados en acuarios y zoológicos tanto nacionales como internacionales”. 

“Nuestros delfines -detallaron-, junto con sus progenitores originarios del Caribe, serán trasladados a un oceanario en dicha región”.