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La Ciudad 3 de junio de 2016

Adultos mayores que realizan un taller universitario tienen “cambios positivos”

El impacto de los talleres que ofrece el PAMI junto con la Facultad de Psicología favorecen a los adultos mayores que los hacen. Las propuestas son cuatrimestrales, libres y gratuitas.

El 100 por ciento de los adultos mayores que participan en los talleres universitarios gratuitos que se dictan en la Facultad de Psicología en conjunto con PAMI tienen un cambio “positivo” después de realizar alguna de esas propuestas. Esto se desprende de una investigación realizada en la unidad académica, donde desde el 2012 tienen una oferta para los adultos mayores en forma gratuita cada cuatrimestre, gracias a un trabajo en conjunto que se inició con la prestadora de salud del Gobierno.
Tras 4 años de trabajo con buenas repercusiones de los talleres, desde la Facultad decidieron hacer una investigación para comprobarlo. “Una becaria desarrolló un proyecto para evaluar el impacto de estos talleres porque desde nuestra experiencia lo veíamos, pero queríamos que fuera demostrado de una manera más sistemática”, explicó Claudia Arias, docente, investigadora y coordinadora de los talleres de Upami junto a Marcela Losada, subsecretaria de Extensión de la Facultad de Psicología. Entonces pudieron saber que el impacto “es muy positivo”. Las propuestas, que son de lo más variadas y van desde talleres de memoria, emociones, juegos teatrales, ocio y tiempo libre, envejecimiento saludable, etc; se dictan cada cuatrimestre, en forma libre y gratuita, en Juan B Justo 2550, y también en Santa Clara del Mar y Villa Gesell. La inscripción se realiza en las diferentes sedes del PAMI en la ciudad, y los informes se pueden recabar en la Facultad, Funes 3280, teléfono 473-8559 o al email [email protected].
“En este trabajo pudimos saber que el 100% de las personas que participan de estos talleres manifestaron haber tenido un cambio positivo en sus vidas. Lo llamativo fue que nuestra hipótesis hablaba de un 75%, pero resultaron que fueron todos. Algunos en mayor o menos medida, pero todos manifestaron cambios, ya sea desde lo físico, lo emocional, la compañía, hacer amigos, etc”, explicaron.
En este sentido, comentaron que algunos de los concurrentes a los talleres (la única condición es ser jubilado), “vienen porque están solos, deprimidos o tristes, y cambian notablemente al empezar estos talleres. Esto porque no son depresiones sino estados ante ciertas pérdidas y que en la medida que se incorporan a los talleres, cambian de una manera muy notable”. Y estos cambios no sólo los ven los protagonistas, sino también sus familiares: “Cuando se entregan los certificados al finalizar los cursos, muchos familiares se acercan y nos dicen que sus padres cambiaron mucho a partir de sus estado de ánimo, que les ayuda, y agradecen”, explicó Arias.
La base y la filosofía de todos los talleres es la misma y tiene que ver con el enfoque de la vejez desde una perspectiva positiva, de posibilidades, de recursos, de generar nuevos aprendizajes y potenciar lo que está.
“Además el hecho de que esté este acuerdo entre PAMI y la Universidad, posibilita que los adultos mayores se enganchen con la idea de estar en un espacio universitario en el que están quizás sus hijos o nietos. Les resulta bastante motivador conocer las facultades y es como un desafío a volver a estudiar. Involucrarse con las temáticas que tienen que ver con el adulto mayor, los intereses, establecer redes vinculares”, entendió la subsecretaria de Extensión. A lo que añadió: “Los talleres permiten un intercambio y les dan ganas de seguir. Se observa esto porque hay personas que hacen un curso y ya están pensando en el próximo o hacen varios a la par. Entonces seguir participando y vinculándose, es muy importante”.