por Brenda Gendin

El mundo del trabajo está experimentando grandes cambios, que afectan tanto a quienes buscan los mejores talentos como a quienes enfrentan el desafío de encontrar un empleo acorde con sus metas y valores.
Conocer las nuevas reglas del juego y entender cómo participa la tecnología en todo el proceso, pudiendo así anticiparnos a futuros movimientos, es clave para los reclutadores, así como también para seguir avanzando en nuestra carrera profesional.

Dejar un CV en un portal online o en la página de una empresa ya no es suficiente. Si pensamos en dar el próximo paso en nuestra profesión o actividad, lo hacemos probablemente para estar mejor que donde estamos hoy. Y “mejor” puede significar muchas cosas: crecimiento profesional, salario, oportunidades de carrera, tipo de trabajo, flexibilidad, entre otras.

Esa mejoría puede darse dentro o fuera de la compañía en la que nos encontramos actualmente y es allí que la reputación se vuelve un punto importante. Según datos del informe de Glasdoor (2017) y Linkedin (2015), el 84% de los candidatos consideraría dejar su empleo actual si los contactara una empresa con excelente reputación. Esto es lo que los expertos en atraer talento conocen como “Marca empleadora” y que, según este informe, influye hasta en un 50% en la capacidad de contratar buenos candidatos y que puede ayudar a reducir su rotación laboral en un 28%, duplicando la velocidad de contratación.

Es por eso que la información se vuelve decisiva. Para las empresas resulta cada vez más necesario mostrar qué es lo que hacen, cómo lo hacen y qué significa ser parte de su organización. Y para todos aquellos que quieran acertar en sus decisiones de carrera y no desilusionarse a los pocos días de haber ingresado a una compañía, conocer la cultura de la empresa antes de aplicar es vital.

Ya no se trata únicamente de “cumplir” con los requisitos formales, hoy las empresas no buscan solamente alguien que cumpla con determinadas habilidades o una preparación específica (sea un título profesional, un idioma o un conocimiento determinado). Cada vez prestan más atención y dedican más tiempo al “fit cultural”. Eso implica, por ejemplo, compartir valores y muchos candidatos son conscientes de esto: el 66% se informa de la cultura y valores antes de aplicar.

Desde mi experiencia en Recursos Humanos, pero también desde mi propia experiencia personal, puedo decir que cuando formamos parte de una organización que conocemos y con la que compartimos sus valores, tendemos a sentirnos a gusto y a querer permanecer ahí. Eso crea un compromiso, mucho más fuerte que si sólo cumplimos un horario por obligación pero nuestros valores e intereses personales no se reflejan ni acompañan los de la empresa.

Creo que la tecnología puede ayudarnos a inspirar el crecimiento profesional y darle a cada persona herramientas para desarrollarse a lo largo de toda su carrera, esté o no activamente buscando trabajo. En definitiva, se trata de tener más y mejor información sobre cómo es trabajar y crecer en una determinada compañía, antes de aplicar indiscriminadamente a miles de búsquedas en lugares que no tienen que ver con lo que somos y pensamos.

(*): Licenciada en Relaciones del Trabajo y Magister en Coaching y Cambio Organizacional, fundadora de la plataforma MiBucle.