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Arte y Espectáculos 7 de julio de 2019

La Delio Valdez ofrece su “Cumbión” para “gozar y exorcizar los pesares”

Santiago Moldovan, clarinetista de la multitudinaria formación, destacó que "nos preocupamos por estar presentes en reclamos, temáticas y cuestiones que tienen que ver con la vida social y cultural del país porque creemos en el valor de la música para sumar".

La Delio Valdez vuelve hoy a Mar del Plata con su Cumbión.

La orquesta de cumbia colombiana Delio Valdez, vuelve a Mar del Plata, con su “Cumbión”, la fiesta en la que se proponen que el público pueda “gozar y exorcizar los pesares”, valorando el derecho al entretenimiento y el acceso a la cultura.

Con su alegría combinada con compromiso social y, con su DJ Sonido Parrandero, esta noche, el cumbión será en el recientemente reabierto GAP, desde las 22.

La Delio Valdez se encuentra en gira nacional, celebrando los 10 años de la orquesta y el éxito de “Sonido Subtropical”, su último disco, el primero con todos temas propios, que obtuvo el premio Carlos Gardel al “Mejor Álbum Grupo Tropical”.

Mientras se encuentran en esta gira de celebración, que en el fin de semana largo incluyó también Tandil y Bahía Blanca, la banda sigue en proceso creativo y desarrollando la posibilidad de girar por el exterioe. Así lo confió Santiago Maldovan, clarinetista de la orquesta, junto a Manuel Cibrian (guitarra – voz), Pedro Gabriel Rodríguez (timbaletas – voz) , Tomás Arístide (güiro – bombo legüero – tambora – chas chas – quijada), Marcos Díaz (caja vallenata – tambor alegre – bongó – campana – caja), Agustín Fuentes (congas), León Podolsky (bajo), Pablo S. Broide (saxo tenor – maracón), Agustina Massara (saxo alto), Milton Rodriguez (trombón), Damián “Chango” Chavarría (trombón), Agustín Zuanigh (trompeta), Pablo Vázquez Reyna (trompeta – teclado), Ivonne Guzmán (voz) y Black Rodríguez Méndez (voz).

“El último disco fue todo con canciones originales. El resultado los dejó muy contentos y el proceso lo disfrutamos mucho así que vamos insistir en ese camino, además de tratar de salir del país con nuestra música, ir un poco más lejos” aseguró Moldován.

– El cumbión es su sello, es más que un show de una banda ¿Cómo lo pensaron?

– Es una fiesta con la que buscamos que trascienda la cuestión del show, buscamos generar estos espacios de encuentro. Lograr que por un rato la gente se olvide de la angustia y las cosas que nos preocupan en la vida cotidiana y se pueda concentrar en divertirse y estar presente en el baile y disfrutar de eso.

– Y para eso cuentan con el DJ Sonido Parrandero y ¿también invitados?

– A veces tenemos invitados. El sello de la fiesta cumbión es el DJ Sonido Parrandero, que es Fernando Isaias, que más que dj es coleccionista de música, colecciona vinilos, tiene muchísimos y sabe mucho de música latinoamericana y pasa la música en vinilo directamente. Además, está lo que tiene que ver con la ambientación, generar el clima. Tratamos de cuidar todo: el clima, los precios, los horarios, para que todo esté al servicio de que la gente la pase bien. Los protagonistas son todos los que asisten, queremos que así lo sientan y así lo vivan.

– ¿Destacan el derecho a entretenerse, disfrutar del a música la cultura en todo contexto?

– Totalmente, como en la esencia, el origen del ritmo, la música que tocaban los esclavos, los indios después de cada día agobiante de sufrimiento, en su momento de encontrarse, cantar, bailar, gozar y un poco exorcizar todos los pesares.

– En parte ¿Es lo que los unió como orquesta, la protesta, la reivindicación de causas sociales?

– Empezamos a tocar por placer y por disfrutar la música, pero desde el principio siempre acompañamos y nos preocupamos por estar presentes en un montón de reclamos, temáticas y cuestiones que tienen que ver con la vida social y cultural del país porque creemos en el valor de la música en el sentido de poder aportar algo desde nuestro lugar de músicos, para sumar. Hemos hecho muchas cosas, desde tocar en la UBA en tomas, en cárceles, en psiquiátricos, en la vigilia por la media sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, vamos todos los años al homenaje a Kosteki y Santillán… somos argentinos, estamos atravesados por toda esta realidad y de alguna manera tratamos de aportar una voz, en temas con los que nos sentimos identificados. Somos un grupo grande, charlamos las cosas y cuando algo nos convoca lo conversamos, si estamos todos de acuerdo vamos.

– En el caso de las situaciones de encierro, como cárceles, psiquiátricos ¿Cómo les resultó la experiencia, qué les impactó?

– Cuando fuimos al Borda, nos encontramos con gente que no tiene otro acceso al entretenimiento ni a los bienes culturales, que está encerrada y ahí también ves lo poderosa que es la música, cómo puede generar tantas cosas.
Tanto el sistema psiquiátrico como carcelario a veces más que reinsertar a la gente la termina aislando más de la sociedad, dejándola más al margen todavía.

– ¿También es por esas convicciones que siempre se autogestionaron como cooperativa? ¿Creen que su trayectoria hubiera sido diferente si hubiesen trabajado con sellos grandes?

– Si, totalmente. Fue una elección desde el principio la forma de trabajo. En el camino tuvimos oportunidades de firmar y hacer acuerdos con sellos o editoriales, pero desde el principio pasó que queríamos contar algo y poder armar una identidad, generar espacios con la banda que quizás la industria o los boliches no nos permitían hacer como lo imaginábamos. Fue muy de a poco, muy trabajoso, le pusimos mucho el cuerpo y hoy es una alegría el resultado de todo ese trabajo, que realmente funciona, al punto que el último disco recibió el Gardel (“Sonido subtropical, “Mejor Álbum Grupo Tropical”) que es absolutamente de la industria y comercial. En ese sentido se ve cómo un proyecto autogestionado e independiente puede estar a la par de lo mainstream.