La Ciudad

“A Mar del Plata no hay que condenarla con gente sin capacidad de gestión”

Sergio Massa critica la gestión del intendente Arroyo y se mostró preocupado por la situación del puerto, las industrias pesquera y textil, y por la falta de planificación para hacer de Mar del Plata una ciudad de 12 meses.

LA PLATA (Corresponsalía).- Tras 11 meses y 23 días de mutismo, el principal referente del Frente Renovador empieza a definir junto a su gente la conformación de un frente más amplio, que les permita ser oposición en las elecciones que tienen como objetivo final las generales de 2019.

En su despacho de avenida del Libertador, en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Sergio Massa puso fin a la estrategia del silencio y aseguró que su movimiento político tiene que repensarse hacia adelante, creando una alternativa de oposición amplia que incorpore incluso exponentes de otras fuerzas políticas que compartan su visión de país.

En ese contexto, el ex presidente de Tigre se tomó su tiempo para dar precisiones no solamente del futuro del Frente Renovador, sino para sentar posición sobre lo que él espera de una ciudad como Mar del Plata, a la que ve mal gestionada.

– ¿Qué cree que debería hacerse con Mar del Plata?

– Lo primero que hay que hacer es volver a poner el puerto de pie. Porque que tengamos la situación vergonzosa de tener 13 observaciones de la organización internacional que pusieron en crisis el puerto de Mar del Plata, es un locura.

Lo segundo, es que tenemos que aprender que los permisos de pesca tienen que venir acompañados de un valor agregado local y no este festival de permisos de pesca que nos genera predación de la riqueza ictícola. Argentina tiene hoy el 2% del PBI en riqueza ictícola y podría tener el 4% si en lugar de dar permisos de pesca para que se lleven y se lleven y se lleven, pusiera como condición para el permiso valor agregado local en embalaje, en packaging, en un montón de cosas, que para Mar del Plata sería fundamental.

En tercer lugar el tema textil, vos recorrés la Juan B Justo y te da tristeza. Y finalmente el problema de no haber tenido una política de turismo orientada a que Mar del Plata no sea 6 semanas al año, sino 12 meses.

– ¿Cómo se logra eso?

– No está desarrollado el polo tecnológico, teniendo en Mar del Plata por el valor que tiene la Universidad, la posibilidad de desarrollar el software como hizo Córdoba. Ahora para eso hay que ponerle cabeza a la segunda ciudad más grande de la provincia de Buenos Aires. Mar del Plata es una de las capitales del país. Si a cualquier argentino le pedís que te nombre tres ciudades que conozcamos todos, una de esas tres va a ser Mar del Plata. Por eso a Mar del Plata hay que ponerle cabeza nacional, no condenarla a su suerte con gente que además tiene hasta incapacidad para gestionarla en el día a día.

– ¿Cuál es su visión del país hoy?

– La salida de la Argentina es recuperando la capacidad de venta de la Argentina al mundo. Hay que recuperar exportaciones y el esfuerzo tendría que estar puesto ahí. Después tenés que recuperar inversión, generando incentivo y agregando valor para no seguir exportando primarios. Y tenés que sostener consumo. Ninguna de esas tres cosas hoy está haciendo el gobierno, que tiene los ojos puestos en lo que dice el fondo monetario y los fondos de inversión del extranjero, que en lo que le pasa a la economía real.

Este es el plan del Fondo Monetario para garantizarse el cobro de la deuda, no es el plan para poner en marcha la economía Argentina. Son cosas distintas.

– ¿Había salida sin la opción de recurrir al FMI?

– El error fue haber ido al Fondo Monetario, fue un gravísimo error. Argentina tenía 110 mil millones de dólares blanqueados de argentinos en el exterior, que hoy tienen una baja tasa de rendimiento porque el mundo en el sistema financiero no apalanca plata, a los que vos le podías decir “vengan, en lugar de tener esos miles de millones de dólares al 3,5% o al 4%, tráiganlos que yo les pago 6%, pero tráiganlos a la Argentina”. El problema más serio del blanqueo es que blanquearon para dejarla afuera y encima pagan pocos impuestos, mientras el tipo que está acá produciendo tiene una presión impositiva récord en la región.

– ¿No se buscó entonces repatriar dólares?

