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Policiales 10 de marzo de 2025

Piden prisión preventiva para los cinco policías del caso Paredes

La solicitó el fiscal Alejandro Pellegrinelli al considerar que la investigación podría ponerse en riesgo con los imputados en libertad. Que podrían huir y eludir la acción de la Justicia.

Los cinco policías detenidos por el asesinato de Matías Paredes (26) durante un procedimiento en el que lo confundieron con un prófugo podrían seguir detenidos hasta que dure todo el proceso en su contra si es que la Justicia de Garantías acepta el pedido del fiscal Alejandro Pellegrinelli.

Al cumplirse un mes del hecho ocurrido en el cruce de las avenidas Polonia y Fortunato de la Plaza, Pellegrinelli hizo la solicitud describiendo el rol de cada uno de los policías que esa madrugada actuaron sin identificación, vestidos de civil y en automóviles particulares.

El entonces jefe de calle de la comisaría 16ta. Juan Manuel Molina es el más complicado de todos, ya que quedó comprobado que fue de su arma de la cual salieron los dos proyectiles que mataron a Paredes y que hirieron a otro de los ocupantes del Fiat Palio en el que iba la víctima. Se lo acusa del delito de homicidio doblemente agravado, con una pena en expectativa de prisión perpetua. El otro policía que accionó su arma fue Emilio Flores, para quien el fiscal le otorga el rol de autor del homicidio, pero en grado de tentativa.

Extraña es la imputación a Javier Masia, Daniel Murray y Julio Rufino Gerez para quienes hay dos hipótesis de intervención: en la primera de ellas son partícipes primarios del homicidio y en la segunda partícipes secundarios. Es decir que si se acepta la primera de ellas tendrían una pena superior a la de Flores, a pesar de no haber disparado sus armas. Y esa pena es nada menos, la prisión perpetua.

Respecto al procedimiento y según lo expresado por el fiscal Pellegrinelli, más allá de la formalidad de la “Orden de Servicio”, el personal policial habría sido enviado a realizar una verdadera “cacería” en busca de Monje. Esta acción, lejos de responder a la conmoción ciudadana por lo sucedido, parecía tener como principal objetivo ofrecer una respuesta tanto al Ministro de Seguridad como al Jefe de Policía de la Provincia, quienes visitarían la ciudad al día siguiente. Además, se habría instruido a los distintos jefes de calle que aquellos que no cumplieran con la orden quedarían “fuera de foco”, mientras que quienes lograran dar con Monje serían recompensados, en un sistema de “premios y castigos” que incluía sanciones y ascensos.

Aquí el fiscal hizo una diferencia entre lo que decía la Orden de Servicio y lo que se dijo en la Academia brindada por el comisario mayor Edgardo Vulcano, quien por esas horas recién asumía como Jefe Departamental.

El caso

Las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad muestran que todo comenzó el jueves 7 de febrero a la 1.36 de la mañana, cuando el automóvil marca Fiat Palio de color rojo en el que Paredes y sus amigos Emanuel Astete (25) y Cristian Pizarro Novas (27) circulaba por Fortunato de la Plaza tras haber asistido a la fiesta de presentación del plantel del Club Atlético Alvarado, del que eran hinchas.

Al llegar al semáforo de Polonia la Ford Ecosport conducida por Flores (policía de la comisaría 15ta.) y a quien acompañaba Masia, de la Comisaría Decimocuarta (asiento delantero) y Murray, de la Subcomisaría Camet (en la parte trasera del vehículo) se le colocó por detrás al Fiat, mientras que adelante le cerró el pasó el Volkswagen Bora manejado por Molina y que ocupaba Rufino Gerez, su compañero de la comisaría 16ta.

Tres de los policías sin identificación descendieron de los vehículos y dos de ellos abrieron fuego.

En las declaraciones de los imputados Juan Manuel Molina y Emilio Flores, ambos intentaron justificar sus disparos alegando que reaccionaron a detonaciones previas.

Molina declaró que escuchó disparos cerca suyo, lo que lo llevó a extraer su arma y efectuar dos disparos, afirmando:
“Escucho la detonación y automáticamente desenfundo la pistola y hago dos detonaciones, porque fue muy rápido, hago dos detonaciones… siempre apuntando hacia abajo…”.

Por su parte, Flores indicó que se asustó por la cercanía del vehículo y disparó al suelo para repeler la amenaza, manifestando:
“No sé, no pasó ni un segundo y escucho detonaciones. Sinceramente me asusto por la cercanía en la que tenía el vehículo, tiendo a alejarme hacia atrás y efectúo al menos dos detonaciones hacia el suelo. Al no saber de dónde se efectúan las detonaciones, mi intención fue ahuyentar o repeler a la persona…”.

Sin embargo, el informe de la investigación señala que las declaraciones de ambos no coinciden con la evidencia, incluyendo las grabaciones de video y las pericias balísticas, y parecen contradictorias entre sí, como si intentaran justificar sus acciones basándose en la del otro

Para el fiscal Pellegrinelli existen indicios de que, en libertad, los policías intentarían fugar y eludir la acción de la Justicia. Además indica que deben seguir presos porque en el horizonte de una posible condena hay penas previstas de prisión perpetua, que podrían entorpecer la investigación y también por la conmoción social del caso.

En el transcurso de la semana deberá responder la justicia de garantías a través del juez Juan Tapia.