¿Una nueva relación con la provincia?, se van encendiendo los motores y salen los Havanna Bristol y Playa Grande
Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata
La foto del saludo entre el gobernador Axel Kicillof y el intendente Agustín Neme, en el acto del lanzamiento del Operativo Sol el viernes en Santa Clara del Mar, no pasó desapercibida en el círculo político marplatense. ¿Se iniciará una nueva relación entre municipio y gobernación tras las tensiones que se plantearon en la relación Kicillof-Montenegro? “Tenemos que reunirnos”, le dijo el ministro de Gobierno, Carlos Bianco -mano derecha del mandatario bonaerense- a Neme, quien ya de vuelta en Mar del Plata no pudo dejar de sonreír ante las “operetas” que suelen armarse en materia política. “Neme se fue antes del acto cuando en uno de los discursos se criticó a Mauricio Macri”, se quiso instalar. Erróneo. El intendente estiró hasta donde pudo su presencia en la vecina localidad -el acto estaba anunciado a las 9 y comenzó 11.30- y además en su despacho lo esperaba el embajador de Indonesia para una reunión protocolar.

“Tendrá que hacer equilibrio entre el PRO, La Libertad Avanza y los radicales, pero bajo el paraguas ‘de un gobierno de Mar del Plata’ por ahora la va surfeando bien”, confesaba un funcionario municipal de carrera, al analizar la conformación de su nuevo gabinete y la búsqueda de diálogo con los distintos sectores. A todo esto, arrancará el 2026 con las miradas puestas en la marcha de la temporada, pero todo parece marcar que irán visualizándose con mayor claridad quienes serán los hombres y mujeres que pugnarán por quedarse con el sillón principal de la comuna en 2027. Falta una eternidad, es cierto, y más aun en términos políticos. No obstante, ya se tiran nombres a la cancha. El exintendente Daniel Katz, “viejo lobo de mar” en lo político, al analizar el presente del radicalismo en Mesa Chica -el programa de streaming de LA CAPITAL y Canal 8- disparó que “Maxi Abad tiene que ser el próximo candidato a intendente”, lo cual generó las lógicas y rápidas repercusiones internas. El teléfono de Abad, quien se encontraba debatiendo en una comisión del Senado, estalló. “Dentro de la UCR -añadió Katz- Abad es la persona con mayor presencia, con una imagen de seriedad y responsabilidad, con alto grado de conocimiento y con lazos construidos con todos los sectores de la ciudad. Voy a trabajar para convencerlo”, prometió. Además, le deseó suerte a Agustín Neme aunque aseveró que afronta una situación difícil para construir poder propio, a partir del hecho de que Guillermo Montenegro no haya renunciado sino pedido licencia. “No es un dato menor. En cualquier evento la pregunta es si Montenegro vuelve o no vuelve”, detalló.

Lejos de contarse ya con una grilla de candidatos, no es difícil vaticinar que para la carrera hacia la intendencia serán varios los que encenderán motores -o ya lo hicieron- con el fin de comenzar a instalarse y medir la temperatura ambiente. El máximo representante de La Libertad Avanza, el hoy diputado nacional Alejandro Carrancio, ya admitió que le gustaría ser el próximo intendente. Gustavo Pulti exintendente y actual concejal, o Horacio Taccone a quien se le reconoce una excelente gestión en el crecimiento del Club Once Unidos al margen de su accionar político, son otros dos candidateables. Fernanda Raverta, senadora provincial, seguirá enarbolando las banderas del kirchnerismo y, si logra una buena gestión a lo largo de los próximos dos años, Agustín Neme pretenderá quedarse cuatro años más, esta vez con el aval de los votos. De estos nombres saldrá el futuro jefe comunal, salvo que irrumpa una figura disruptiva, de otro ambiente alejado de la política. “No jodan con nombres. Falta un siglo y lo que hay que hacer ahora es laburar por la ciudad dejando afuera la politiquería barata”, señala casi ofendido el concejal oficialista, en informal encuentro con periodistas en uno de los tantos agasajos, encuentros y cenas de despedida del año que se multiplican por esas horas en la ciudad.