– El gobierno castigó a las PyMEs que generan dólares. El problema de Argentina es que debe dólares y su moneda es el peso, y en lugar de premiar e incentivar a los que producen dólares los estás castigando.

– ¿Ve usted un final anticipado de la administración de Mauricio Macri?

– Toda la dirigencia, si de verdad ama el país, tiene que contribuir a la paz social. Y lo que le tenemos que pedir a la dirigencia política argentina es amor por la patria, que debe venir acompañada de un brazo del estado que proteja a los que no pueden pagar la luz, a los que se están quedando sin trabajo, a los que con el plan van a la góndola de supermercado y se encuentran con situaciones gravísimas. Tenemos que tener mucha firmeza para ponerle límites a un plan económico que nos lleva al fracaso y mucha inteligencia para mostrarle a la sociedad argentina que hay una alternativa de posición que puede llevar a la Argentina al modelo de desarrollo que ya vivió alguna vez.

– ¿Cómo ve a la sociedad argentina?

– La sociedad está con tristeza por las mentiras, la insensibilidad y el fracaso del gobierno de Macri. Gran parte de la sociedad argentina creyó que el país podía volver a vivir un cambio que fue una suma de mentiras acumuladas que finalmente no se cumplieron. Y por otro lado porque sabe que del pasado tenemos que aprender de los errores. Hay que construir a la Argentina sobre tres vectores sobre los cuales nadie discuta, uno vinculado a la educación, porque la movilidad social ascendente en Argentina depende de que la educación pública sea gratuita, de calidad e inclusiva, genera una línea de largada en la que todos compitan de la misma manera. Esta idea de que el hijo de un desocupado, el hijo de un obrero y el hijo de un empresario, como van a la escuela y tienen la misma educación pueden soñar con ser presidentes, ingenieros o desarrolladores de tecnología desde cualquier rincón de la Argentina. En el tema del trabajo nos tenemos que animar a hacer cosas disruptivas, animarnos a discutir alguna vez en la Argentina que transformamos los planes sociales en planes de empleo, porque los planes sociales como dádiva son la cristalización de la pobreza. Ahora los planes sociales, como herramienta de capacitación para la incorporación en el trabajo, son el camino de salida de la pobreza del tipo que hoy está condenado a depender del puntero político. Hay que ver el mundo del trabajo en una realidad que está cambiando a una velocidad fenomenal. Hay que asociar inexorablemente al sistema educativo con el mundo del trabajo. Y finalmente en tercer lugar, viene la protección social, la seguridad social, el sistema jubilatorio.

– ¿Qué necesita nuestro país para poder remar esta situación?

– Nuestro país necesita un proyecto de desarrollo económico y un acuerdo económico y social. El próximo gobierno tiene que ir a un acuerdo entre empresarios, trabajadores y estado. Este gobierno siente que un acuerdo económico y social es un síntoma de debilidad del estado y no hay gobierno más fuerte que el que logra acordar políticas de estado con empresarios, trabajadores, credos, organizaciones sociales y de la sociedad civil.

“El gobierno mintió”

– ¿Cuál es su objetivo de cara a las próximas elecciones?

– Hay que mostrarle a la sociedad que el gobierno mintió y fracasó y que la construcción de una alternativa amplia, inteligente, sensible, que ponga al estado como centro de la economía, puede darle a los argentinos un camino de salida.

Mi objetivo es armar un equipo que saque a la Argentina de esa trampa. Esto es sentido común contra locura. A este gobierno le falta sentido común, un gobierno con sentido común pone el trabajo, el mercado interno y la educación pública como valores centrales. Un gobierno con sentido común pone a las exportaciones como principal objetivo de su agenda económica; no mira tanto al FMI y mira a sus principales mercados. Eso te marca el sentido común. Al gobierno le gusta esconder en la discusión sobre el pasado su fracaso del presente, pero no puede explicar que sube la luz, la nafta, que la gente pierde el trabajo, que las escuelas se cierran por falta de gas.

– ¿Cómo va a conformar el equipo para ofrecer una opción diferente?

– Tenemos que ser amplios, tratar de darle a la Argentina una alternativa de oposición amplia, que incluya a todos los sectores que tengan ganas de aprender de todos los errores que tuvimos y de construir 20 años de crecimiento y desarrollo para la Argentina sin importar individualmente a quien le toque gobernar.

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