En los alegatos del juicio por el asesinato del exconvicto Juan David Anchoverri los jueces del Tribunal N° Oral en lo Criminal N° 1 escucharon planteos que fueron desde las absoluciones de los imputados Juan José De la Canal y su hijastro Mateo Hernán Rothen hasta las condenas, con penas de 20 años de prisión.

En la última audiencia del juicio, los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Paula Soulé escucharon los alegatos de las partes. El primero fue el del fiscal Alejandro Pellegrinelli quien sostuvo la hipótesis acusatoria planteada desde un principio: que tanto De la Canal como Rothen participaron del asesinato de Anchoverri, por lo que solicitó la pena de 18 años para ambos.

La abogada que representa a la familia de Anchoverri, Luz Alonso Proto, acompañó el planteo del fiscal Pellegrinelli, pero pidió condenas más severas y solicitó a los jueces penas de 20 años para los imputados del homicidio.

Luego fue el turno de las defensas. Cristian Moix, en representación de Rothen, sostuvo como en todo el proceso que se trató de un caso de legítima defensa y pidió la absolución de ambos acusados. De no ser tenido en cuenta este planteo, pidió que se lo condenara por exceso en la legítima defensa o por el mínimo del homicidio agravado.

El abogado De la Canal, Martín Bernat, alegó que su defendido no tuvo participación en el asesinato, por lo que tenía que ser absuelto. De manera subsidiaria, solicitó el mínimo de pena si lo condenaban como coautor del crimen.

Finalizados los alegatos, el Tribunal N° 1 anunció que dará a conocer la condena el lunes 15 de septiembre al mediodía.

El juicio por el asesinato del exconvicto Juan David Anchoverri quedó marcado por una agresión de un abogado a su colega mientras una testigo declaraba.

Según pudo reconstruir LA CAPITAL, el incidente ocurrió en la segunda audiencia, mientras la abogada que representa a la familia de Anchoverri, Luz Alonso Proto, le hacía preguntas a un testigo aportado por el abogado Martín Bernat, quien es el defensor particular de De la Canal.

En medio de las preguntas, Cristian Moix, abogado defensor del otro imputado, habría golpeado a Bernat, por lo que los jueces del Tribunal N° 1 decidieron desalojar inmediatamente la sala.

Tras un pedido de disculpas de Moix a todos los presentes, el debate continuó con el resto de las declaraciones. Luego, se le impuso a Moix una multa equivalente a diez ius arancelarios, unos $422.190, y ordenaron que se le comunique lo sucedido al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados.

El asesinato según uno de los imputados

El hecho ocurrió en la madrugada del 7 de marzo de 2023 en Anchorena y Los Duraznos. En su declaración indagatoria hace ya dos años, De la Canal había explicado que escuchó gritos de una pelea y, como el hijo de la pareja, Mateo Hernán Rothen, se encontraba afuera el hombre decidió salir.

Una vez fuera, su hijastro pasó por delante suyo ya que intentaba huir de un grupo de cinco personas que lo perseguían.

“Vos qué te vas a meter gato, si el problema no es con vos”, le habría dicho en ese contexto Juan David Anchoverri (30) a lo que el imputado le respondió: “Sí, me voy a meter porque el problema es con mi hijo”.

—Vamos a pelear-, habría dicho finalmente Anchoverri.

Siempre según esta versión de De la Canal, Anchoverri se sacó la remera, la dejó en el suelo y se incorporó para pelear. En ese momento se produjo un disparo y la víctima se desplomó en el suelo. Al girar la cabeza, De la Canal dijo que vio que su hijastro, Rothen, sostenía un arma de fuego y disparaba nuevamente contra Anchoverri.

Los disparos hicieron que las personas se dispersaran y Rothen corrió hacia su casa, donde estaba su madre. “Me voy a Buenos Aires porque lo maté”, habría dicho el joven y se fue del lugar, hacia lo de un amigo a quien le habría pedido que llamara un remís y guardara el arma homicida.

Finalmente,  Mateo Hernán Rothen sería detenido el jueves 9 de marzo en San Antonio de Areco.

En la declaración, De la Canal explicó que Rothen era hostigado continuamente en el barrio Las Dalias y aseguró que el joven no consumía drogas y que en su casa no había armas de fuego. Tras el crimen, allegados a Anchoverri intentaron prenderle fuego la casa y atacaron a su pareja.

Entre delitos y el amor de la madre

Juan David Anchoverri llevaba una vida vinculada al delito y a la violencia y hay registros de sus antecedentes penales desde el 2011, cuando tenía 18 años. Además, había trabajado durante años con caballos de polo, incluso viajó a Inglaterra y recorrió varios países de Europa, pero que luego se quedó en Mar del Plata, donde comenzó a tener problemas de adicción a las drogas.

El 28 de septiembre de 2011 quedó acusado por un violento asalto y la fiscalía lo imputó por “robo doblemente agravado por uso de arma y por su comisión en poblado y en banda”.

En 2014 quedó imputado por “robo calificado” y dos años después quedó envuelto en una un allanamiento que se realizó por otro robo calificado.

En 2020, al inicio de la pandemia fue imputado en dos oportunidades por incumplir el aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el presidente Alberto Fernández. En 2021 fue acusado por lesiones, que luego serían desistidas, su última causa fue abierta en enero de 2023, por averiguación de ilícito.

En cuanto a condenas, en diciembre de 2021 el juez Federico Wacker Schroder, del Tribunal Oral N° 3, le impuso a Anchoverri la pena de  1 años y 6 meses de prisión por el delito de “robo agravado por escalamiento y efracción en grado de tentativa” y lo declaró reincidente, ya que había tenido también una condena de 3 años por un “hurto agravado por ser perpetrado con escalamiento y con la intervención de un menor”.

Ante esta situación, el vencimiento de la pena de Anchoverri estaba fijado para el 6 de diciembre de 2022, sin embargo el 28  junio de 2022 el Juzgado de Ejecución N° 1 le otorgó el beneficio de la libertad asistida.

“Mi hijo tenía sus cosas, sufría porque le gustaba la droga y la droga te estropea la vida. Ya no entran las razones. Él me decía: ‘Cuando quiero tomar tomo y si no cuando la quiero dejar la dejo’”, expresó Daniela, la madre de Anchoverri y agregó: “Lo interné en Buenos Aires para tratar su adicción. Cuando estaba fresco, se notaba. Era un buen tío, tiene un hijo de 13 años”.

Según relató, su hijo intentaba alejar a los chicos del consumo y de la venta de drogas en el barrio. “No permitía que los chicos del barrio se drogaran. Decía: ‘Así como yo, quieren verse como yo’”.

“Que se haga justicia para que él descanse en paz. Yo necesitaba poner un punto a esto para poder seguir con mi vida. Desde ese momento mi vida quedó ahí trabada. David era mi hijo más chico”, dijo finalmente la madre de Anchoverri.