Santiago Alberto Sosa y Jorge Alejandro “El pelado más buscado” Roldán comenzaron a ser juzgados este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 acusados de haber encabezado un demencial ataque a tiros en una plaza del barrio Cerrito Sur para matar al  líder de “La Pesada” Luis “Indio” Coman y así quedarse con el control de la barra brava de Aldosivi.

En ese episodio, ocurrido el 5 de noviembre de 2022, fue baleado un nene de 11 años y resultaron heridos con armas de fuego tres hombres. Por los hechos, Sosa y Roldán quedaron imputados por los delitos de “homicidio agravado en grado de tentativa, abuso de armas y lesiones leves agravadas por el uso de armas de fuego”.

Si bien lo sucedido fue investigado por el fiscal Leandro Arévalo, en el debate está al frente el actual titular de la Fiscalía N° 7, Carlos Russo, quien al plantearle el caso a los jueces Roberto Falcone, Alexis Simaz y Ricardo Perdichizzi, siguió la misma línea acusatoria de su colega.

A su turno, el abogado particular de Roldán, Martín Bernat, remarcó que si bien el ataque existió, su defendido no tuvo nada que ver y su vinculación al hecho fue producto de una supuesta falsa denuncia del “Indio” Coman y su familia para sostener el control de la barra brava de Aldosivi.

En cuanto a la situación del otro imputado, Sosa está representado en el juicio por un integrante de la Defensoría Oficial, desde donde aseguraron su inocencia ya que hay videos que lo muestran en otro lugar en el horario que fue el ataque.

Luego de que las partes plantearan el caso, fue el turno de los primeros testigos. La víctima principal, Luis “Indio” Coman fue citado a declarar y ante los jueces se presentó como el líder de la barra brava de Aldosivi, un rol que explicó como una suerte de “organizador” de fanáticos en la previa de los partidos.

Según el abogado Bernat, el testimonio de Coman fue, cuanto menos, contradictorio con respecto a sus dos declaraciones durante la instrucción.

Algo similar se observó con lo que expuso la madre del niño que fue baleado y la esposa del “Indio” Coman, quien planteó que si hay problemas entre dos facciones de la barra se deberían arreglar esos asuntos “en la calle”, sin la intervención del Estado.

Se espera que el martes y el miércoles den testimonios otras personas, como los policías que hicieron el operativo y testigos que serán presentados por las defensas.

La hipótesis fiscal se centra en el ataque que ocurrió el 5 noviembre de 2022 mientras la murga -una expresión artística “oficial” de “La Pesada”, ala característica de la barra de Aldosivi- empezaba a agitar los parches de los bombos y se preparaba para hacer un show. De acuerdo a la investigación, Roldán y Sosa llegaron al lugar junto a otros hombres, vestidos de oscuro y armados, y abrieron fuego. Si bien Coman logró escapar, varios disparos alcanzaron a personas que estaban en la plaza: un niño sufrió una herida en la rodilla, mientras que tres hombres recibieron impactos en sus piernas y manos.

Los testigos relataron escenas de pánico: vecinos corriendo para refugiarse en casas cercanas, familias enteras escapando y hasta perros muertos por las balas. “Fue una locura, tiros para todos lados. Mi hijo estuvo en medio de la balacera, no me lo mataron porque Dios es grande”, declaró una mujer en el expediente.

Según la acusación, el ataque no fue improvisado sino planificado, con un destinatario claro: Luis Coman, a quien Roldán habría amenazado días antes tras ser apartado de la hinchada por una pelea en la tribuna. El propio Coman declaró que Roldán le dijo: “A vos te voy a cagar matando”, y que luego lo enfrentó armado.

La investigación también reveló el temor de testigos y víctimas para declarar por posibles represalias. Varios de ellos minimizaron o negaron lo ocurrido, lo que la fiscalía atribuye al clima de violencia y miedo que rodea a la interna de la barra.

La investigación judicial destacó que detrás del ataque existían conflictos previos e intereses contrapuestos dentro de la barra de Aldosivi. Ese trasfondo explica en parte la falta de colaboración de víctimas y testigos: a pesar de la gravedad del hecho y el alto nivel de violencia, muchos de los involucrados se negaron a declarar por temor, ya que víctimas y victimarios se conocían entre sí, eran vecinos y compartían la misma tribuna.

Sosa y Roldán negaron las acusaciones y brindaron versiones que, según la fiscalía, fueron “coordinadas” para reforzar su defensa. El juicio buscará establecer su responsabilidad en un episodio que, además de la disputa barrabrava, dejó en evidencia la exposición de familias y vecinos a un fuego cruzado que pudo terminar en tragedia.