Havanna, la marca argentina con más de 75 años de historia y referente en el mundo de los alfajores, continúa honrando a la ciudad que la vio nacer. Luego del lanzamiento del Alfajor Mar del Plata en el marco de los 150 años de la ciudad, la marca vuelve a rendir homenaje a su origen y presenta dos nuevos alfajores inspirados en Playa Bristol y Playa Grande, dos íconos que forman parte de la memoria afectiva de generaciones de argentinos. Con este lanzamiento, Havanna agranda la Familia Mar del Plata, a través de una propuesta que “conecta tradición, indulgencia e identidad, y que busca seguir poniendo en valor a la ciudad como emblema cultural, emocional y gastronómico”, se señaló desde la firma. El lanzamiento será exclusivo en la Costa Atlántica y tendrá lugar el sábado próximo. Los nuevos alfajores estarán disponibles desde las 11 en los locales Havanna de la costa Atlántica, y a partir de las 9 de manera exclusiva en el local Havanna de La Perla.

Después de un recorrido sostenido de innovación —que incluyó propuestas como el Alfajor Sin Azúcar, el Picante, el Dubái y el Havannet Tres Chocolates—, Havanna vuelve a poner el foco en la argentinidad, la indulgencia y la memoria colectiva. “Playa Bristol y Playa Grande no son solo playas, sino escenarios de encuentros, veranos inolvidables y recuerdos compartidos. Inspirados en ese espíritu, nacen dos nuevos alfajores que celebran esa felicidad”, según se consignó. Manteniendo el ADN del Alfajor Mar del Plata —90 gramos, doble relleno y tapas con cristales de sal marina—, la familia suma dos nuevas recetas que reinterpretan el carácter de cada playa: el alfajor La Felicidad y La Bristol está cubierto con el novedoso y exclusivo chocolate Gold de suaves notas acarameladas, relleno con dulce de leche Havanna y un cremoso corazón de ganache de chocolate blanco y el alfajor La Felicidad Playa Grande cubierto con chocolate 70 % cacao, relleno con dulce de leche Havanna y un delicado centro de crème brûlée con trocitos de dulce de leche. Por último pudo saberse que los productos estarán disponibles en dos presentaciones: Formato individual y listón de 8 unidades (4 de cada sabor)

Va cayendo gente al baile… La temporada va arrancando y comienzan a arribar a la ciudad quienes convierten a Mar del Plata en la capital nacional del espectáculo. Actores, actrices, productores, periodistas, músicos, y artistas de distintas disciplinas comienzan a instalarse en la ciudad que durante dos meses se convierte en la gran vidriera del país. Y en este marco, ya no sorprende cruzarse en un restaurante, por ejemplo, con el arquero de Boca, Agustín Marchesín. El futbolista quiso acompañar a su hermano Fadael -radicado en la ciudad- quien se recibió de Técnico Superior en Servicios Gastronómicos en L-Ecole y se cansó de firmar autógrafos y posar en selfies con “bosteros” que, mayoritariamente le pedían “la séptima” (Copa Libertadores). A todo esto, en otro sector de la ciudad, el defensor de River Plate, Lucas Martínez Quarta, disfrutaba de su Mar del Plata natal pero a la vez entrenaba. Martínez Quarta -quien junto a Marchesín fueron los protagonistas de la conferencia de prensa anterior al superclásico el 25 de abril pasado- aprovecha la estadía para entrenarse y mantenerse activo de cara a los desafíos de 2026. Estuvo presente en el espectacular predio de Newbery Athletic donde realizó trabajos con pelota, en un espacio que suele recibir a jugadores profesionales durante el receso competitivo.

