Se puede empatar en bancas, pero en votos se gana o se pierde
Panorama político nacional de los últimos siete días
Por Jorge Raventos
Muchos observadores se preguntan si el burdo y desubicado ataque contra el senador Luis Juez que el “Gordo Dan” (nom de plume en las redes del médico genetista Daniel Parisini) lanzó desde su cuenta de “X” formaba parte de un repertorio de episodios diversionistas alentado desde usinas del oficialismo nacional. La rápida reacción del jefe de Gabinete Guillermo Francos y de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para tomar distancia del ofensivo ataque subrayó que el hecho de que Parisini haya sido cálidamente ensalzado por el Presidente un mes atrás, en Córdoba, en un acto de la Derecha, no le otorga fueros para disparar a mansalva. Esa agresión, por otra parte, pareció un gol en contra pues no solo ofendió a un aliado de La Libertad Avanza sino que reavivó temas que, en la semana previa a la elección bonaerense, el oficialismo trataba de desplazar de la conversación pública: la reafirmación por el Congreso de la Ley de Emergencia en Discapacidad que el Presidente había vetado y, ligada a ella, la creciente atención pública en el affaire Spagnuolo y sus ominosas reverberaciones sobre el centro del poder.
Puede decirse que, más allá de la tropelía del doctor Parisini, el gobierno tuvo bastante éxito en este objetivo, porque la agenda se pobló de otros asuntos que compitieron con el audiogate por espacio mediático.
Cómo ocultar un elefante
Por ejemplo, el gobierno denunció ante la Justicia una operación destinada a desestabilizar al Presidente a través de la difusión de grabaciones de sus funcionarios realizadas en sedes oficiales, pidió que se prohibiera la reproducción de esos registros y sostuvo (o conjeturó) que en la conspiración estaban involucrados espías formados en Rusia y Venezuela además del secretario de finanzas de la Asociación del Fútbol Argentino, el cónyuge de una reciente exafiliada de La Libertad Avanza y varios periodistas, de cuyos domicilios pidió el allanamiento.
Con todo, algunos otros de los temas emergentes se convirtieron también en problemas. El salto del dólar combinado con el alza de las tasas, la intervención oficial sobre los encajes bancarios y, en los hechos, el abandono de la flotación cambiaria que hace unas semanas se esgrimía como línea financiera despertaron desconcierto y preocupación en los mercados y cuestionamientos de prestigiosos economistas. Que la intervención oficial incluyera repetidas ventas de reservas del Tesoro (500 millones de dólares en cuatro días) agravó los diagnósticos sobre la gestión oficial.
El acto de cierre de la campaña bonaerense de La Libertad Avanza, el miércoles 3, en un estadio de Moreno, en arrabales últimos del conurbano, fue quizás pensado como una muestra de la voluntad oficialista de desafiar al kirchnerismo (presentado como si se tratara de un campeón a destronar) jugando en campo ajeno. El resultado de esa aventura fue borroso: las dimensiones del lugar elegido resultaron demasiado holgadas para una concurrencia que, pese a la comodidad de los medios de transporte gratuitos facilitados, a simple vista estuvo lejos de colmar el espacio y, probablemente, también las expectativas de los organizadores. El Presidente desagravió en escena a su hermana Karina pero no gastó tiempo en presentar a los candidatos locales, se rodeó, en cambio, de postulantes de otras secciones que vienen bien calificados en las encuestas y matizó sus habituales ataques al al kirchnerismo con vehementes exhortaciones al presentismo electoral de sus propios seguidores. Como para motivarlos, aseguró que el comicio “está en empate técnico”, una manera de decir que cada voto es decisivo.
El mismo miércoles el Senado anuló el veto presidencial a la ley de emergencia de discapacidad ya aprobada por el Congreso y volvió a ponerla en vigencia. Es un hecho histórico: Milei es el primer Presidente al que el Poder Legislativo le anula un veto en más de dos décadas. La Cámara Alta aprobó asimismo la modificación del régimen vigente de decretos de necesidad y urgencia que, al permitir la llamada “sanción ficta” (quedan ratificados si el Congreso no los trata) y al otorgarles validez si no son rechazados por ambas Cámaras del Congreso con mayoría absoluta de los miembros presentes, facilita que el Ejecutivo gobierno sin el auxilio y el control del Poder Legislativo. El gobierno de Milei hace uso de este expediente para sustituir su escaso respaldo parlamentario. De aprobarse la reforma en la Cámara de Diputados, el Presidente perdería un instrumento vital para su estilo de decisión.
Socios en la polarización
En fin, el último domingo de agosto se había consumado la elección correntina, que había concitado menos interés de los medios que la que ocurre hoy en la provincia de Buenos Aires. La de Corrientes exhibió dos rasgos muy interesantes. El primero: el ausentismo tuvo una incidencia mucho menos marcada que la de otros comicios de este año. Votaron 7 de cada 10 correntinos. Probablemente ese presentismo se explica porque se dirimía el nombre del próximo gobernador de la provincia: los cargos ejecutivos consiguen más interés de los ciudadanos que elecciones menores.
Segundo dato interesante: una fuerza local -el radicalismo provincialista de “Vamos Corrientes”- arrasó al eje centralista polarizador (La Libertad Avanza/Kirchnerismo) que, si se suman los votos de ambos polos, queda veinte puntos atrás del ganador.
