Un mecánico de 54 años que era buscado por la justicia por la violación de tres niñas de 12 y 13 años fue descubierto en una vivienda del barrio Santa Mónica de esta ciudad.

El prófugo, identificado como Mario Rogelio Barresa (54), había conseguido por algunos meses ocultarse de los investigadores de la provincia de Santa Cruz pero una labor de inteligencia de policías santacruceños y marplatenses acabaron con su plan.

Barresa está acusado de cometer al menos tres violaciones en una zona rural próxima a Río Gallegos, donde se desempeñaba también como mecánico. Su maniobra consistía en ganarse la confianza de las familias, invitar a las menores a andar a caballo y mediante engaños abusar sexualmente de ellas.

Esta tarde personal de la DDI local, en ejecución de una orden del Juzgado de primera instancia de Río Gallegos, detuvo a Barresa en momentos en que dejaba una vivienda de calle Ratery al 400 de esta ciudad.

Según la información que surge del expediente, el 9 de junio pasado una mujer se presentó en la subcomisaría de Chimen Ayke para denunciar que su hija de solo 13 años había sido violada por Barresa. De inmediato se activaron los protocolos de asistencia a la víctima y se procedió a aunar prueba en relación a la denuncia.

Lo llamativo fue que en los días siguientes otras dos madres denunciaron a Barresa en los tribunales de Río Gallegos. En ambos casos las víctimas tenían 12 años y habían caído presas de la misma maniobra: Barresa las invitaba a dar una vuelta a caballo y en esas circunstancias las violaba.

Esa situación, la de permitir que las niñas fueran a andar a caballos, no resultaba extraña en un lugar tan pequeño como Chimen Ayke, donde los riesgos para los menores prácticamente no existían.

La policía y la Justicia de Río Gallegos aceleraron las averiguaciones pero fueron anticipados por Barresa, quien al saber que sospechaban de él se dio a la fuga y en los primeros meses se le perdió el rastro. Luego la intervención de líneas telefónicas y otras estrategias de investigación lo localizaron en el barrio Santa Mónica de Mar del Plata.

Allí, en una casa de Ratery al 400, Barresa subsistía haciendo trabajos de mecánica general. La D.D.I. Mar del Plata recibió solicitud de colaboración y tras montarse una discreta vigilancia en la zona, se logró capturarlo.

Barresa fue conducido a la Alcaidía Penitenciaria N° 44 de Batan, a la espera de su extradición a la provincia de Santa Cruz.