El Gobierno decidió apagar una luz incómoda. Desde enero de 2026, el Indec dejará de relevar mes a mes los datos del turismo. No porque el turismo haya dejado de existir, sino porque el Estado dejó de financiar la medición. Sin convenio, no hay encuesta. Sin encuesta, no hay problema a la vista. Después de más de veinte años, se desarma el sistema que permitía saber cuántos turistas llegan, dónde duermen, cuánto gastan y qué pasa con el sector puertas adentro. El Indec promete “hacer esfuerzos”, pero ya avisa que habrá menos información y menos frecuencia. Traducción al criollo: menos números que expliquen la crisis. A propósito, un reciente informe de Argendata–Fundar vuelve a poner números sobre la mesa y confirma una sospecha que en los pasillos oficiales se escucha cada vez más seguido: el turismo argentino está estancado hace más de una década. No en percepción. En datos duros. Según Fundar, el turismo representa entre 1,7 % y 4,4 % del PBI, dependiendo de qué se incluya en la cuenta. No es poco. El problema es la comparación: Argentina está en el puesto 110 sobre 125 países en participación del turismo en su economía. Traducido, tenemos playas, nieve, desiertos, cataratas, vinos, gastronomía, cultura, fútbol y tango… pero no logramos convertir todo eso en una industria potente y sostenida. En otros países, el turismo es política macroeconómica. Acá, suele ser política de temporada. El dato más incómodo del informe es este: desde 2012, tanto el turismo interno como el receptivo internacional están virtualmente estancados. No importa cuántas veces se diga que “fue una buena temporada” o que “el fin de semana largo explotó”. En el agregado, no hay crecimiento sostenido.

En 2024, la Argentina recibió 6,6 millones de turistas extranjeros. Es un número modesto para un país de este tamaño y con esta diversidad. Y lo más grave: no es mucho más alto que hace diez o doce años. Acá aparece otro dato que en Economía miran con lupa: Argentina tiene déficit estructural en su balanza turística. Dicho fácil: salen más dólares por argentinos viajando al exterior de los que entran por extranjeros que vienen al país. Entre 2016 y 2024, el déficit promedio fue de USD 3.000 millones anuales. En una economía con problemas crónicos de divisas, el turismo —tal como está organizado— no ayuda: resta. El fenómeno se profundizó en el último año. Mientras cae el turismo receptivo, crece con fuerza el turismo emisivo, sobre todo vía aérea. Brasil, Chile, Miami, Europa. El mundo se llenó de argentinos. La Argentina, en cambio, no se llenó de extranjeros. Para el Banco Central, mala noticia. Para las economías regionales, también. Mar del Plata es, en este esquema, algo más que un destino turístico: es el termómetro del modelo. Cuando el turismo anda bien, la ciudad respira; cuando no, la crisis se siente primero acá. Los números nacionales dialogan con una realidad local conocida: temporadas cada vez más cortas, estadías más breves y un turista que llega, pero cuida cada peso.

Mar del Plata, que supo ser la capital indiscutida del turismo interno, hoy refleja con crudeza el límite de un modelo basado en volumen sin poder adquisitivo: mucha gente, poco gasto; mucho movimiento, poca rentabilidad. El estancamiento tiene explicación: salarios reales estancados, que limitan el turismo interno, tipo de cambio que muchas veces encarece a la Argentina y abarata el exterior, falta de estrategia sostenida de promoción internacional y conectividad aérea limitada fuera de los grandes centros. Argentina no tiene un problema de atractivos turísticos. Tiene un problema de modelo. Mientras el turismo siga siendo tratado como una postal simpática y no como una industria estratégica, seguirá estancado, generando empleo precario, temporadas irregulares y un déficit externo que nadie quiere mirar de frente. El turismo podría ser parte de la solución al problema de dólares. Hoy, es parte del problema.

