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Policiales 21 de enero de 2022

La sorprendente historia detrás de la casa donde sucedió un confuso y sangriento hecho

El jueves por la noche dos falsos policías entraron a robar a una casa de Daprotis al 4100. Hubo tiros y dos baleados. Ahora se investiga lo que realmente sucedió dentro de un domicilio donde ya había ocurrido un hecho en 2017 de alta trascendencia.

La casa del barrio Constitución de Mar del Plata donde en la noche del jueves se produjo un violento hecho de sangre que acabó con dos hombres baleados ya había sido escenario de un episodio de gravedad hace cinco veranos.

Por estas horas los investigadores tratan de verificar si lo ocurrido en la vivienda de Daprotis casi Patagones fue un asalto, tal como lo dijo una de las víctimas, o si subyace algún otro tipo de conflicto.

Vale recordar que en la noche del jueves, dos hombres se encontraban dentro de la casa de Daprotis al 4100 cuando fueron sorprendidos por quienes decían ser policías ya que vestían camperas y gorras con inscripciones de la fuerza bonaerense.

El inquilino, un hombre oriundo de Santiago del Estero, de 30 años, estaba acompañado por un marplatense de 31 años con domicilio en otro sector de la ciudad (Gutenberg al 4600). Ambos aseguran conocerse de torneos de fútbol en el que corre dinero de apuestas. Por el momento las únicas referencias sobre un asalto son las que dieron ellos y por eso la Justicia no desecha eso, pero hay ciertas circunstancias que sugieren que podía haber existido alguna otra motivación.

Esa reconstrucción de los hechos, que tiene por responsable investigativo al fiscal Mariano Moyano, es la que se realiza este viernes, aunque no existen testigos directos de lo sucedido. Un punto de partida para que las sospechas sean sólidas son algunos detalles que rodean al hecho y la reputación de la casa: allí hubo un trascendente ataque a tiros hace unos años que ocultaba toda una historia criminal.

Esa fama de “cueva” que tiene el domicilio de Daprotis al 4100 es conocida en el barrio Constitución.

De acuerdo a la información que ya forma parte de las actuaciones policiales y judiciales, el jueves a la noche los dos hombres estaban dentro de la vivienda cuando alguien llamó a la puerta. Las víctimas aseguran que desde afuera se presentaron como policías y que era un allanamiento, y que por eso, tras corroborar por la mirilla, abrieron.

De inmediato los dos delincuentes, uno de ellos identificado posteriormente como Darío Rubén Cruz (43), entraron y lo primero que hicieron fue maniatar a los dos hombres con precintos.

Luego se dio una secuencia bastante confusa, ya que los falsos policías se apoderaron de una suma cercana a los 200 mil pesos y los dos teléfonos celulares de las víctimas. En momentos en que se escapaban el inquilino se quitó el precinto y salió a correrlos. Se cree que fue cuando recibió un disparo en la pierna derecha, pese a lo cual pudo alcanzar a Cruz y hacerle “un tackle” para detenerlo, desarmarlo y balearlo en la pierna izquierda.

Un video captado por un vecino muestra el momento en que Cruz yace en el piso y la víctima herida empuña dos armas. Según explicó luego, esa arma “extra” se le cayó al otro delincuente que consiguió escapar. También se ve al otro hombre caminar con las manos precintadas.

Poco después llegó la policía y detuvo a Cruz, quien no resultó ser un desconocido. Se trata de un hombre que estaba con libertad condicional por una condena por robos calificados anteriores, con un detalle nada menor: la banda que integraba en 2018 tenía a un policía como miembro. La campera de policía y la gorra eran parte del uniforme por aquellos años.

El fiscal Moyano trabaja sobre la hipótesis del asalto que es la que surge del testimonio de los dos hombres. Los dos teléfonos celulares que fueron sustraídos estaban en poder de Cruz. “Estamos viendo por qué fueron a robar directamente a esa casa, porque se montó este escenario de falso allanamiento, si había conocimiento de algún dato previo. También que justo en el momento del robo, la familia del inquilino no estaba y otros detalles”, explicó una fuente policial.

Aquel verano de 2017

El 3 de enero de 2017 una mujer y su hija de 9 años fueron baleadas cuando se hallaban dentro de la misma casa de Daprotis al 4100. En un principio la mujer dijo que el ataque había sido cometido cuando caminaba por Beltrán y la Costa pero luego los investigadores desecharon esa circunstancia hasta que la mujer admitió lo que había ocurrido.

Ese día a la mañana desde un automóvil abrieron fuego contra las ventanas de la casa en donde se encontraba Alicia Mambreani y la niña. Investigaciones posteriores determinaron que el ataque no iba dirigido a ella sino a su pareja Ivan “Chanchi” Becerra, un ex policía que estaba prófugo tras haberse evadido de la cárcel de Viedma en la primavera de 2016. Becerra habría de ser detenido en abril de 2017, solo unos meses después del ataque a tiros a la casa de la calle Daprotis donde ayer ocurrió el asalto.

Policía científica trabaja el 3 de enero de 2017 frente a la casa donde ayer ocurrió el hecho.

Policía científica trabaja el 3 de enero de 2017 frente a la casa donde ayer ocurrió el hecho.

Becerra, que fue acusado de cometer un asalto en cercanías de Balcarce, había huido de la cárcel junto a dos delincuentes Fernando Busto y Lucas Giménez Pazos, éste último capturado en Miramar días antes de ese ataque contra la casa de Daprotis.

El complejo entramado tiene un par de capítulos más: Giménez Pazos fue acusado de participar en el asalto del 3 de marzo de 2020 en Mar del Plata contra los padres del dirigente portuario Luis Ignoto. Meses después se lo desvinculó del hecho. Sin embargo, no sería su última aparición en las noticias ya que en febrero de 2021 fue detenido por un millonario robo contra un recaudador de estaciones de servicios. Le dieron arresto domiciliario aunque en agosto pasado desapareció y hoy se encuentra con paradero desconocido.