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La Ciudad 27 de noviembre de 2021

Bautizaron a Tomás, el hijo menor de Guillermo Montenegro

El intendente, su esposa Eugenia y la familia de ambos participaron de la ceremonia, que se celebró en el bautisterio de la Iglesia Catedral, el mismo lugar donde en 1963, hace casi 59 años, bautizaron a Montenegro. "Cuando sea grande le voy a transmitir los mismos valores que me inculcaron mis viejos", dijo emocionado.

Tomás, sus padrinos (Alejandro Rabinovich y Alejandra Rafuls), Montenegro y su esposa Eugenia, en la ceremonia de bautismo.

Tomás, el hijo menor del intendente Guillermo Montenegro, fue bautizado hoy en el bautisterio de la Iglesia Catedral de Mar del Plata en el marco de una emotiva e íntima ceremonia familiar celebrada en el mismo espacio donde hace casi 59 años era bautizado el actual jefe comunal.

La actividad tuvo lugar al mediodía y entre los presentes estuvo el coordinador de Gabinete municipal y senador provincial electo, Alejandro Rabinovich, quien más en rol de amigo que de funcionario ofició de padrino -la madrina fue Alejandra Rafuls- en una distendida pero cálida ceremonia que llevó adelante padre Raúl, de Batán, quien tiempo atrás también había bautizado a los “mellis” de Montenegro y su esposa Eugenia Pruzzo.

Visiblemente emocionado, el intendente compartió su “inmensa alegría” con LA CAPITAL y contó cómo se resolvió llevar a cabo el rito en el bautisterio ubicado en Mitre casi Rivadavia, junto al templo mayor de la iglesia católica de Mar del Plata.

Hace cuatro o cinco meses mi hermana me mandó una foto que era la primera que encontré mía vivo, justo acá en este bautisterio. En la foto está mi vieja conmigo, de un mes y medio o dos, en febrero de 1963. Mi viejo no salió porque la sacó él. Un día estando acá con el obispo Gabriel (Mestre) y el párroco de la Catedral (Ariel Sueiro) se las mostré. Entonces buscaron la fe de mi bautismo, con fecha el 3 de febrero de ese año y ahí empezamos a planear bautizarlo acá también a Tomás para mantener viva la costumbre”, relató Guillermo Montenegro.

Acta de bautismo de Guillermo Montenegro, febrero de 1963.

Acta de bautismo de Guillermo Montenegro, febrero de 1963.

Así, casi 59 años después de aquella foto, la familia Montenegro regresó a esta pequeña sala lindera a la Catedral para cumplir con el ritual, en este caso, con Tomás, el hijo más chico del actual intendente (nació el 15 de agosto de 2020), como protagonista de la ceremonia.

“Dentro de todo se portó bastante bien, pese a que nos habíamos olvidado de traer el chupete y mandamos a comprar uno”, bromeó el jefe comunal junto a su esposa Eugenia y el resto de sus hijos, quienes acompañaron y tomaron fotos para registrar el momento familiar.

“Es lindo poder compartirlo en familia, sobre todo con mis hijos, que por sus obligaciones y las mías no siempre podemos estar todos juntos compartiendo como quisiéramos. Pero vinieron este viernes y acá estamos, con mucha alegría. Este fin de semana realmente ha sido un regalo de Dios”, sostuvo.

BAUTISMO1

Los padrinos sostienen a Tomás, mientras el Padre Raul procede a bautizarlo.

Asimismo, reconoció que “estuvo muy presente” el recuerdo de su papá, Guillermo Tristán Montenegro -de quien heredó el nombre-, quien falleció en febrero a los 86 años. “Me hubiera encantado que estuviese hoy, pero de alguna manera él está siempre conmigo, con nosotros”, dijo. También el padre Raúl lo nombró y recordó en la ceremonia.

Todo finalmente concluyó con una cautivante intervención musical a cargo de la Orquesta estable del teatro Colón de Buenos Aires, que interpretó piezas de Bach y otros compositores clásicos para el intendente y su entorno familiar.

Tras ello, Tomás, vestido para la ocasión, salió de la mano junto a su mamá y su papá. Posó para las fotos de la familia y luego corrió a abrazar a sus hermanos. “Crecen rápido”, comentó sonriente Montenegro al recibir el certificado de bautismo y finalmente sostuvo que cuando crezca, le contará la imprevista anécdota: el hecho de haberlo bautizado en el mismo lugar que él hace casi seis décadas, siendo circunstancialmente intendente de General Pueyrredon y nada menos que en medio de una pandemia.

Por último, comentó: “Cuando Tomás sea grande sobre todo le voy a transmitir los mismos valores que me inculcaron mis viejos: fundamentalmente amor a lo que hacemos, a la gente, a la ciudad y la solidaridad. Pero sobre todo que sea buena gente, que es lo más importante”.