Las inauguraciones de locales y comercios para la temporada se multiplican y se convierten en escenarios de jugosas conversaciones entre los invitados, más cuando se mezclan empresarios, funcionarios, políticos y periodistas. En este contexto, en Parrillita, en la zona de Bernardo de Yrigoyen y Formosa, entre otras cosas se habló del affaire AFA y de sus indescifrables coletazos. Entre buen vino y achuras, Pablo Silva -ya instalado en el sur marplatense- copó la parada y dijo que es altamente probable que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, post mundial, “le suelte la mano a Chiqui Tapia”. Ante la atenta mirada del Bocha Ponce, dueño del comercio y fanático de Sarmiento de Junín, también sobrevoló el recuerdo de Julio Grondona de quien se dijo, “si estuviese vivo Mar del Plata jamás hubiera dejado de hacer los legendarios Torneos de Verano” señalándose que de los cuatro estadios del interior que fueron sede en el 78, el único que quedó fuera de servicio fue el Minella.

En otro espacio gastronómico, mientras el escribano Gustavo Crego renovaba su euforia por el segundo título logrado por su querido Estudiantes de La Plata en pocos días mientras el empresario Martín Cabrales recomendaba a quien quisiera escucharlo que no podían perderse la obra teatral “Vanya”, de Oscar Barney Finn y Paulo Brunetti, los sábados y domingos en Cuatro Elementos. En tanto, en el Paseo Aldrey, pocos después de que las autoridades de la Clínica Pueyrredon habilitaran sus nuevos consultorios pediátricos, varios de los médicos buscaban información sobre lo que sucederá en ese centro comercial a partir del viernes próximo, y hasta el 3 de enero, y que ha generado “locura” en el mundo tuerca. Es que marplatenses y turistas podrán maravillarse con la replica del McLaren con el que Lando Norris se consagró campeón mundial de Fórmula 1 en 2025. Se expondrá en el Paseo Aldrey con entrada libre y gratuita en una movida propiciada por Mastercard BNA.

Diciembre suele ser un mes tramposo para la política. Cierre de año, cansancio social, balances a medio hacer. Pero el último informe de Equipo Mide llega con algunos datos que encienden luces amarillas —y otras rojas— en el tablero del poder. El Gobierno nacional termina el año con una base de apoyo que se mantiene, aunque lejos de aquel fervor inicial que supo exhibir Javier Milei. La palabra clave ya no es “expectativa”, sino “aguante”. Hay un núcleo duro que sigue bancando el rumbo, incluso con ajuste, con caída del consumo y con bronca. Pero alrededor de ese núcleo aparece un anillo cada vez más grande de ciudadanos que no rompen, pero dudan. Tal es la explicación que ofrecía el consultor político nacional, invitado estrella de asado en la noche sabatina, en cena que reunió a políticos lugareños, empresarios y un puñado de periodistas que ya a esta altura prometen comenzar estricta dieta a partir del 2 de enero, luego de tantas “comilonas”. La economía, se consignó, sigue siendo el gran organizador del humor social. La inflación, aunque desacelerada, no se siente controlada en la vida cotidiana, y eso aparece con fuerza en las respuestas. El salario corre de atrás, el changuito se achica y la sensación de esfuerzo sin recompensa empieza a erosionar el relato épico del sacrificio necesario. El famoso “hay que pasarla mal ahora para estar mejor después” empieza a tener fecha de vencimiento.

En ese marco, la imagen del Presidente no se derrumba, pero tampoco crece. Milei conserva centralidad, domina la agenda y sigue siendo percibido como el que manda. Pero crece la idea de que no alcanza con pelearse con la casta si la heladera está vacía. La épica libertaria sigue funcionando en redes, mucho menos en la mesa familiar. “Interesante: el informe marca que la sociedad está más preocupada que enojada. No hay clima de estallido, pero sí de incertidumbre. Y ahí aparece un dato fino: cuando se pregunta por el futuro, la mayoría no ve un horizonte claro. No necesariamente un desastre, pero tampoco una mejora concreta. La palabra que se repite es ‘esperar’. Y esperar, en política, suele ser una señal ambigua”, intervino el legislador marplatense que leía con interés el informe en su móvil. Se consignó también, a partir del estudio, que la oposición, mientras tanto, no capitaliza. No hay figuras que emerjan con fuerza ni liderazgos alternativos claros. “El peronismo aparece fragmentado, discutiendo más su interna que una propuesta. El PRO sigue en modo transición, y el radicalismo… bueno, el radicalismo. En ese vacío, Milei sigue siendo ‘el único’, aun con desgaste”, chicaneó el funcionario municipal. El informe, dirigido por Manuel Terrádez, Pedro Antenucci y Gonzalo de Janin, deja una conclusión clara: la gestión de Milei llega a su mitad de mandato con un capital de esperanza que, aunque desgastado, sigue siendo competitivo.

