Las aguas vivas volvieron a decir presente en algunas playas de Mar del Plata, lo que obligó a guardavidas a advertir  sobre la presencia de estas medusas y la importancia de ingresar al mar con precaución.

En diálogo con LA CAPITAL, Gabriel Genzano, investigador del Conicet y docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Unmdp, explicó que es normal la presencia de este tipo de aguas vivas durante esta fecha.

La medusa chrysaora lactea, de gran tamaño, suele estar presente en las costas marplatenses durante el mes de febrero a causa de los vientos y distintas condiciones climatológicas.

A su vez, Genzano destacó que los animales que visitan estas playas no suponen un gran riesgo para los bañistas. La picadura de aguas vivas puede generar una sensación de ardor temporal e irritación en la zona afectada. “En ningún caso estamos hablando de algo peligroso, las peligrosas no están en nuestras costas”, resalta el investigador.

“Todas las medusas tienen una estructura en los tentáculos que disparan una especie de dardos minúsculos que inoculan un veneno”, agrega, pero dijo que ese veneno, para el caso de las que están en Mar del Plata, no es peligroso.  

En caso de entrar en contacto con una agua viva es importante tomar las siguientes medidas:

• No fregar la zona afectada con una toalla. Esto produce que entre más veneno en contacto con la víctima.
• No lavar la herida con agua dulce. En caso de que sea necesario lavar debe hacerse con agua de salada, de mar.
• Si es necesario poner algo frío sobre la zona afectada deben ser botellas de agua, pero no congeladas ya que al derretir el agua dulce complicará la herida.
• El vinagre comercial es el principal antídoto para aliviar el dolor producto de la picadura.

En esa misma línea Genzano aseguró que es raro que la picadura de medusa genere más complicaciones que un dolor o pequeño sarpullido. En caso de que esto último ocurra es importante que la víctima visite a un médico y sea tratado como estado de alergia.