Con una derrota tan ajustada como emotiva en el punto de dobles, Argentina cayó ayer 2-1 frente a Alemania en los cuartos de final de la Copa Davis, serie disputada en el estadio SuperTennis de Bologna, Italia. Así, quedó trunco el sueño de la consagración en la edición 2025.

El equipo dirigido por Javier Frana quedó sin chances tras la caída de la dupla conformada por el marplatense Horacio Zeballos y el bonaerense Andrés Molteni, quienes protagonizaron un duelo de altísimo nivel ante Kevin Krawietz y Tim Puetz.

Los alemanes se impusieron por 6-4, 4-6 y 7-6 (10) en un cierre dramático.

Argentina había tomado la delantera gracias al triunfo de Tomás Martín Etcheverry (60°), que venció a Jan-Lennard Struff (84°) por 7-6 (3) y 7-6 (7) tras conseguir 22 aces.

El platense mostró carácter para revertir un inicio desfavorable –con quiebre incluido–, recuperar el terreno perdido y forzar un tie-break en el primer set, donde fue más preciso desde el fondo.

La segunda manga mantuvo el equilibrio: Struff desaprovechó sus oportunidades de quiebre y Etcheverry, firme con su derecha, volvió a dar un salto de calidad en los momentos determinantes para cerrar una victoria muy celebrada.
El panorama se complicó luego para Francisco Cerúndolo (21°), la mejor raqueta del país, ante un Alexander Zverev (3°) intratable. Aunque el historial favorecía al argentino (3-1), todos sus triunfos habían sido en polvo de ladrillo, y en cancha rápida el guion fue distinto.
Cerúndolo mostró irregularidad y Zverev, con un servicio implacable y templanza en los puntos clave, lo superó 6-4 y 7-6 (4).

En el segundo set, el argentino elevó su nivel, llegó a quebrar y tomó la iniciativa desde el fondo, pero no consiguió sostener la ventaja y el alemán impuso su jerarquía en el desempate.

El duelo decisivo fue, sin duda, el mejor de todos: un espectáculo de dos horas y 29 minutos que se definió por detalles y que mantuvo en vilo a todos.

Zeballos y Molteni, pese a no competir juntos en el circuito, mostraron una muy buena química. En el primer set dominaron desde temprano, tras quebrar en cero en el tercer game, y luego sostuvieron el servicio con solidez para cerrarlo 6-4 sin ceder un solo punto en los últimos games al saque.

En el segundo parcial, los alemanes tomaron ventaja con un quiebre en el extenso segundo game, y aunque la dupla albiceleste recuperó terreno al ponerse 4-4, Krawietz y Puetz volvieron a golpear en el momento justo para forzar el tercer set.

La manga definitiva fue la más larga y pareja, con ambos binomios sosteniendo todos sus servicios y regalando puntos de altísimo vuelo, hasta desembocar en un tie-break inevitable.

En el desempate, los alemanes arrancaron mejor (3-1, 4-2) y llegaron a tener tres match-points con el 6-3.
Argentina los salvó todos -incluido uno con devolución rival- y llegó incluso a contar con su propio match-point tras otro mini-quiebre. Pero una gran devolución de Krawietz obligó a Zeballos a una volea muy difícil que terminó en la red.

Los dos match-points posteriores, con servicio alemán, fueron imposibles. Los argentinos resistieron hasta donde pudieron, con el marplatense brillando con notables tiros.

Finalmente, un passing de Puetz que besó la línea selló la serie y el final del sueño argentino.
Aun así, el equipo mostró que está a la altura de las grandes potencias, con dos marplatenses. Porque Francisco Comesaña debutó en la victoria como visitante ante Países Bajos -tras el triunfo inicial en Noruega- y ayer acompañó como suplente.

Alemania se cruzará el sábado en semifinales con España (superó 2-1 a República Checa). El otro cruce será entre Italia y Bélgica.