Lanús impuso su jerarquía y ganó en el Polideportivo. La visita se tomó el duelo muy en serio y marcó una gran diferencia en el primer cuarto. El equipo de Juan Aquino le peleó a la adversidad, logró achicar y terminó aplaudido.
Por Sebastián Arana
Unión hizo su mejor esfuerzo. Pero no pudo con la jerarquía de un Lanús que entró a la cancha decidido a imponerla. El equipo “granate” estableció una luz muy importante desde el vamos y se impuso 88-81 en la despedida del año para los dos en esta Liga Argentina de Básquet.
El equipo visitante cumplió la ley primera. Un plantel superior a otro no debe subestimar un compromiso. Lo asumió como si adelante estuviera un equipo de punta. Y estuvo tan enfocado en defender que no le dio a Unión la menor oportunidad.
Fue muy contundente desde el principio. Impuso su poderío físico en todos los emparejamientos y obligó a los de Juan Aquino a desafiar la marca a la hora de cada decisión ofensiva. Así, los porcentajes locales fueron muy magros. Estuvo lejos del cincuenta por ciento en dobles y lo falló casi todo de tres puntos: 1/7 en el primer cuarto.
A partir de esa férrea defensa, Lanús lo controló todo. Sus internos castigaron repetidamente cerca del canasto. Cuando Unión “arrugó” la defensa para controlarlos mejor, lo hicieron los tiradores. Como si fuera poco, el balance de pelotas pérdidas y recuperadas favoreció ampliamente a los visitantes, que controlaron bien el juego, provocaron pérdidas y pudieron correr. Sobre la mitad del parcial, el conjunto de Anglese ya se imponía 18-4 y minimizaba la buena carga de rebote -único ítem del juego en el que mostraba superioridad- del equipo local.
A favor de Unión hay que escribir que no se rindió, que luchó el partido, que intentó cosas. La defensa zonal que tiró en varios pasajes del primer tiempo le permitió minimizar la superioridad de los internos visitantes. También el buen ingreso del panameño Navarro le dio alguna frescura adicional a su ofensiva. Pero cometió dos pecados capitales. Terminó la primera parte con un ridículo 5/14 de tiros libres y se distrajo en el cierre. Así Lanús, que en el segundo cuarto había administrado la ganancia del primero, se encontró con la oportunidad de definir y estiró la ventaja a un lapidario 46-26 con un triple de Noblega en la jugada final.
El tercer parcial fue muy parecido al segundo. Unión entregó su corazón para achicar la brecha. Aún fallando estrepitosamente con su tiro exterior hasta terminar el parcial con 2/17 triples. Así y todo, con varias definiciones lucidas -la superioridad física rival lo obligó a tirar fintas de todos los colores-, tuvo un tiro muy factible de Macrini para situarse a once puntos a treinta segundos para el cierre. Pero lo falló, apareció Merchant del otro lado con una ráfaga muy positiva y Lanús, que se había conformado con regular ventajas y energías, finalizó el parcial con un tranquilizador 67-51.
El tren pasa una vez en este tipo de partidos y Unión no pudo subirse al de la reacción. Lanús le mantuvo la vara alta hasta el último par de minutos y luego se desentendió. Entonces el equipo local, que nunca dejó de correr, logró maquillar la caída. Y se fue aplaudido como premio a su gran esfuerzo.
Síntesis
Unión 81
T. Flossi 14, M. Montoya 1, A. Yarza 11, M. Carneglia 14 y J. I. Bellozas 9 (FI); M. Bernardini 10, G. Navarro 12, J. Barrionuevo 0, M. Macrini 6, J. I. Varas 0, A. Cordeiro 4 y B. Titarelli 0. DT: Juan Aquino.
Lanús 88
J. Noblega 3, R. Whitfield 14, E. Merchant 15, M. Henry 14 y M. Franchino 9 (FI); L. Reinaudi 7, L. Di Muccio 3, R. Johnson 9, A. Sacchi 5 y T. Prome 9. DT: Juan Manuel Anglese.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Raúl Lorenzo y José Domínguez.
Parciales: 13-27, 26-46 y 51-67.