Veredicto condenatorio, con posibles atenuaciones. Un jurado popular integrado por seis hombres y seis mujeres concluyó este jueves, tras varias horas de deliberaciones, que Pedro Rafael Inglera (29) fue el autor del crimen de Nancy Segura (27), su pareja y madre su hija. Ahora, la jueza Mariana Irianni deberá imponerle una pena que recién se conocerá el 2 de septiembre.

El debate oral que se inició el lunes por la mañana concluyó el miércoles por la tarde, tras los alegatos, pero la resolución se demoró hasta ayer a la mañana porque los miembros del jurado no lograban ponerse de acuerdo en torno a la responsabilidad de Inglera en el hecho. Es que, como lo indica la ley, el fallo del cuerpo civil, en una causa como esta, que contempla la posibilidad del dictado de pena máxima prevista en el Código Penal, debe ser unánime. Si hay un integrante que piensan de manera distinta al resto, no hay definición oficial y todos deben seguir debatiendo. En este caso, había tres personas que no pensaban en la misma línea de los demás.

Finalmente, pasadas las 10 de la mañana de ayer, llegaron a la conclusión de que Inglera mató a Segura en el marco de una relación violenta que ambos mantenían y que deben contemplarse atenuaciones en la pena, lo cual le corresponderá hacer ahora a la magistrada. Es que el crimen, desde un comienzo, estuvo enmarcado en la duda de si el imputado quiso asesinar a su pareja o se trató de un desenlace involuntario en el marco de un forcejeo.

Para esto, un ateneo compuesto por seis profesionales expuso su posición y dio a conocer lo que se hizo durante la autopsia al cadáver y detalles de la reconstrucción fáctica del hecho. Los peritos oficiales concluyeron que se trató de un homicidio, mientras que los de parte, convocados por la defensa, apoyaron la hipótesis de un accidente.

La jueza Irianni abrió la audiencia hizo un agradecimiento especial al público -estuvo dividido entre los familiares de Segura e Inglera- por haberse comportado de manera correcta durante el proceso, y mencionó que eso posibilitó el mejor desarrollo de las tareas cívicas asignadas a cada una de las partes. Luego, destacó el trabajo de los jurados y explicó que esta modalidad de debate contribuye a la mejora de la República.

En cuestión de segundos, la presidente del jurado (está prohibido difundir identidades de sus miembros y tomarles fotografías) dio a conocer la decisión final y la sala fue desalojada. Hubo llantos entre los allegados a Segura, pero también por parte de los familiares de Inglera, y algún cruce de palabras en el hall de Tribunales que no pasó a mayores.