La expresión deportiva y cultural más grande del país vive su 34° edición, que ya se consolidó como la más concurrida de la historia de los Juegos Bonaerenses. En su apertura oficial, la ciudad se tiñó de los colores de los 135 municipios participantes.

Más de 30.000 deportistas y artistas finalistas formaron parte de la inauguración oficial. El sol acompañó el clima festivo: grandes grupos con banderas, uniformes y accesorios distintivos recorrieron el Paseo Hermitage con cantos eufóricos, trompetas, bombos y bengalas de humo.

Hacia las 16, el escenario vibró con las batallas de freestyle, que no perdieron oportunidad de inspirarse en elementos característicos de Mar del Plata, como sus playas y alfajores. Esto forma parte de las propuestas culturales de los juegos, junto a los espacios permanentes de recreación, música y deportes.

Cristian Rossi, entrenador que viajó desde la localidad de Avellaneda, detalló que la delegación completa de su municipio consta de aproximadamente 300 participantes, entre técnicos y asistentes.

“Es un estímulo de todo el año, un objetivo final. El desarrollo del deporte, la comunión de los chicos…, es muy, muy importante para ellos”, compartió. Y afirmó: “Haber participado ya es un logro y ahora que estamos acá, en las finales, trataremos de llegar lo más alto posible”.

Entre el público, un Maradona con la copa del mundo se ganó los gritos de aprobación de la gente, que alentó mientras ingresaban al escenario los representantes de cada municipio.

Luego fue el turno de la mascota de estos juegos, que siempre tiene que ver con animales autóctonos de la provincia de Buenos Aires. En esta ocasión, la elegida fue “Bona”, un carpincho caracterizado con la vestimenta típica de gaucho, que sorprendió con pasos de break dance al ritmo de las canciones del momento.

Milena Salamanca, figura destacada del folclore nacional, entonó las estrofas del himno. Al finalizar se hicieron presentes el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, y el subsecretario de Deportes, Cristian Cardozo.

Tras las palabras inaugurales, Kicillof entregó distinciones a dos participantes de los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento 2025 (JADAR): Dolores Carregal, gimnasta marplatense, y María José Campos, campeona de ajedrez de Avellaneda.

Finalmente, el gobernador presionó el botón que dio paso a la lluvia de papeles celestes y blancos.  De esa manera, quedó formalmente inaugurada la 34º edición de los Juegos Bonaerenses.

Que no falte la música

Temas de cuarteto, cumbia y pop anticiparon la llegada de Luck Ra, que se presentó a las 18 ante el estallido de miles de fanáticos. El cantante cordobés volvió a la ciudad meses después de su presentación en el 151º aniversario de Mar del Plata y, como aquella vez, contagió a la multitud con su carisma y pasos de baile.

Participantes de todas las edades levantaron sus manos al ritmo de “Ya no vuelvas”, “Qué sed” y “Que me falte todo”, entre otros hits del artista, con humo y globos que acompañaron su presentación.

Deportes adaptados

La inclusión es una parte significativa de los juegos, que reúnen a participantes con discapacidad, trasplantados y adultos mayores. Desde el escenario, una intérprete de lengua de señas estuvo presente durante todo el desarrollo del acto inaugural.

Los juegos tienen en cuenta, por ejemplo, disciplinas como la natación adaptada. “Para los chicos son valiosísimos, porque es un lugar donde pueden demostrar sus habilidades”, expresó Adriana Gómez, de Lomas de Zamora, que destacó a su vez “la cantidad de contingentes que participan”.

Este año se inscribieron 480.000 bonaerenses, récord que superó la marca alcanzada en 2024. La edición, que ya es la más concurrida de la historia, se vive con gran ilusión. Porque a los Juegos los participantes vienen a competir, pero también a compartir.

Las competencias comienzan mañana. Y la fiesta, que durará cinco días más, apenas comenzó.