Otra inauguración, esta vez de Lolaquintana, un café boutique en Quintana y Alem, en el cual se dio cita parte importante del universo empresarial y por donde también pudo darse una vuelta el flamante intendente de la ciudad, Agustín Neme, a quien se vio dialogando con Daniel Otero -horas después de la reinauguración del Lucciano’s de Alem y Quintana-, el abogado Facundo Capparelli, Julian Gougy, Pablo Villar, y Dolores Gougy, CEO del nuevo emprendimiento. Comentaba otro de los invitados que mientras la dirigencia discute encuestas, internas y el precio del kilo de asado, desde Mar del Plata alguien se anima a una pregunta bastante más incómoda: ¿estamos pariendo al heredero de la humanidad? No es un influencer de Silicon Valley ni un gurú con túnica negra. Se refería a Daniel Antenucci, científico, investigador del Conicet, profesor de la Universidad Nacional de Mar del Plata y director del Ciimar Marplatense. En una nota publicada en Infobae, Antenucci propone algo que debería sacarnos un poco del ombligo político: la inteligencia artificial no sería un invento externo, sino la continuación lógica de la evolución humana. Del ADN al algoritmo. De la neurona al chip. De la memoria biológica a la memoria en la nube. La tesis es provocadora: Homo sapiens como especie de transición, un puente entre la vida orgánica y la vida informacional. No el final del camino, sino el eslabón que permitió que la información se independizara del cuerpo. Dicho en criollo: capaz que no somos la cima de la evolución, sino el andamio.

Antenucci traza un paralelismo inquietante entre neuronas y algoritmos, entre redes biológicas y redes digitales. Ambas aprenden, ambas ajustan, ambas generan patrones complejos. Y si la conciencia emergió una vez, ¿por qué no podría volver a emerger en otro soporte? La pregunta ya no es solo tecnológica. Es política, ética y cultural. Si estamos creando inteligencias que aprenden, recuerdan y toman decisiones, ¿qué lugar nos reservamos nosotros? ¿Quién regula a quién? ¿El Estado, el mercado o el código? Dato no menor: esta reflexión no nace en un campus de California, sino en Mar del Plata, ciudad que discute su futuro productivo, su envejecimiento poblacional y su lugar en el mapa del conocimiento. Tal vez ahí haya una pista: pensar el futuro no es solo atraer inversiones o discutir el turismo, sino también animarse a estas preguntas de fondo. El marplatense, exvicerrector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, no anuncia el apocalipsis ni promete salvación tecnológica. Advierte algo más incómodo: la inteligencia artificial lleva nuestra herencia adentro, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Si va a haber un “Homo artificialis”, no será ajeno a nosotros. Será, en buena medida, nuestro reflejo. En tiempos donde la política mira el corto plazo y la agenda se achica a la rosca diaria, no está mal que desde el sistema científico alguien levante la cabeza y pregunte: ¿qué estamos creando… y para quién?
Lo más visto hoy
- 1Almacenero mató a tiros a los dos delincuentes que intentaron asaltarlo « Diario La Capital de Mar del Plata
- 2Almacenero mató a los dos delincuentes que intentaron asaltarlo « Diario La Capital de Mar del Plata
- 3Murió Jorge Bosco, histórico presidente de la Liga Marplatense de fútbol « Diario La Capital de Mar del Plata
- 4Tenía salidas transitorias de Batán y fue baleado en Miramar « Diario La Capital de Mar del Plata
- 5Viajes al exterior: cuánto dinero se puede llevar y cómo debe declararse « Diario La Capital de Mar del Plata