Todos los ojos se fijan hoy en el comicio bonaerense. Los resultados admitirán en este caso distintas interpretaciones: algunas pondrán el acento en la cantidad de bancas o sillas municipales conquistadas (en este rubro es donde seguramente puede hablarse de “empate técnico” entre las dos fuerzas mayores), otros, en la cantidad de secciones ganadas, otras en la cantidad total de votos obtenidos en la provincia. En este último rubro es donde Milei necesita evitar una derrota que los mercados lean premonitoria.
Inevitablemente habrá lecturas nacionalizadoras porque, si bien se mira, la provincia de Buenos Aires es el único distrito donde la famosa “grieta” sobrevive. Si el kirchnerismo existe en una provincia, esa es Buenos Aires, particularmente en sus conurbanos. Se trata del único distrito donde la consigna del oficialismo nacional (“Kirchnerismo nunca más”) puede sostenerse sin que parezca un sinsentido, como ocurriría en Córdoba, Tucumán o Salta, por ejemplo.
La elección correntina demostró que en esa provincia la opción polarizadora centralista no hace pie: como dijimos, sumados, los votos del kirchnerismo (que salió segundo) y La libertad Avanza (que terminó cuarto) apenas llegan al 30 por ciento. El provincialismo radical, obtuvo más del 50 por ciento.
El oficialismo nacional propone en Buenos Aires la polarización con tono de cruzada, para “clavar el último clavo”
en el simbólico féretro del kirchnerismo, Aunque el Presidente siente que los mercados interpretarían una derrota casi como un final de juego, últimamente, maliciando que las cosas pueden no andar bien hoy, el gobierno ha dejado trascender encuestas que sugieren una derrota y adelantan que “el verdadero desafío” es el del 26 de octubre, que lo de hoy será un piso para el oficialismo y un techo para Fuerza Patria.
La expectativa: que si hay caída este domingo, ella sea “leve” (digamos, propia del empate técnico que Milei presumió en Moreno, dos o tres puntos). Porque si la suerte fuera más negativa, es probable que los mercados incrementen su nerviosismo y teman por los resultados bonaerenses del 26 de octubre.
El gobierno se preocupa por el muy probable ausentismo; algunos analistas estiman que la abstención del voto puede ser un canal de expresión del presunto desencanto de parte del electorado de Milei en la segunda vuelta de 2023. Se trataría de una “protesta blanda”, no votar como alternativa a votar a otras fuerzas.
En el hipotético desencanto que esos observadores registran tienen incidencia varios factores. Aunque el gobierno haya conseguido asordinarlo, el affaire Spagnuolo ha estallado como una bomba de racimo. La pesquisa sobre los autores de las filtraciones ha sido priorizada sobre el esclarecimiento público de los hechos aludidos, que por combinar la temática de la corrupción con un campo sensible como es de la discapacidad, tiene un considerable peso inmediato en la opinión pública.
El asunto del llamado audiogate golpeó en el corazón del oficialismo, cuyas estructuras políticas son frágiles y heterogéneas. Sin cuadros intermedios probados, las crisis alcanzan rápidamente a su centro conductor.
Votos, acuerdos, reformas
Milei ha impulsado reformas impensadas hace apenas veinte meses. Su estilo disruptivo, acompañado de una autoridad central sólida, lo ha permitido. Lo consiguió sobre la base de un ejercicio agudo de hiperpresidencialismo. Su logro más notable vino siendo el combate contra la inflación y el déficit fiscal, dos metas que el Presidente sostiene férreamente y privilegia sin demasiados matices sobre el resto de los temas. Así, ha conseguido convertilos en denominador común de buena parte de las fuerzas políticas y de la mayoría de las provincias, que comparten ese objetivo aunque difieran en los métodos para alcanzarlo y en las materias a sacrificar para hacerlo.
Sin embargo, en este momento esos avances trastabillan y además conviven con deudas pendientes: la producción, el empleo y el equilibrio social permanecen frágiles; la prolongación de los ajustes genera resistencias y las reformas de mayor alcance que los mercados esperan demandarán respuestas más complejas que las meramente técnicas o que el ejercicio hiperpresidencialista asentado en la combinación DNU-veto.
La paradoja del mileísmo está a la vista: el liderazgo personal de Milei es fuerte pero sus instrumentos políticos son débiles y desarticulados. Esa asimetría constituye tanto su activo como su mayor vulnerabilidad.
Más allá de la elección de hoy, la Argentina atraviesa una encrucijada histórica. La política nacional, desgastada por décadas de crisis de representación, genera la percepción de un sistema incapaz de dar respuestas. Se enfrenta el desafío de pilotear una transformación estructural empujada tanto por factores internos como por la dinámica de un escenario internacional en mutación.
La pregunta de fondo es si el sistema puede resetearse para dar impulso y sostenibilidad a este proceso o si, por el contrario, quedará atrapado en sus propias impotencias.
Lo más visto hoy
- 1Habría sido identificado el autor del disparo contra el policía Ruiz « Diario La Capital de Mar del Plata
- 2Cómo estará el clima este sábado en Mar del Plata « Diario La Capital de Mar del Plata
- 3Solicitan 25 años para el acusado de explotar sexualmente a dos exparejas « Diario La Capital de Mar del Plata
- 4Revista Central reunió a los personajes del año en el Paseo Aldrey « Diario La Capital de Mar del Plata
- 5Se derrumbó el techo de un kiosco y aplastó a un hombre « Diario La Capital de Mar del Plata
